El 10 de agosto de 2004, en la librería Luque, de Córdoba, un empleado medio canturreaba, al cogerme el libro que yo acababa de escoger, para cobrármelo, "ooootro Código da Vinciiii". LLevaba ya tiempo siendo el libro de moda, el best seller. Lo dejé a mano para leerlo en vacaciones, pero, como muchas veces me pasa, me dio mala espina eso de estar de moda (hay libros que no he leído porque eran lecturas demasiado comunes, como El principito, por ejemplo). Como las reseñas que se publicaban me desvelaron el tema de fondo (y de la forma muchas decían "pestes"), y como ya había leído mucho sobre los asuntos que se le relacionan, me decidí a comprar los libros fundamentales en que Dan Brown se ha basado : El enigma sagrado y El legado mesiánico, ambos de Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln. Me los he zampado sin descanso, pero "El Código" no lo he llegado a abrir (sí he visto la película de Tom Hanks). Creo que no lo llegaré a leer, pero el trasfondo si dará para que publique algunas entradas sobre la "tesis" que "defiende". Y serán varias y "jugosas".
hombre como novela la deberias de leer que es entretenida y engancha, ahora bien, yo creo que sobre los simbolos le podias dar una lección a Braun; igual que aquel dia al ministro.
ResponderEliminarTambién algún día comentaré lo de los símbolos del Ministro Michelangelo di Moratini
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