viernes, 25 de julio de 2008

Paradojas de la justicia

Por mucho que uno lleve vivido desde que empezó a tener contacto con el mundo jurídico y tras conocer de todo, estas dos noticias que he visto hoy en el mismo periódico no dejan de asombrarme, e indignarme.
Les piden tres años por copiar un temario
El fiscal los acusa de descubrimiento y revelación de secretos.
25/07/2008 M.R.
Una pareja se enfrenta a tres años de prisión por copiar de un ordenador un temario de oposiciones, considerando el fiscal que se trata de un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
El condenado por la muerte de las dos niñas pide el indulto
25/07/2008 EUROPA PRESS A.ESPEJO
El condenado a dos años y medio de prisión, Bartolomé García Cañete, por la intoxicación y muerte de dos niñas de Posadas en noviembre de 2006 mediante sentencia firme de la Audiencia Provincial, al no poder ser ésta recurrida por un tribunal ordinario, ha solicitado un indulto parcial, de rebaja de seis meses en la pena de cárcel, para así evitar su ingreso en prisión.
Sí, una persona es condenada a dos años y medio por causar la muerte de dos niñas de la localidad cercana de Posadas, usando un veneno prohibido para uso doméstico y siendo profesional de productos fitosanitarios. Otras dos piratean un temario de exámenes de un ordenador y el fiscal les pider 3 años de cárcel. Y uno se pregunta, ¿el señor fiscal conoce el otro caso (el de las niñas)?. ¿Como se puede pedir tres años por eso cuando se condena a 2,5 por dos muertes?. La vida de esas dos niñas solo valen un año y tres meses para la justicia, y un temario de oposiciones tres. ¿Esto es justo?.
El fiscal del caso del ordenador cree más importante la revelación de secretos que dos vidas humanas, parece, y aplica la agravante de abuso de confianza. Como confianza tenían las niñas que estaban tan tranquilas en su casa sin pensar que un veneno se iba a colar desde la casa de al lado, causándoles la muerte. Pero la justicia parece que cree más importante un documento informático y de mayor protección la oposición que estaba preparándose el pianista. Si tenemos en cuenta que la sentencia del caso de las niñas es en segunda instancia (la primera consideró una simple falta el hecho, castigado con multa) agravando la calificación y la pena, la paradoja es mayor. Parece que los delitos informáticos son más graves que los que atentan contra algo tan vulgar y antiguo como la vida humana. El pianista, si se quedó sin aprobar la oposición, puede presentarse a otras, hasta que lo consiga, aunque los piratas también la ganasen a costa de su trabajo de preparar apuntes. Sin embargo, las niñas ya no podrán presentarse a ningún examen más...Y a esto seguimos llamándole administrar justicia. ¡No hay derecho!

4 comentarios:

La sonrisa de Hiperion dijo...

Tienes cojones la justicia, lo mismo nos da por mandar al tercer un tortilla de papas con los dos huevos del jues garzón, que nos dá arcadas!
Saludos

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

El tercer poder del estado subido a su torre de cristal e instalado en su autocomplacencia, aislado de la realidad, hasta de su propia realidad. Saludos.

Aprendiz de Mucho dijo...

Ya me habeis puesto de mala leche.
Este tema de la injusta justicia, me va a perseguir toda la semana.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Lo siento, Aprendiz. Un saludo para darnos ánimo.