Sillares antiguos, muros gruesos hasta el apilamiento, escarpados como cuchillos. El paso del tiempo sedimentado en yesos, esquirlas e insectos muertos de cárcel y falta de claridad. El hierro oxidado impide el paso, ¿hacia adentro?, ¿hacia afuera?. La luz se cuela, infringiendo el castigo impuesto. La razón se impone a la oscuridad de la superstición, de la obediencia, al corsé del hábito y el uniforme. La libertad es verde, y el color asoma, a pesar de las telarañas de la monotonía. Afuera hay esperanza. Pasión por la libertad.
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