Hoy empieza el 11 congreso del PSOE de Andalucía. Hasta el domingo durará este encuentro, como la cita anterior, el congreso federal. Ya haré mi valoración cuando llegue la hora. Pero hoy quisiera expresar algunas consideraciones previas.
Primero, la posibilidad de que mi paisano, amigo, compañero, y anterior miembro de la corporación local palmeña y diputación provincial de Córdoba, Rafael Velasco, pase a ocupar la secretaría de organización regional.
Segundo, me alegro de que la propia ejecutiva regional se rectifique y plantee una nueva redacción de la ponencia marco, modificando los textos en los que se incluía a Blas Infante como un referente ideológico del partido. Me indignó muchísimo el ver como se hacía a este ideólogo del nacionalismo andaluz parte del patrimonio político y moral del PSOE-A. El que se le reconociera como “padre de la patria andaluza” hace años por las instituciones andaluzas, no implica que su ideario lo convirtamos en parte del nuestro, siendo como somos un partido de izquierda. Nuestras fuentes políticas e ideológicas, nuestro origen y fin, son otros, están en la lucha obrera, la eliminación de las desigualdades generadas por el capitalismo, no en los mitos ancestrales de nostálgicos del dominio musulmán en nuestra tierra. De Blas Infante y su versión islamista del origen del regionalismo andaluz ya hablaré otro día, pero hoy era necesario aclarara cuestiones, importantes en un congreso como este.
Este aspecto cobra, además importancia, cuando se sugirió que este “vaivén ideológico” estaba motivado en el deseo de captar a los desencantados de los diferentes partidos andalucistas, sin referente tras el sonado fracaso electoral de las pasadas elecciones autonómicas, donde consiguieron el exitazo de quedar por primera vez fuera del Parlamento Andaluz. Es un error este planteamiento tactista, pues, como hemos podido comprobar, elección tras elección, la mayoría de este electorado ha optado alternativamente siempre por el PP, al ser más próximos sus planteamientos sociales, económicos y políticos. Además creo que es otro error poner ahora el acento en cuestiones de este tipo, máxime cuando otros partidos socialistas están creando problemas al Estado y al Gobierno de Zapatero, con su deseo de trato diferencial, como está haciendo el PSC, adelantándose al Ministerio de Hacienda en la publicación de las llamadas balanzas fiscales.
Por ahora puedo ser optimista respecto a este congreso. Espero no tener que comentarlo con decepción. Seguiremos informando.
Yo personalmente creo la política no se define en las barras de las tabernas. No quiero desmerecer a nadie, pero un partido nacional, de políticas nacionales, no creo, ni pienso, ni deseo, que se deba definir en congresos de este tipo. Una cosa diferente son los foros abiertos de discusión. Pero eso no se atreve en este país a llevarlo a cabo, ni el primero ni el último de los políticos.
ResponderEliminarSaludos
Estoy de acuerdo con lo que dices sobre Blas Infante y, además, de la poca utilidad incluso electoral de los andalucistas para el PSOE-A.
ResponderEliminarHiperión, ¿por qué dices que no se debe definir la política en congresos de este tipo?. ¿Crees que no son democráticos?. ¿Que el debate es encorsetado?
ResponderEliminarGeógrafo, lo que escribo lo sé por experiencia. En Palma del Río hay un partido andalucista fuerte (el secretario de organización anterior es concejal de aquí) por lo que los conozco bien. Algunos de sus miembros coincidieron conmigo en una asociación cultural en la transición, claramente de izquierdas, y así se definen todavia sus dirigentes locales, pero sus votantes y propuestas políticas son de derechas. Sacan resultados aceptables en las elecciones municipales (y el resultado del PP se resiente), pero en las otras es el PP el que tira de sus votos.