lunes, 31 de agosto de 2009

Romería

Ayer fue la romería de la Virgen de Belén. Como viene siendo habitual en los últimos tiempos, la carroza que más se utilizó, tanto en la ermita como en el camino que lleva desde allí hasta la iglesia de la Asunción, fue del tipo que aparece en la fotografía: carritos de la compra, neveras con ruedas, carros de supermercado, cochecitos de bebé, engalanados para el viaje “litúrgico”, repletos de bebidas de baja y alta graduación.

Ave María “purísima”, purificada por el alcohol que inundó gargantas sedientas, y anatomías extasiadas y sudorosas, en los más de 40 grados de temperatura vespertina. "Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros" (Juan 1, 14). Se hizo carne y marisco, y arroz, y sardinas, jamón, chacinas, y bocadillos. Y fue regado con vino, cerveza, ron wisqui.... Y el año que viene, la coronación de la virgen. ¿Coronación?. “¡Una coronita, con limón!”.

La fe mueve montañas, montañas de hielo con que enfriar los cubatas y otros combinados, montañas de basura, de heces de los ungulados que desfilan soberbios y cansados, conducidos por jinetes prepotentes, orgullosos y aguerridos, después de beber la sangre de cristo, de vasos de plástico, de restos de botellas, de sobras de merendolas. Montañas de gomina que sujetaban melenas pijas, montañas de tela de trajes regionales, enfundando cuerpos maduros y de jóvenes que se inician en los ritos ancestrales del terruño. Montañas de decibelios de cantos de sevillanas, de equipos de sonido reproduciendo reggaetón, mákina, flamenquitos, y de gritos “piadosos” (¡guapa, guapa, guapa!), de ruidos de motores, de cláxones, de pateos en los remolques . Montañas de fe irracional, sumisa, fanática, embriagada, seguidora de los ritos sin discusión, sin reflexión, sin un atisbo de crítica, sin comprensión, como le gusta a las actuales jerarquías dominantes del “reino de dios en la tierra”. Y la masa, un año más, bajó su ídolo de la montaña.


ACTUALIZACIÓN

Vista la repercusión que está teniendo la redacción de este post, y visto que no se leen los comentarios y sus respuestas, hago las siguientes aclaraciones:

Este blog es personal, como he dicho más de una vez. No recoge opiniones ni del partido, ni del ayuntamiento. No he insultado a la religión, he criticado, de forma dramatizada e irónica (tal vez fue un error, del que pido disculpas, por el estilo) a los que denigran a la romería con sus actitudes poco piadosas: consumo excesivo de alcohol, conducir ebrio caballos o vehículos, esa ostentación del consumismo...”. Así lo he recogido en la contestación a los comentarios. Los hechos que me molestan, a mí y a más gente (incluidos católicos practicantes que me han hecho críticas de aspectos de las romerías que hemos visto, y a los que he tenido muchas veces que aclarar que la romería no la organizo yo), son el abuso, el desprecio a los demás, la prepotencia, la suciedad, el que se ponga en peligro a niños, ancianos y otros viandantes. Eso no lo hacen todos los participantes en la romería, pero algunos sí. Las romerías también deben mejorar, como lo ha hecho históricamente.

Algunos creen que me mofo de la religión. No es así. He utilizado, tal vez incorrectamente, (porque no se ha entendido) algunos elementos que creo no comprenden bien quienes se toman los actos litúrgicos como si fueran fiestas paganas. Son muchos los movimientos, incluso dentro de la iglesia, que históricamente han querido eliminar esas influencias no cristianas. He usado figuras literarias que no se han entendido. Por ello, porque no había intención de ofender, vuelvo a pedir disculpas a quienes se han sentido ofendidos.

sábado, 29 de agosto de 2009

viernes, 28 de agosto de 2009

Ayuntamientos y símbolos religiosos


"Este Cristo estará aquí mientras yo sea alcalde"

Luis Moreno, el alcalde socialista de Baena, ha rechazado totalmente las peticiones de IU de quitar el crucifijo del salón de Plenos del Ayuntamiento. Con contudencia y citando el artículo 16 de la Constitución, Moreno dejó muy clara su postura. Que el crucifijo se queda en el Ayuntamiento. Y no hay más que hablar

El plural

Luis Moreno es un personaje peculiar. Alcalde de Baena, senador por la provincia de Córdoba, es uno de los históricos ya del socialismo cordobés, presente en la vida provincial del partido desde que yo tengo memoria. De verbo fluido y ampuloso, siempre sereno en apariencia y buen argumentador, para lo que le sirve sin duda su formación académica y su profesión, son muchos los discursos que le he escuchado que me han parecido exquisitos en forma y fondo, a la vieja usanza. Y también un superviviente nato. Intentan cargárselo desde hace tiempo tirios y troyanos, a derecha y a izquierda pero sigue ahí como la esfinge de Egipto, inmutable “parmenídeamente” incólume (es profesor de filosofía en enseñanza media).

Ahora se ha hecho famoso por la noticia del crucifijo del salón de plenos. Es hábil don Luis, sabe que tiene un electorado que se considera católico y que le vota, dándole mayorías. Su semana santa es famosa en toda España. Y hace como muchos alcaldes, poner una vela a Dios y otra al Diablo. Pero ha sido demasiado astuto. Tiene razón cuando achaca a los concejales de IU, que pidieron la retirada del símbolo cristiano, su ansia para sumarse a procesiones y otros actos litúrgicos católicos, su incoherencia. En su argumento constitucional, apelando al artículo 16, que lee en su integridad, recalca el inciso final: “Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.” Pero se olvida de repetir la primera parte del párrafo tercero de ese artículo: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal.”

Y habla de sectarismo y revanchismo (lo repite) en la iniciativa de pedir la retirada y pregunta si molesta ese cristo a los baenenses. Sectarismo, querido Luis, es dar prevalencia a un grupo de seguidores de una confesión religiosa, lo que ocurre con la presencia de esa cruz. Y revanchismo, ¿contra quién?, ¿contra esos baenenses católicos a los que no les molesta el crucifijo?. Poner un símbolo religioso no es cooperar (ya se hace eso con las millonarias subvenciones a la Iglesia católica). Pero esa no es la cuestión, amigo Luis, sino la presencia de ese símbolo en un lugar preferente del salón de plenos del ayuntamiento (un edificio oficial, estatal en sentido amplio), junto a las banderas y el retrato del rey. Eso lo hace convertirse en un “símbolo estatal” y es lo que prohíbe la constitución (“Ninguna confesión tendrá carácter estatal.” ).

Esta actitud seguro que le ha hecho ganarse la simpatía de los muchos miembros de las cofradías, incluso le han apoyado medios que antes le “crucificaban”. Pero, desde luego, también ha hecho un flaco favor a la libertad religiosa y a la necesaria separación entre Iglesia y Estado. Amigo Luis, esta vez, en el fondo y en la forma, te has pasado.


jueves, 27 de agosto de 2009

Esperanza Aguirre desmemoriada con las detenciones

Aguirre: "No he visto esposados por la mano derecha ni a los terroristas"

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, consideró que la "escandalosa detención mediática" de miembros del Partido Popular de Baleares implicados en el caso Palma Arena es "lo más grave" ocurrido este mes de agosto. "Esposados por la mano derecha, cosa que yo no he visto hacer jamás ni a los terroristas más peligrosos. Por supuesto, no a De Juana Chaos, que estaba siendo magníficamente tratado, como todo el mundo sabe y teniendo bis a bis con su novia", destacó Aguirre en su primera comparecencia tras la pausa estiva.

Libertad digital

Ahora que Rajoy parecía que iba a levantar el pie del acelerador de las calumnias contra el PSOE, acusándole de acabar con el estado de derecho por el invento de las escuchas telefónicas que lanzó Cospedal, vuelve a la carga la "lideresa", Esperanza Aguirre. Y lo hace otra vez con lo de las detenciones de miembros de su partido. Dice que no ha visto terroristas esposados. Pues le refresco la memoria a la presidenta amnésica. En esta serie incluyo a etarras detenidos y esposados, claramente: De izquierda a derecha, Patxi Uranga Salbide, Olatz Lasabaster Anza y Ainara Vázquez Martínez, detenidos en junio pasado al estar vinculados a Jurdan Martitegi (detenido en abril) y al comando Vizcaya. Además uno de los detenidos junto al dirigente de ETA, citado antes. Luego Javier López Peña "Thierry", detenido el año pasado en Francia. Y por último, Asier Eceiza, dirigente del aparato militar de ETA. Todos esposados.


Pero si le parece poco refrescarle esa memoria a la aspiranta a presidenta del PP con estas fotos, aquí le recuerdo que también se publicaron fotos con detenciones de políticos esposados, y no precisamente del PP: el ex-alcalde de Los Alcázares (PSOE), el ex-alcalde de Estepona (PSOE) o los famosos ediles de Marbella (GIL y ex-gilistas), en la operación "Malaya". Y ellos, los populares, se alegraban de que funcionara el estado de derecho. Vean.


Entonces no protestaban, como lo hace ahora Esperanza. Y, por cierto, ¿quiere ver esta señora fotos del criminal etarra Iñaki de Juana Chaos?. También las tenemos, para que vea que sí se publicaron en su día y que lo trataron, no con privilegios, no magníficamente, sino como a cualquier detenido. Aquí algunas, donde se le ve detenido subiendo a un vehículo policial, esposado, y en la Audiencia Nacional, mientras lo esposan agentes de policía.

A ver si se entera Doña Espe.....y no miente e insulta más.


miércoles, 26 de agosto de 2009

Celedón, de Vitoria


Celedón es un personaje típico de las fiestas de la Virgen Blanca, en Vitoria (Álava), que empiezan el 5 de agosto, la capital de la comunidad autónoma vasca. Paradójicamente la menos vasca de las provincias que la componen, y elegida por eso, para ser capital de Euzkadi, para integrarla en el sentir euskaldún.

Este personaje lo crearon los blusas (nombre con el que se conoce a los miembros de las cuadrillas que se reúnen para disfrutar de las fiestas) para recordar a Celedonio Alzola, un popular aldeano que, según nos dijeron, era el primero que venía andando desde su villa a Vitoria a celebrar a la patrona, y era también el último que abandonaba el lugar, al acabar los festejos. Amante de la fiesta y del vino, era conocido por todos y hacía de anfitrión para los forasteros, siempre de buen ánimo. Cuando falleció los blusas tuvieron la idea de subir al jardinero municipal a la torre y lanzarle por una tirolina a la plaza. Pero hicieron antes una prueba con un maniquí y como la cuerda se rompió y con ella, al caer, el muñeco, el jardinero asustado se negó y los sustituyeron por otro maniquí. De ahí quedó la costumbre del muñeco, ya que nadie se ha atrevido luego a descolgarse.


Celedón, como el hada niñera de la película de Walt Disney, Mary Poppins , vuela sostenido por un paraguas, desde la torre de la iglesia de San Miguel hasta un balcón, pasando por encima de miles de vitorianos en la plaza de la Virgen Blanca, que le vitorean fumando puros y bebiendo cava (y bañándose en este líquido espumoso). Luego, sale, ya en forma humana del edificio del balcón, para  dirigirse, escoltado por blusas, que le facilitan el paso  por la plaza abarrotada, a la balconada de la iglesia, donde pronuncia el pregón inaugural de las fiestas. Entonces, durante ese viaje de vuelta a pie, los vitorianos aprovechan para tocarle. Corre la leyenda de que quien consiga tocar a Celedón ligará en las fiestas. Y debe ser algo necesario, pues nos dijeron que las mujeres de Vitoria (y por extensión las vascas) son poco accesibles a los escarceos amorosos y sexuales. Vamos que es casi imposible ligar en el País Vasco (como vemos repetidamente en el programa de EITB “Vaya semanita”). Por lo que todos (es cosa de hombres) buscan la ayuda “mágica” de Celedón. La tradicional imagen de la mujer vasca, fuerte, voluntariosa, dominante, restos del matriarcado del que ya hablaban los historiadores romanos que se daba en estas tierras y otras vecinas del norte peninsular, hace que entre el género masculino se sienta gran temor para acercarse a ellas con intenciones lujuriosas. Y, según parece, el conjuro “celedonio” da a veces resultado. 


La plaza de la Virgen Blanca es un conjunto singular, ya que se sitúa en una parte que se va elevando sobre el resto de la ciudad, ciudad llana, como lo es la provincia en general, a diferencia de las otras dos provincias vascas. Siendo la iglesia la zona más alta, que se resguarda con la balconada donde se hace el pregón. Está rodeada de edificios abiertos por muchas ventanas y balcones con cierres blancos que me recordaron los que jalonan el paseo marítimo de La Coruña. En el centro hay un monumento a la Batalla de Vitoria, durante la Guerra de la Independencia contra los franceses, batalla decisiva para expulsarlos del país. Tiene unas leyendas en el pedestal que dicen, una, “A la batalla de Vitoria” (arriba), y la otra (abajo), “A la independencia de España”. El vandalismo abertzale tiene por costumbre tachar “de España”, para convertirla en un lema independentista vasco, como se ve en la fotografía. Y, aunque se vuelve a limpiar repetidamente, siempre dura íntegra lo mismo que un caramelo a la puerta de un colegio.

Son pocos los vitorianos (cuatro) que han encarnado la figura de Celedón para dar el pregón inaugural. El primero, uno de los blusas creadores de este personaje, fue José Luis Isasi Moltalbán, cuyo rostro está inmortalizado en la escultura que adorna la balconada de la iglesia de  San Miguel, en cuya fachada está la Virgen Blanca. Esta escultura nos muestra a Celedón vestido a la usanza tradicional, con txapela, pañuelo, el hatillo (en el suelo) y el sempiterno paraguas, elemento indispensable debido al clima de la zona, que además sirve de bastón. En las fotografías no se ve, pero, otro objeto imprescindible cuelga a la espalda de Celedón, la bota de vino, sin la que no es concebible la fiesta. Aquí el personaje ha quedado inmortalizado y contemplando permanentemente la figura de la virgen, en cuyo honor este hombre pasó sus mejores momentos alentando el placer de la buena vida, degustando los productos del campo, regados siempre con el buen vino de la Rioja alavesa. Nosotros, por si acaso, también le tocamos...que la vida es muy larga. 

lunes, 24 de agosto de 2009

Septimana horribilis (semana horrible)

Empieza la semana más espantosa del mes de agosto. Y no solo porque se acabe el periodo de vacaciones de los que las tienen en este mes. Los que las tuvieron en julio y quienes las tengan en otros periodos menos convencionales del año también padecerán de esta “horribilis septimana”, empleando la expresión (pero adaptándola) que hizo famosa la reina Isabel II de Inglaterra. Me refiero a la semana en que la programación de los medios de comunicación, especialmente radios y televisiones, se ve alterada por la irrupción de dos novedades, para mí, irritantes (además de seguir reponiendo espacios, en espera de la nueva temporada).

Una novedad es la repetida presencia del síndrome post-vacacional como tema común y reiterativo en radios, televisiones y otros medios en general. Parece como si los que terminan su trabajo estival en estos medios decidieran que tenemos que deprimirnos por decreto, porque se acaba agosto. Algunos se irán de vacaciones, tras hacer la suplencia veraniega de las “estrellas” de su respectivo medio, y me los imagino disfrutando mientras preparan su merecido descanso anual, y vengándose de los que acaban su asueto estival, haciéndoles creer que les espera unas especie de monstruo antediluviano psicológico dispuesto a amargarle la vuelta al hogar y al trabajo. Todos los veranos nos sueltan la misma monserga y seguro que algunos, de tanto oírlo, terminan cayendo en las redes del puñetero síndrome. Tengo que recordarles a estos, que se repiten más que el ajo con el dichoso mal, que “no es noticia” algo que sucede de forma normal, como es su obsesión por hablarnos de ello cuando enfilamos el día 24 o 25, para adelante, del mes en que estamos.

La otra irrupción en los medios que me irrita es la entrada en los “descansos o bloques publicitarios” de dos tipos de reclamos, tampoco noticia por tanto, por ser habituales de estas fechas. Me refiero a los anuncios de “vuelta al cole”. Como si no nos amargaran los últimos días de descanso (quienes los tengan) con la enfermedad que comentaba, nos asustan con el dineral que tienen que emplear muy pronto quienes tienen prole en edad escolar. Ello da pie a periodistas de todo tipo para que entrevisten a padres, libreros, pequeños comerciantes (que siempre se quejan de la competencia de los grandes almacenes), portavoces de asociaciones de consumidores, etc y lancen al aire las mismas protestas de todos los años sobre el precio de los libros y material escolar, uniformes y demás parafernalia que supone un gran bocado en la economía doméstica de las familias. Ahora que en Andalucía los libros de texto son gratis, las protestas se centran en esa competencia desleal que denuncian los libreros y en la imposición de los centros privados de adquirir los libros en determinadas empresas, haciendo papel mojado del cheque-libro, que permite libertad para adquirir ese material. Curioso que ahora que el sistema del “cheque” que estos centros privados quieren implantar para todo el proceso educativo, justificándolo en la libertad de elección de centro, cuando ya se dispone en un aspecto de la enseñanza, como es el del libro, sea estropeado por su falta de respeto a esa libertad de los padres, en beneficio de intereses mercantiles espurios.

Pero el remate publicitario que hace espantoso esta última semana de agosto es la avalancha de spots sobre “coleccionables”. Libros clásicos, maquetas de objetos de todo tipo (coches, motos, barcos, aviones, castillos, palacios...), muñecas, muñecos, películas, biografías de famosos, dedales, polveras, pañuelos, minerales, fascículos, música de los sesenta, de los setenta, de los ochenta, cursos de idiomas, video-juegos, bricolaje, decoración, moda, cocina, héroes infantiles y juveniles, vajillas, cursos de pintura, de manualidades, de artesanías varias, de belleza, ganchillo, punto de cruz, pilates, colecciones de lepidópteros y otros bichos, dinosaurios, abalorios, modelismo y radiocontrol, instrumentos musicales, cromos antiguos y modernos, rosarios y figuras religiosas (vírgenes, cristos, santos, papas...), herramientas, recortables, juegos de cartas, monedas, sellos, miniaturas, relojes, antigüedades, botellas, latas, juguetes tradicionales, y muchos más “objetos de deseo coleccionables”, incluidos, como no, los éxitos en disco y vídeo del recién fallecido Michael Jackson (mira que me había librado hablar de él hasta ahora...), todo es susceptible de ser coleccionado, y por tanto, vendido en estas fechas de fin e inicio de otra temporada. Me agobian, como os habrá agobiado a vosotros la relación anterior, todos estos anuncios que cubren horas y horas de programación en radios y televisiones, y “adornan” el papel de los periódicos, y ahora también, las pantallas de nuestros ordenadores conectados a internet.

Si a esto, además de notar cierto cambio del clima y en lo temprano que se va poniendo el sol, añadimos que a mí me quedan pocos días de asueto, el panorama es para tomárselo con filosofía, con calma. Y para aprovecharse, que si añadimos algunas buenas tapas con sus respectivas cervezas fresquitas, y buena compañía, lo pasaremos mejor.

domingo, 23 de agosto de 2009

Disquisiciones teológicas

¿Saben aquel chiste del cardenal y el rey infiel?. El cardenal pide audiencia al rey para hablar urgentemente con él.

Cardenal: Majestad, corren rumores por palacio sobre vuestra fidelidad a la reina. Dicen que le sois infiel con otras damas.

Rey: No os lo puedo negar a vos, cardenal.

Cardenal: ¿Cómo osáis engañar a vuestra esposa?. ¿Cómo os atrevéis a buscar el amor en otros brazos, cuando estáis casado con la mujer más hermosa, virtuosa, inteligente, hacendosa, la de más alta alcurnia, la más educada y recatada del reino?. ¿Por qué buscas otra cosa si tenéis lo mejor de vuestros dominios y sois envidiado por ello?.

Rey: Cardenal, como no sois casado, por vuestros votos, os pondré otro ejemplo para explicarlo. ¿Cual es el plato más agradable a vuestro gusto, el plato más exquisito, la comida más sublime a vuestro paladar?. ¿Cual es el producto exclusivo, envidia de los mortales, que nunca debería faltar en vuestra mesa?

Cardenal: (pensando brevemente) El faisán.

Rey: (a sus criados) A partir de este momento solo se servirá faisán al cardenal

Así que se sirvió faisán al cardenal para el almuerzo, y para la cena. Y al día siguiente, faisán para el desayuno, el almuerzo y la cena. Y así día tras día, incluso cuando el prelado de la iglesia asistía a alguna recepción o acto oficial, donde a él y solo para él le servían otra vez el dichoso faisán. Faisán y más faisán. Hasta que pasado dos meses a dieta de faisán, el cardenal no se pudo aguantar y protestó en el almuerzo con el rey.

Cardenal: ¡¿Otra vez faisaaán?!.

Rey: Pero, Cardenal, ¿por qué de vuestra queja?.

Cardenal: Es que llevo meses desayunando, almorzando, merendando, cenando, faisán. ¡Estoy cansado de tanto pájaro!.

Rey: Pero...¿no me dijisteis que el faisán era vuestro plato preferido, el mejor manjar, el que siempre os gustaría comer, para envidia de los demás?.

Cardenal: Sí, pero es que comer faisán y solo faisán todos los días........se cansa uno.

Rey: ¿Entendéis lo que pasa en mi matrimonio?

De este chiste me acordé ayer, mientras cenábamos en la feria, cuando Juan dijo a Rosamari: “Me estoy acordando, con estas gambas tan buenas, de la confirmación. Si pones otra vez esto voy a otra”. Rosamari: “Y vas a una misa de dos horas si hay gambas”. “Hombre, claro”, contestó Juan. “Por eso te vas a Jaén, por ir a misa”, siguió Rosamari. Juan le replicó: “No, eso da igual, es según como le caigas” (al de arriba), justificando encontrar trabajo a pesar de no ir habitualmente a misa, y haber ido a la de la confirmación porque estaba invitado a la celebración posterior. Y para hartarnos de gambas no hacía falta ir a misa. Es más, seguro que hasta en el infierno había gambas. Y surgió la cuestión para el debate: “¿Tú que prefieres, ir al cielo a estar siempre rezando, o al infierno a estar siempre comiendo gambas?.”

Rosamari: En el cielo se pueden comer gambas y hay otras cosas buenas.

Juan: No, supongamos que solo en el infierno hay gambas. En el cielo solo se reza.

Rosamari: Pero si te hartas de gambas te sube el ácido úrico y el colesterol.

Juan: Da igual, si estoy en el infierno es que estoy muerto y no voy a morir dos veces por el colesterol.

Rosamari: En el infierno hace mucho calor siempre y te quemas.

Yo: Mejor, comiendo gambas y con calorcito. Además, con lo frioleras que sois las mujeres.....jajajaa.

Rosamari (agobiada): Que no, que os hartaréis de comer siempre gambas.

Yo: ¿Y de rezar siempre el cielo, no?.

Como vemos, aquí se acabó la discusión bizantina. Y me acordé del chiste. Vosotros ¿que opináis sobre este sesudo problema teológico?. ¿Qué es mejor, ir al cielo a rezar eternamente, o ir al infierno a comer eternamente buenas gambas?. Hay que ver lo que da de sí la feria de agosto.

viernes, 21 de agosto de 2009

Insistencia progresiva


¿Es posible cumplir en tan breve espacio con las limitaciones de velocidad?. ¿Es un muestrario de señales verticales, en exposición?. ¿Quién vendió las señales de tráfico?. ¿Estaban aburridos los operarios de carreteras?. ¿Estaba aburrido el ingeniero?. ¿Sobraron de alguna obra?. Y lo más complejo e intrigante: ¿donde han instalado el radar?. ¿Les ha quedado sitio?.

jueves, 20 de agosto de 2009

Feria de Agosto en Palma del Río, 2009


Hace un año os comentaba el origen de la feria de agosto de Palma del Río. Hoy, como año tras año, tras más de quinientos, volvemos a inaugurarla. Los problemas siguen siendo los mismos, o más bien se han agudizado. Tendremos autobús y caseta de los niños, como el año pasado y la anterior feria de este año, la de mayo, pero las casetas de adultos, las tradicionales del recinto de San Francisco, han disminuido drásticamente: solo tres solicitantes hemos tenido, que se sumarán a la caseta municipal, para la que preveo una asistencia desorbitada por ello. De nuevo, los aguaúchos, o quioscos del Paseo se pondrán las botas acogiendo a las personas que vengan a la feria, tanto de Palma como de los pueblos de alrededor. Y seguro que las atracciones (los “cacharritos”) también menguarán en número.

Es el signo de los tiempos, como ya os comentaba hace un año. Los jóvenes seguirán con su “botellón”, fenómeno que se ha cargado a las casetas que mayoritariamente se instalaban en agosto, las “disco-casetas”. Beber del supermercado es más barato y nadie está dispuesto a invertir un dinero que ni siquiera va a recuperar, porque los jóvenes beben en el botellón del jardín y van a bailar a las casetas, sin gastar un solo euro. Además los que hace años quisieron cambiar la naturaleza de la feria, convirtiéndola en una “macro-discoteca al aire libre con diversos ambientes”, y fomentando el ruido (que expulsaba a los mayores) y el consumo masivo de combinados alcohólicos, además de ser derrotados por el botellón, han sido derrotados por la vida, se han casado muchos, tienen hijos pequeños y ya no merece la pena ni apetece dedicarse una semana a trabajar como bestias tras una barra. En fin, que “a todo perro le llega su San Martín” (curioso, uno de los que fomentaron este tipo de negocios , el de las disco-casetas, en feria se llama Martín y se casó no hace mucho y tiene a su mujer embarazada, por lo que su caseta, una de las más concurridas antes, ya ha faltado a la cita estival), y la feria está cambiando.

No creo, como me decía hace poco un amigo, que se vaya a mejorar el panorama cambiándola de ubicación, para que por la falta de los aguaúchos se instalen más casetas, ya que nadie está dispuesto a trabajar, si no se es profesional de la hostelería. Algunas tradicionales y con gusto y solera ya cayeron por ese motivo, el profesional. Y la tan cacareada fusión con las fiestas patronales sigue, tras años de debate, sin cuajar (no creo que esto suceda, pues los dirigentes, tanto de la hermandad como los eclesiásticos, no están dispuestos a ceder un ápice en el sentido religioso de su festividad, frente al lúdico de estas fiestas de origen comercial). Tal vez ocurra que tanta diversión los fines de semana en verano hacen innecesario un ciclo de varios días con estas atracciones. Y unos días para huir del pueblo a las playas, sobre todo cuando no se pueden prolongar las vacaciones por la dichosa crisis, son un objetivo apetecible. En fin, que una vez más hablaremos de lo mal que está la feria. Hay materia para el debate.

miércoles, 19 de agosto de 2009

El contraste de los tiempos


Los restos de la cultura de nuestros antepasados más remotos emergen muchas veces como monumentos decorativos en alguna glorienta, área de descanso o jardín, como el que vemos. Desprovistos de su significado de nacimiento, injertados en nuevos espacios humanos.

Un dolmen ubicado en una pradera de césped, de igual manera que se podía haber colocado un juego de niños (un tobogán, unos columpios...). Casi nadie repara en su presencia. ¿Era real o una recreación moderna en el jardín de un aparcamiento?. ¿Eran conscientes de su valor, si era original, los que lo respetaron situándolo entre ruidos de vehículos, gases contaminantes, manchas de grasa, una minúscula gasolinera aparentemente abandonada?. No lo sabremos. Allí estaba, sin embargo, soberbio, inmune al paso del tiempo, cumpliendo tal vez el papel que le reservaron quienes, hace miles de años, lo edificaron en aquel lugar del Pirineo navarro. Buscando la inmortalidad o el recuerdo perenne de quienes fueron alojados en él.

A pesar de lo que los nuevos moradores del lugar hayan hecho luego: la antena de televisión, cuya sombra se dibuja encima de la del tendedero de las ventanas del edificio moderno, sobrevuela su espacio, como amenazante, apuntando al culpable del delito. Del delito de durar, de prolongarse eternamente, de no pasar rápidamente, como las imágenes del aparato catódico, o las de las modas que dejan viejo algo recientemente creado. Allí seguía, sin hacernos caso. Eterno.

lunes, 17 de agosto de 2009

Gamburro

Tengo un sobrino que, cuando era pequeño, con uno o dos años, tenía especial predilección por mis gafas. Pero las tenía como suelen interesarse los niños de esas edades por estos apéndices artificiales, para quitártelas de un manotazo y jugar con ellas, sin cuidado alguno. Lógicas travesuras de la edad, que me hacían llamarle ¡gamberro!. Y además, como era aún poco diestro, tanto para arrebatarme los anteojos, como para andar guardando el equilibrio normal, cuando lo veía venir, más que corriendo, cayéndose sobre mi cara, era como sentir en mi rostro un envite, bruto, impetuoso, obstinado, y terco, vamos como la coz de un borriquillo, de un burro. Más de una vez, además del daño natural en mi apéndice nasal o en mi rostro, era preciso recomponer armaduras y lentes, para poder seguir usándolas como era debido. Era de tan natural rudeza y de personalidad tan traviesa que derivó el adjetivo en contracción o simbiosis de los dos calificativos: de gamberro y de burro, surgió “gamburro”.

Con el tiempo, no obstante, llegó la educación (o la domesticación), los modales menos ásperos y el comportamiento más refinado, hasta sibarita. Pues descubrió en el convite de la primera comunión de su hermano mayor el placer del marisco. Eso sí, convenientemente desprovisto de sus caparazones y cáscaras, para lo que me buscaba con insistencia: para pelarle las gambas y los langostinos que él se comería. Entonces le recordé yo sus anteriores comportamientos, exigiéndole como condición, para que le ayudase, que no volvieran a repetirse esas acometidas. Entre risas accedió, al recordarle el adjetivo que le impuse entonces, y me confirmó su gusto por los crustáceos. De ahí que el “palabro” sumase un nuevo significado: el gusto por el marisco, especialmente las gambas. Muy apropiado, pues si quería comida, era necesario no meter la pata, o lo que es lo mismo, no “meter la gamba”. Hemos, pues, de definir este nuevo término, como entrada en nuestro Diccionario Palmeño de la Parcelilla:

gamburro.

1 .m. sust. adj. Niño u hombre travieso y obstinado, que además se comporta como un animal de carga, por su tozudez, rudeza y modales poco refinados.

2. m. sust. adj. El anterior, si además, comparte el gusto por el marisco con personas de gustos más cultivados que él en las artes gastronómicas, demostrando su salida del mundo incivilizado.

3. m. sust. adj. colq. Todo lo anterior si se da entre familiares o amigos, convirtiéndose entonces en un epíteto cariñoso, entrañable y nada ofensivo, como solemos hacer los andaluces con algunos calificativos: "¡vente pa'cá, gamberro, gamburro!"

Veneno




Musicalmente siempre me he definido como rockero, pero no es solo este estilo el que me gusta. Folk, clásica, blues, jazz, country...desde que me inicié en el mundo musical, como oyente (mi experiencia como intérprete, aprendiendo guitarra fue desastrosa y frustrante) todos los ámbitos musicales han estado abiertos para integrarme en ellos con espíritu aprendiz y con ganas de disfrutarlo. Hasta el flamenco ha sido un mundo en el que he intentado bucear, aunque reconozco que sin éxito. Por mucho esfuerzo que le he dedicado asistiendo a la peña flamenca local (donde se come muy bien, por cierto), a recitales, a festivales (y macro-festivales, como los que se hacían hace años, de horas y horas de duración), a las jornadas culturales que organiza la Peña La Soleá, reconozco que no he conseguido una relación armoniosa con este arte grande. Sobre todo ahora que el fenómeno de los “flamenquitos” se ha puesto de moda entre los más jóvenes, gracias a grupos como Camela (esto siempre me recuerda los “tiempos salvajes” de los setenta y ochenta, con formaciones como Los Chichos, Los Chungutios y otros admirados por los “quinquis”) y nos invaden por todas partes, en radios, politonos, televisiones, etc.

Sin embargo un grupo, que unía flamenco y rock o blues, sí recuerdo que, cuando publicaron un disco antológico, me subyugaron, Veneno. Corría el año 1977, cuando los hermanos Rafael y Raimundo Amador, y Kiko Veneno sacaron este disco, del mismo nombre, que no vendió mucho, pero que luego se convirtió en un disco de culto. Yo estaba entonces estudiando en el instituto y un profesor mío, Salvador, el de literatura (un “penene” de los de entonces, llamados así por las siglas profesor no numerario, es decir, sin oposiciones, sin plaza fija, que tenía, además de mala fama por comunista, poca afición al jabón y a la higiene personal y doméstica, por considerarla un “vicio burgués”) nos descubrió a un grupo de alumnos interesados por la música el disco de marras. Como eran los tiempos de la Transición, cualquier transgresión era bienvenida y este disco medio flamenco, medio pop-rock era pura transgresión musical, algo subversivo.


Es de lo poco de flamenco que me ha calado, aunque muchos puristas dirán que tiene poco de flamenco. Y tal vez sea así, me da igual. Su música desenfrenada, sus letras muy poéticas, absurdas, y también, de verdad, surrealistas, hacen de este disco una verdadera joya que no pude dejar de comprar. Su portada, una tableta de chocolate (de la que se fuma) con la palabra Veneno impresa. Para saber del origen de esta portada ver en El Mundano el post  Raimundo Amador en Las Vistillas, sobre todo el comentario cuarto, respuesta a uno  mío. (Aquí reproduzco la portada original, censurada, junto a la que se publicó, vistas en El gato andaluz). Temas como Aparta el corazón de las mangueras, San José de Arimatea (me encantaba aquello de que ayunara “para ver nuevos colores al sol”, o de que bajaran “por el monte turbas evangelizantes que habían hallado el camino de la salvación”) o ese himno a la libertad de expresión, No pido mucho:

“No pido mucho
poder hablar sin cambiar la voz
caminar sin muletas
hacer el amor sin que haya que pedir permiso
escribir en un papel sin rayas.

O bien si parece demasiado
escribir sin tener que cambiar la voz
caminar sin rayas
hablar sin que haya que pedir permiso
hacer el amor sin muletas.

O bien si parece demasiado
hacer el amor sin que haya que cambiar la voz
escribir sin muletas
caminar sin que haya que pedir permiso
hablar sin rayas.

O bien si parece demasiado…“

Humilde, pero rotundo, fueron letras que aprendí con pasión. Pero otra letra, aun más simple y cachonda me llamó la atención. Y fue por su título: Canción antinacionalista zamorana.

“El calor me mata,
la lluvia me pervierte,
cuando nieva en Sevilla
me gusta verte.

El humo me ciega,
las nubes me levantan,
y sólo me consuela
la virgen de la estampa.

Los dulces me atan,
el ruido me alimenta,
no me sirve el paraguas
cuando viene la tormenta.

Las moscas me pueden,
gatos me hieren,
los niños me pintan
en las paredes.

Los guardias me advierten,
las monjas me arrugan,
me entran las ganas de mear
cuando sale la luna.” 

Cuanta imaginación y cuanto sentido poético, amén de ganas de cachondeo con Sevilla y la Iglesia, los cantos infantiles. Era genial. ¿Y el título?. Un homenaje a Agustín García Calvo y a aquel experimento ácrata y quimérico que se llamó la Comuna Antinacionalista Zamorana, fundada a raíz del Manifiesto escrito en París entre diciembre de 1969 y febrero de 1970 por zamoranos represaliados por Franco. Diversión, transgresión, revolución, arte y política en íntima unión para hacer un mundo mejor y más libre, no solo una muestra más de frivolidad, como podía perecer a simple vista. Este disco entroncaba con la generación de artistas anteriores a la guerra civil y nos situaba en el trampolín hacia la libertad, por medio de la intelectualidad contemporánea. Todo un homenaje merecido hoy, más de treinta años después de ver la luz. 


sábado, 15 de agosto de 2009

La tortilla de patatas

Mi hermano Roberto, de pequeño, decía que “el hombre más inteligente del mundo fue el que inventó la cama y la tortilla de patatas”. No hay que ser un lince para comprender semejante pensamiento hedonista. La cama, como el lugar ideal para permanecer descansando. La tortilla, ese manjar increíblemente exquisito, por su sencillez de ingredientes, que tiene tantos seguidores. Estoy de acuerdo, a pesar de que también sea el motivo de discrepancia entre muchos de sus admiradores, por sus diferentes variedades. Pero, hoy me refiero, al hacer este pequeño homenaje, a la tortilla tradicional, la básica, la de papas, la tortilla española.

Curiosas las denominaciones. Llamamos tortilla francesa a la tortilla hecha con huevo batido, preparada en una sartén con aceite o mantequilla. Sin embargo no es de origen francés, sino español y nació durante la Guerra de la Independencia, por la escasez de alimentos, pero por ironía se le colocó el adjetivo “francesa”, en venganza a las agresiones del ejército napoleónico. La tortilla española es la que se hace con huevo, sal, aceite y patatas, y todos sabemos que la patata o papa es un producto importado en su origen de América, como otros productos de allí, que ahora forman parte esencial de la llamada cocina mediterránea, por ejemplo, el tomate o el pimiento.. Es más, la palabra “tortilla” la copian de las que hacían de maíz en América central. La patata se usó al principio en Europa como planta ornamental, hasta que las carencias obligaron a usarla para la alimentación, sobre todo de enfermos y pobres. Y hoy día es un producto fundamental que se extendió en la cocina, sobre todo en el siglo XX.

Receta:

  • Mientras ponemos abundante aceite de oliva a la sartén iremos cortando las patatas o papas a trocitos bien finos.

  • Las pondremos en la sartén cuando el aceite esté bien caliente (nunca debe humear).

  • Añadiremos un poco de sal y cuando estén (no fritas, para que quede jugosa) las sacamos y escurrimos. Se puede utilizar un papel de cocina o un colador.

  • Batimos bien los huevos, con una pizca de sal, añadimos las patatas ya fritas y mezclamos bien.

  • Retiramos el aceite sobrante de la sartén (se puede reutilizar una segunda vez) y la volvemos a poner al fuego (normalmente solo con la fina capita de aceite que ha quedado en la sartén suele ser suficiente). En caso de que la sartén sea vieja hay que poner más aceite, un chorrito, ya que sino tiende a engancharse la tortilla de patatas.

  • Cuando la sartén este bien caliente echamos la mezcla de huevo y patatas.

  • En el momento que vemos que ya está hecha o cuajada, por debajo, le daremos la vuelta con un plato plano o una tapadera. Ese es el punto clave ya que si no tenemos práctica puede terminar la tortilla de patatas en el suelo.

  • Podemos darle un par de vueltas hasta que quede bien hecha por ambos lados.

Variedades hay muchas, tantas que periódicamente vemos discusiones en los medios de comunicación sobre cual es la mejor tortilla de patatas (sobre todo en verano, que hay menos noticias). Hay quienes la prefieren también con cebolla (a mí no me gusta), o le echan pimientos, chorizo, atún, queso, panceta, jamón, otras verduras....Se come caliente o fría, sola o acompañada de alguna salsa (mayonesa, ali oli...). Hasta como tapa, el famoso pincho de tortilla, o en bocadillo (ideal en nuestra infancia para ir de excursión). Vamos que es más apañada que un jarrillo de lata.

Me encanta este plato, pero no soy bueno haciéndola. Lo siento, por eso he escogido la receta de un profesional de la salud. A mi señora le salen muy bien. Hoy le he ayudado a hacerla, ella usa una “mandolina” de esas que se emplean en cocina para cortar en pequeños trozos verduras o patatas (así salen los trozos de papa más pequeños y se mezclan mejor) y la fríe a fuego muy lento. Porque sí, nadie negará que es un plato muy saludable. Sobre todo si hacemos caso a mi hermano y lo acompañamos luego de un buen descanso. Mi conclusión es que mi hermano tenía razón y habría que hacer una minuciosa investigación para averiguar quién fue ese hombre tan inteligente, tan sabio, aunque sean varios. Se merece un premio. Buen provecho y descansen luego.


viernes, 14 de agosto de 2009

A los nacidos antes de 1975

Esto lo he recibido por correo electrónico. No se sabe quién lo elaboró, pero es un éxito en la red. Antes me lo habían mandado en forma de proyección de diapositivas y lo había reenviado, como no, a mis familiares y amigos y amigas, cuyos datos personales relativos al nacimiento coincidían con el enunciado. Todo el mundo queda encantado, porque todos recuerdan algo, si no todo, de lo que se dice. Y es verdad. Antes, cuando éramos niños, "vivíamos peligrosamente". Y no nos pasó nada malo, nada que no nos haya impedido vivir y defendernos en el mundo actual. Pienso, además, que todos estos "inconvenientes" y "atrasos" que aparecen en el vídeo nos hicieron más listos, más hábiles, más fuertes, más autónomos, más solidarios, mejores. Se están perdiendo mucho nuestros parientes y amigos menores.


jueves, 13 de agosto de 2009

San Virila y la teoría de la relatividad


Me encantó la visita al Monasterio de San Salvador de Leyre, enclavado en la sierra de Errando, en Navarra. Un paisaje maravilloso, junto al embalse de Yesa. De estilo románico, destaca por su carácter rudo, primitivo, tosco, que denotaba los primeros vestigios del románico recién introducido en la península por el Camino de Santiago. La cripta impresiona por sus pilares o columnas pequeñas, coronadas por enormes capiteles, sosteniendo arcos robustos en piedra impregnada de rojizo óxido, y también por sus gruesos muros, que, según nos dijeron, no albergaron tumbas de ninguna clase, a pesar de su nombre. La iglesia, llamada ahora de Santa María (un invento moderno para justificar que se imponga el nombre de Leyre a las mujeres, pues “nunca hubo allí aparición de la virgen”), con diversos momentos constructivos, empezando en románico y rematando la techumbre en gótico, con sus naves claramente asimétricas, a las que adosaron otra que encerró en el interior una portada lateral (con un crismón jacobeo). En esta iglesia reposan los restos de los primeros reyes de Navarra. Y su entrada principal, la Porta Speciosa, rematada por un magnífico tímpano decorado, muy del estilo románico donde se suceden figuras de temática bíblica.
Antes de pasar de la cripta a la iglesia tuvimos que transitar por delante de una galería que comunicaba a ésta con la residencia de los monjes y que éstos usaban para salir: el túnel de San Virila. Y nos contaron la leyenda de este monje, que en síntesis es así:
Virila, abad del monasterio, era un monje muy preocupado por cómo sería la eternidad. Virila pedía en sus oraciones la clave de la comprensión de este misterio. Un día, paseando por los alrededores del convento, llegó a una fuente y se paró a descansar. Pero el canto de un ruiseñor lo cautivó y allí se quedó Virila escuchándolo absorto. Luego volvió al monasterio. Al llegar le impidieron entrar ya que no le reconocían. Virila tampoco reconoció a los monjes, que incluso vestían hábitos diferentes al suyo, pero le dejaron pasar, tras identificarse. Ellos sabían de la existencia de un antiguo abad llamado así y que había desaparecido en el bosque, pero eso fue ¡trescientos años antes!. Estando todos los monjes juntos en el interior, se abrió la techumbre y una voz se dirigió a Virila diciéndole: "si tan pronto te pasaron los trescientos años escuchando el canto de un ruiseñor, imagina cómo pasará el tiempo en compañía del Altísimo". De esta forma Virila comprendió el misterio de la eternidad.
Esta leyenda me conmovió. Me sonaba de algo, me era familiar. Y pensé que algún origen tendría relacionado con leyendas más antiguas en las que basarse, introducidas tal vez por los peregrinos del Camino de Santiago. Me puse a investigar. Ese personaje que se queda ensimismado, o dormido y vuelve a un tiempo posterior, que viaja en el tiempo sin saberlo está presente en diversos relatos. Coincide, al menos, con dos obras literarias, que recuerde. Rip Van Winkle un cuento corto de Washington Irving, donde un aldeano se queda dormido a la sombra de un árbol, antes de empezar la guerra de independencia de Estados Unidos, y vuelve 20 años después, creyendo que no ha pasado el tiempo, confundido, y ya en un mundo completamente distinto. Y también con el relato de una de las Cantigas de Santa María, de Alfonso X el sabio, la cantiga CIII, donde se cuenta esta historia del monje y el “pajarillo”, encarnada en otro monje, el gallego Ero de Armenteira.
Pero el núcleo de los hechos, con uno u otro personaje protagonista, es de raíz muy anterior, celta, como pensaba. Esto es lo que le ocurre a Oisín (Ossian), que es visitado por una muchacha que se llamaba Niamh, y era la hija del rey de Tír na nÓg, la tierra de la juventud. Se casa con ella y se van a vivir allí, pero siente nostalgia de su tierra y decide volver. Su mujer se lo permite y le presta un caballo del que le advierte que no puede bajarse. Al llegar se encuentra el país en el caos y la ruina. Pregunta y entonces comprende que han pasado más de trescientos años, y él no se ha dado cuenta. Para su desgracia se cae del caballo y envejece rápidamente, muriendo en el lugar, como le pasó a Virila, al conocer por la voz divina el secreto de la eternidad. Este relato, con diversas variaciones, pero con motivación similar, se repite en la literatura llamada celta, como vemos, por ejemplo, en los Mabinogion irlandeses.
Recuerdo también otros casos de este anhelado viaje en el tiempo, más modernos. Películas como El planeta de los simios, donde los protagonistas vuelven sin saberlo a la Tierra, tras un viaje espacial, en un futuro muy lejano (aunque ellos creían próximo) donde los seres humanos son siervos de animales. U otras como La máquina del tiempo, basadas en la novela de H.G. Wells, uno de los considerados padre de la ciencia-ficción. Y series televisivas como El túnel del tiempo, donde curiosamente la forma del túnel en espiral, recuerda al túnel de Virila, en el monasterio de Leyre.
En el caso de Virila se produce un ensimismamiento que recuerda a la meditación de los budistas. De algunos de sus monjes, o lamas, se cuenta que se pueden trasladar, a través de la meditación, por el tiempo y el espacio sin abandonar el lugar (esto que viven es algo semejante a“viajes astrales”, del esoterismo. También aquí “se rompe la barrera del tiempo”, se nos dice). Las salmodias y el canto del pájaro, junto al susurrar de las aguas de la fuente, tienen un poderoso ritmo similar que ayuda a la concentración. Un común denominador en las leyendas que comentamos es la presencia del agua. Virila se “duerme”, con el canto del pájarillo, y junto a una fuente. Otras fuentes, con el susurro del agua, que sirve de efecto hipnótico, para entrar en trance, aparecen en multitud de relatos. Incluso la tierra de la eterna juventud (Tír na nÓg), Ávalon (la isla de las manzanas, el reino de las hadas) y otros lugares mágicos de la cultura occidental están junto al agua o dentro del agua: manantiales, fuentes, son islas en mares vivos y misteriosos...Eso me recuerda lo que escribí hace tiempo sobre la Ermita y la fuente de Belén, en mi post El cerro mágico y la ninfa. El agua, como un elemento esencial del mundo, se convierte en sustancia reactiva para el milagro del tiempo. El agua, que tan necesaria es, y que buscamos porfiadamente en todas partes, para calmar nuestra sed y el calor, se nos presenta también como una poderosa “máquina del tiempo”.
Ahora bien, ¿por qué el título del post?. Estas historias nos cuentan hechos que encierran una tesis: el concepto del tiempo es algo relativo. El tiempo para el abad Virila discurre a otra velocidad que para los demás mortales. Se produce un viaje en el tiempo, de esos que tanto ha buscado el ser humano a lo largo de su devenir, para conocer el futuro, para vivir experiencias diferentes, buscando la inmortalidad, tal vez. Y la forma se repite, como una especie de alteración de la conciencia (que lleva a la confusión) del personaje que la vive.
Y aquí surge, creo, la relación con la teoría de la relatividad especial de Albert Einstein. Dicha teoría postula que la medida del tiempo no es absoluta, y que, dados dos observadores, el tiempo medido entre dos eventos por estos observadores, en general, no coincide, sino que la diferente medida de tiempos depende del estado de movimiento relativo entre ellos. Así, en la teoría de la relatividad, las medidas de tiempo y espacio son relativas, y no absolutas, ya que dependen del estado de movimiento del observador.
Virila y los demás “viajeros en el tiempo”, unos porque se mueven a un lugar diferente, y otros (como el abad) porque no se mueven y el resto del mundo que le rodea sí sigue su curso, no envejecen a la misma velocidad que los demás, con los que no están en contacto. Y cuando se vuelven a relacionar, cuando el “viajero del tiempo” se interna de nuevo en su mundo de origen, es cuando aprecian el diferente transcurrir del tiempo. Vemos formulada aquí, de forma, eso sí, literaria y espiritual, no científica, esta teoría, que según comprendemos, ya se podía intuir por nuestros antepasados. O eso me parece a mí, aunque no lo sea, aunque solo pueda ser una hermosa historia que poder contar a la luz del fuego o bañados por luz de la Luna en una apacible noche de verano.