viernes, 30 de noviembre de 2007

Pío Moa y el franquismo

“No condeno el franquismo porque de él y no del antifranquismo -- totalitario y terrorista en su mayoría--, de la paz y prosperidad legadas por el franquismo, han nacido la democracia y la monarquía constitucional que estos antifranquistas retrospectivos están echando abajo”

Pío Moa, 30 de Noviembre de 2007

Esto publica hoy el "historiador" (ex-terrorista del GRAPO) en su medio preferido (Libertad Digital, del ex-comunista maoista, Jiménez Losantos).

Como muchos de los izqu¡erdistas radicales de entonces (el franquismo y la transición), pensaba que solo ellos tenían la legitimidad para llamarse antifascistas. Algunos, como Moa, tomaron las armas creyéndose los únicos salvadores del pueblo, con una misión social y política , que les eximía de todo reproche y limitación legal y/o moral. De ahí que considere al antifranquismo como totalitario y terrorista (él sí lo era ¿y es?). Pero parece que su paso por la carcel (después de participar a martillazos en el primer atentado del GRAPO), le hizo ver la luz "liberal" y ahora lo tenemos defendiendo al régimen de Franco como lo mejor que nos ha podido pasar a los españoles.
Sostiene que es del propio franquismo de donde nade la democracia y la monarquía constitucional. ¡Miente!. Los intentos de apertura desde el régimen fueron boicoteados por sus propios gobernantes (Arias Navarro) y fueron varios los intentos de golpe de estado protagonizados por sus seguidores los que intentaron impedir la consolidación de la democracia. Estos mismo golpistas y nostálgicos, incluso, han considerado al rey "traidor" por no seguir el mandato del dictador, que lo nombró su sucesor creyendo dejar "todo atado y bien atado".
Es cierto que no se produjo la llamada "ruptura democrática" a la muerte de Franco, pero trás las elecciones de 1977 (elecciones no plenamente democráticas) se da el giro radical al régimen aprobándose la Constitución del 78, hoy vigente, con el consenso entre herederos "reconvertidos" del régimen anterior (Suárez, Martín Villa, Fraga...) y la oposición democrática legalizada (muchos grupos extremistas de izquierda tuvieron que presentarse en candidaturas ad hoc, ya que sus partidos no eran legales entonces, y no participaron del proceso). Es entonces cuando creo que se puede hablar de un régimen democrático y de una monarquía constitucional, surgidos del consenso.
Y ya estamos en otro régimen, el franquismo como tal ha muerto y queda reducido a una minoría que añora al dictador, donde podemos encuadrar, curiosamente, al Sr. Moa y a todos los escuadrones de modernos "liberales" que forman el sector más derechista que apoya la Partido Popular.

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