El fin de semana pasado fue frío aquí, como en muchas zonas de España. Las previsiones así lo anunciaban. El viernes se notó la bajada de temperaturas progresivamente, pues mientras avanzaba el día, el frío se hizo notar cada vez más. Eso era lo que toda la gente que venía de la calle te comentaba. Palabra común de todas las conversaciones: frío. Por la mañana estuvo despejado. Yo mismo me llevé las gafas de sol para conducir, pero pasado mediodía, entrando la tarde, las nubes hicieron acto de presencia, y con ellas la lluvia.
Sobre las tres y media de la tarde me llamó Ana, mi mujer y me anunció la noticia: estaba nevando. No me lo creí. Hacía algún tiempo que oía llover en el patio trasero del despacho. Y eso le contesté: "no, está lloviendo". Ella me corrigió, nevaba, poco, pero lo hacía. Me asomé a una ventana y vi algún copo de nieve entre las gotas de lluvia. Entonces salí al pasillo y comprobé en el patio central del ayuntamiento como la nieve y la lluvia caían sobre el suelo. Me salí a la puerta de la calle. Comprobé que era cierto: nevaba, débilmente, sí, al mismo tiempo que llovía, sí, pero nevaba. Copos de nieve de diversos tamaños revoloteaban el aire sorteando las gotas de la lluvia, y se fundían en el agua depositada en el suelo, impidiéndoles cuajar. Lo grabé con el teléfono móvil, y, aunque no sea de buena calidad la imagen, se pueden apreciar los copos.
Cuando cogí el coche vi como algunos parabrisas y los capós de otros vehículos tenían algo de nieve acumulada, mientras seguía la precipitación, como se puede apreciar en las imágenes. Durante el trayecto de vuelta a casa no paró de caer la nieve, pero ya más fina, cesando algo después. Los coches con los que me cruzaba o a los que seguía mostraban un tenue manto de blancura, casi transparente, aunque sólida. Fue poco tiempo, pero por segunda vez en este año, la nieve hizo de Palma del Río un lugar especial.
Yo juraría haber visto esta mañana algún tímido copo de nieve arrastrado por el viento en El Puerto de Santa María, aquí si que sería histórico que nevara, creo que ni se recuerda.
ResponderEliminarUn saludo amigo.
Y aquí también es histórico. Tengo 48 años y he visto la nieve en Palma solo tres veces, en 2006, la primera. Y dos han sido este año, en enero y ahora en febrero. Aquí lo que hace habitualmente es mucho calor en verano y mucha humedad en invierno. El frío solo venía cuando las nubes se iban, así que no podía nevar. Por eso la rachilla de este año es alucinante. Claro que es una jartá de agua la que nos está cayendo. También el el golfo de Cádiz se están pasando tres pueblos las borrascas, ¿no?.
ResponderEliminarUn saludo, amigo.