martes, 2 de septiembre de 2008

El coño (de) la Páez

Esta expresión sicalíptica la hemos oído mucho antaño en Palma. Surgió de nuevo en las conversaciones de la parcelilla, acerca del lenguaje palmeño original, como algo muy llamativo (como todas las “maldades” eróticas). En mi niñez nos preguntábamos quién era esa señora Páez con un órgano sexual en boca de tanta gente (¡¡¡vaya, lo que me ha salido con las metáforas!!!), vamos, tan famoso. Recuerdo que yo tenía un compañero en el colegio llamado así y me daba vergüenza llamarle por su apellido ya que creía que lo estaba insultando soltando un taco de lo más enérgico.

Este giro tenía (y tiene) dos significados conceptuales diferentes, que yo sepa. Sirve, en primer lugar, para referirse a algo que está en un lugar muy lejano:

Ella: "¿Dónde dejaste el coche?"
Él: "Donde pude... ¡en el coño la Páez!"

Pero también se emplea como interjección impropia (como ¡venga!, ¡anda ya!, ¡por Dios!):

Uno: "¿Me prestas mil euros?"
Otro: "¿Qué dices?. ¡El coño la Páez!"

Si alguien tiene datos sobre la identidad de la susodicha señora, o del origen de esta expresión, será bien recibido en este humilde blog....y no le mandaremos al coño la Páez.

5 comentarios:

Aprendiz de Mucho dijo...

Jajajaja, Muy bueno. Recuerdos de mi parte a la Sra. Paez. ¿O tal vez debería decir señorita?.
Por aqui tenemos algo similar, suele utilizarse la expresión: En el quinto coño, para referirse a que algo esta muy lejos. ¿Porque el quinto y no el sexto o el septimo?. Vaya usted a saber. ¿Que pasó con los cuatro anteriores?. Pues más de lo mismo.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Por aquí decimos: Esto es el coño la Bernarda. Supongo que que la Páez y la Bernarda, trabajan en la misma esquina que la Magadala. verdad?
jjajaja
Saludos

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Aprendiz, cuando la conozca le daré saludos de tu parte. También conocía y se usa por aquí lo del quinto coño. Supongo que el ordinal se referirá al último deseado y no catado por algún presumido, lo que le hacía verlo demasiado lejos, de tan cansado.

Hiperión, trabajarían cuando en las esquinas y en las llamadas casas de tolerancia predominaba el producto nacional y vocacional, no esas dominicanas, colombianas y venezolanas traídas con engaños y forzadas que llenan los llamados clubs de carreteras o de los polígonos industriales. Aquí parece que todo tiempo pasado fue mejor.

Saludos a todos....y no os gastéis mucho. jejeje.

Anónimo dijo...

Y que me dices del coño la tía Frasquita.
En fin, hay tantos coños.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Oiga usted, don emaggo, que yo tengo una tía que se llama Frasquita...Así que entenderá que no lo emplee. No obstante, gracias por la ampliación de denominaciones vaginales. Ya se sabe, uno por cada espécimen de fémina.