Hace unos días uno de los contertulios de la Cadena SER, en el programa de Carles Francino, dijo que alguien no decía la verdad sobre el caso de espionaje de Madrid, ya que Esperanza Aguirre lo había negado todo, desde el primer momento. De modo que el asunto se debía saldar con la dimisión de alguno de los dos, o el redactor del periódico El País, o la misma Esperanza Aguirre. A raíz de lo publicado, día tras día, por este periódico, por otros medios, de la actuación de la justicia y de lo que se ha dicho de un lado o de otro, está cada vez más claro que el Watergate madrileño puede saldarse con una salida en helicóptero, como la de Nixon, tras conocerse la verdad, de la lideresa “homóloga” del presidente americano, la que negó la existencia del caso (“¿Por qué hacen ustedes caso a El País?”).
Eso sí, esperando que no termine el viaje como aquel del año 2005, con tan "precipitado desenlace", que ha llevado al simpar Losantos a calificar de intento de “asesinato” el hecho, acusando a uno de los espiados, el ex consejero Prada ("se le adjudicó el intento de grabar, seguir, etcétera, a parte de intentar asesinar, bueno, provocar con su incuria, un accidente que pudo acabar en el cementerio con Esperanza Aguirre y Rajoy.”), de causar el dichoso accidente.
También está claro que en el interior del PP huele a podrido. Y que Rajoy tiene un serio problema.
Hola amigo:
ResponderEliminarGracias por el enlace.
Por cierto, el RSS ya no funciona (igual es temporal)
De nada Adrian, me pareció interesante tu aportación "personal" al caso del embrollo de los espías madrileños. jajaja!
ResponderEliminarParece que es así, a mí también me da error el RSS. Intentaré averiguar qué pasa, aunque reconozco que no soy muy ducho en estas cuestiones. Gracias por el aviso, saludos.