sábado, 31 de mayo de 2008

Reino de los cielos

En febrero de 2004 Palma del Río se llenó de templarios, cruzados, monjes, nobles, árabes...El Palacio de los Portocarrero se convirtió en escenario para la película de Ridley Scott "El reino de los cielos" (The Kingdom of Heaven). Durante unos días compartimos con Sevilla y Loarre (Huesca) el rodaje en España de este film. Mucho he recordado cuando en noviembre del año anterior nos vimos en el Ayuntamiento el concejal de seguridad, la concejala de cultura y yo mismo con un señor con boina (el encargado por la productora contratada en España para buscar localizaciones) que nos contó los planes de rodaje. Al salir de la reunión no salíamos del asombro, pensando si no era una tomadura de pelo para sacar dinero. Cuando el mes siguiente empezaron los "castings" comprobamos que iba en serio. Fueron muchos los "extras" que contrataron y también el dinero que se quedó en nuestra localidad. El despliegue de medios era apabullante. Necesitaban de todo y todo lo buscaron aquí, salvo los actores y su equipo de rodaje.
Ver a actores de la talla de Orlando Bloom (Légolas en "El señor de los anillos") o Liam Neeson (con multitud de películas a sus espaldas, un cachondo enamorado del flamenco y vino de rioja) fue una pasada. O compartir unos minutos con el adusto Ridley Scott, concentrado en su trabajo. La actriz Eva Green, al ser menos conocida entonces, pasó desapercibida por nuestras calles. Y por unos días la afluencia de visitantes aumentó considerablemente. Recuerdo a un hijo de la Duquesa de Alba y, especialmente, a los Duques de Lugo, la infanta Elena y Marichalar (todavía juntos). También vinieron muchos cordobeses. El director tenía mucho interés en rodar en la Mezquita de Córdoba, pero el cabildo le negó el permiso, a pesar de los intentos y mediaciones (entre ellas, la de la alcaldesa Rosa Aguilar, y la de la entonces Ministra de Cultura Carmen Calvo). Otro motivo de resquemor entre palmeños y capitalinos: nosotros sí tuvimos rodaje.
El palacio de los Portocarrero sale varias veces en la película. Unas veces como Mesina (en Italia), donde la escena en que muere el padre del protagonista, después de nombrarle caballero, y otras veces como Jerusalem. Diversas estancias y patios sirvieron, e incluso la placita de entrada donde instalaron un decorado para un zoco, desde el que entra la protagonista para encontrarse por primera vez con el herrero-guerrero.
La película no tuvo el éxito que se suponía a una superproducción del afamado director. Quizás por no dejar en buen lugar ni a musulmanes ni a cristianos, luchando aún por la supremacía. Tal vez eso fue lo que movió al clero cordobés a negar el permiso de rodaje. Y tal vez la escasa promocíon, por ser de argumento incómodo a una industria holiwoodiense, condicionada por la situación de Oriente Medio y la guerra de Iraq. No obstante, para nosotros, esa película si pasó a la historia, la nuestra. Y ojalá se repita.


3 comentarios:

Euphorbia dijo...

Como nos engañan en el cine (lo digo por lo del palacio) pero esa es su magia, hacerte creer lo que ellos quieran que tú creas. Es realmente un arte.
Por cierto, que majo estaba Orlando Blomm de Legolas...

Aprendiz de Mucho dijo...

JODER QUE SUERTE.
Por cierto, ¿Palma del Rio no tendrá nada que ver con Villar del Rio, no?. jeje.
Wellcome Mr. Marshall.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Euphorbia, sí que es arte. Que cambien de patio y ¡magia! cambian de país y continente...Cosas del cine. Y eso que no es la mejor película del director de Gladiator, por ejemplo.

Aprendiz, nada que ver. Eso de la peli fue anecdótico y porque al "señorito" se le ocurrió mandar fotos de su "casita" a la productora por si sonaba la flauta. Sí se pareció a lo de Berlanga en que vinieron "volando" y se fueron. Pero no engañaron a nadie. ¡Y lo que nos divertimos!