Ayer fuimos tarde al teatro, como iremos más tarde hoy. Obligaciones familiares impidieron ver la obra representada en el Teatro Coliseo (Renglones imaginarios, de los sevillanos Varuma Teatro), pero eso nos permitió asistir a otro espacio (no se le puede llamar sala), los jardines de la piscina del Hotel Monasterio de San Francisco.
Allí se representó la obra Swimming Swing, el Musical, de la compañía sevillana Sala Cero Teatro, repetición de la del martes anterior. Y se agradeció por su frescura, en el doble sentido: Obra cómica y desenvuelta, con argumento policiaco sencillo, interpretada alrededor y dentro de la piscina.
Un grupo teatral, desesperado por obtener financiación para su espectáculo acuático-musical, se ve envuelto en enredos de todo tipo al encotrar el cadáver de su director. El conjunto formado por el estanque rodeado del huerto del convento daba originalidad al montaje, y era de agradecer en una noche calurosa. Falló la disposición de la iluminación, que, al cubrir la mitad del depósito, nos obligó a una parte del público a estar siempre observando a un lado, donde se desarrolló la mayor parte de la acción. Bueno el elenco, que además de interpretar, cantó (casi siempre sin micrófono, ¡al aire libre!) numerosas piezas. Alguna actriz, excelente cantante. El baile y los movimientos en escena, dotados de grandes dosis de comicidad, se completó con las evoluciones acuáticas de las actrices, recordando el cine de los mejores tiempos del musical de Hollywood, en una parodia de Escuela de Sirenas, de la inolvidable Esther Williams. Había todo tipo de personajes, al más puro estilo cómico: la ingenua, la entrenadora autoritaria (casi nazi), la diva del espectáculo, las gemelas ex-monjas (absolutamente diferentes), la criada negra, el chulo-piscinas, el rico francés al que sacaron la pasta y el comisario al que enredan en la compañía, al morir el director (un muñeco hinchable). Un espectáculo completo para pasar una noche fresca y divertida, solo reproducible en recintos similares para la temporada veraniega. Gustó, por supuesto.
Gracias por la entrada, me alegro que te gustara.
ResponderEliminarSaludos del Inspector
¿El inspector de la obra?. Vaya, menos mal que he hecho una buana crítica, si no me detendrías, ¿no?. Vale, es broma.
ResponderEliminarYo también me alegro de que visiten mi blog nuevos amigos. Y que sea para bien. Efectivamente, me gustó, pasamos una buena y divertida noche. Seguid así.
Saludos.
Hola! Soy una de las sirenas.
ResponderEliminarMe ha encantado encontrarme con tu blog. Muchas gracias!
(la ingenua)
Magnífico, a este paso se ven por aquí todos los componentes de la compañía.
ResponderEliminarMe alegro, como decía en el anterior comentario al inspector. Y me alegro que te guste el blog. ¡Ánimo con las representaciones!. Seguid alegrándonos la noche con vuestro buen hacer.
Gracias.
Bueno, pues venga, aquí va otra sirena más que se une a los comentarios!!! Para que no digas, jajjaa. Gracias por tu apoyo.
ResponderEliminarBesos frrríosss desde los Montes Urrraleees
Froylen Látiguen
Ya quedan menos sirenas por pasar por aquí. Muchas gracias. Y a seguir divirtiéndonos con vuestro espectáculo. Por cierto, el fresquito de los Urrraleeees nos viene muy bien en estas fechas con estos calores del verano. Besos.
ResponderEliminarUyyyyy!!! Aqui está otra sirenita!!!! Me alegro que hayas disfrutado con el musical. Yo tengo ya unas ganas... que llegue el veranito!!!! Ummmm me voy a nadar.
ResponderEliminarCon cariño de Lola... o soy Pepa?
La gemela pequeña jejeje
BESOS
Vaya todavía siguen apareciendo sirenas en estas fechas, a pesar del frío invierno. Que os vaya bien en la nueva temporada. Un beso Lola ¿o Pepa?
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