miércoles, 19 de mayo de 2010

Duran i Lleida contra el PER

Duran (CiU) pide reflexionar sobre el gasto del PER en plena crisis

El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran (UDC), defendió hoy la necesidad de "reflexionar serenamente, sin que nadie se ponga nervioso, sobre lo que significa el gasto del PER" y criticó que en Andalucía y Extremadura se hayan reducido de 35 a 20 los días necesarios para cobrar este subsidio porque considera en plena crisis esto "no tiene sentido".
Europa press

Este señor tiene desde hace bastante tiempo buena imagen de moderación, de sensatez, del seny catalán, en casi toda España, pero, como cualquier ser humano, puede meter la pata. Hoy lo ha hecho, considerando a Andalucía y Extremadura regiones subsidiadas y subvencionadas. Sigue el tópico que la derecha emplea de vez en cuando contra nosotros, como lo hizo insultántemente Esperanza Aguirre cuando dijo lo de "pitas pitas". Demuestra su ignorancia y además da lugar a agravios comparativos: ¿pediría la supresión del seguro de desempleo para los trabajadores industriales que han perdido el trabajo en su región?. Seguro que no. Hoy este señor ha dejado la moderación tradicional catalana por los suelos. Porque ellos también se equivocan, ¿no?. ¡Rectifique, hombre!


(Imagen curiosa, en inglés shit significa "mierda")

8 comentarios:

  1. El victimismo catalán, son los más beneficiados de esto que llamamos España, ¿o acaso se creen que su industria vende en Francia o Alemania?, y no paran de quejarse porque al ser más ricos pagan más. Igual si Cataluña hubiera sido francesa en Andalucía se hubiera desarrollado más la industria.

    Un saludo.

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  2. Bueno, Quinto Forajido, no sé si hubiese pasado eso que dices en caso de que Cataluña hubiera sido francesa. El problema andaluz es que la burguesía de nuestra tierra siempre prefirió invertir fuera de aquí y nos consideraba su granero o su finca para retozar. Eso se sigue notando en sus herederos peperos. El que alguien tan moderado como Duran se apunte al carro del victimismo, del tópico andaluz preferido por la derechona o del insulto de considerarnos unos paniaguados con el voto comprado por el PER es lo preocupante, ahora que las medidas anti-crisis se vuelven cada vez más duras. Es de una ignorancia supina considerar que el PER es perjudicial para las cuentas públicas, cuando la población rural en Andalucía y Extremadura ha disminuido mucho, y porque los costes para el Estado son incomparablemente menores que los que suponen otras medidas paliativas que afectan a otras comunidades.

    Un saludo.

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  3. Que razon tienes Schevi.
    La diferencia entre la burguesía catalana y la andaluza es que mientras la primera hace bandera a su país o comunidad, para la segunda, su comunidad es su cortijo y coto de caza particular, que para vivir ya está Madrid, Villa y Corte.
    De todos modos, Durán es moderado hasta que se quita el disfraz como todos los de derechas.
    salut

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  4. Aprendiz, ayer se quitó la careta o el disfraz. Saludos.

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  5. De acuerdo con vuestros comentarios; creo, sin embargo, que son bastante moderados.
    En mi modesta opinión, la inquina contra el mal llamado “PER andaluz” muestra dos sentimientos arraigados en el alma española: menosprecio y envidia.
    El menosprecio hacia nuestra tierra viene de antiguo, en tanto que la envidia tiene su origen en los cambios sociales operados a partir de la “transición política”, de finales de los años 70 en adelante.
    Yo estudié en Madrid y tengo bien grabado en mi memoria y en mi ánimo ese menosprecio que se manifestaba en las risas y mofas de los alumnos de bachillerato cuando en las clases salía el tema de Andalucía. Alumnos no sólo madrileños, sino de orígenes variados; los vascos eran los que más se cachondeaban y manifestaban sus prejuicios y burlas despreciativas hacia lo andaluz. No doy ejemplos, por no alargarme más, pero si alguien lo desea, cito algunos.
    Andalucía ha sido durante mucho tiempo la región deprimida de España (sin olvidar Extremadura y, en menor medida, La Mancha), carente de una sociedad moderna; la fuente de riqueza básica ―la tierra― en poder de una minoría y el trabajo constituido por una masa de jornaleros sin derechos laborales ni sociales mínimamente dignos. (Esto es cosa sabida, y sólo lo cito a modo de recordatorio, aunque los jóvenes andaluces de hoy no pueden imaginar el extremo de pobreza, sometimiento y humillación de aquella pobre gente que yo conocí en mi niñez y adolescencia, años 40 y 50).
    El PER fue instituido durante la citada “transición” como remedio provisional para remediar el desequilibrio social de Andalucía, y actuó como sustitutivo de una reforma agraria que se hacía necesaria. Las cosas han cambiado mucho desde entonces, pero la ayuda al paro estacional en la agricultura de ciertas zonas de nuestra región sigue siendo imprescindible.
    Hoy no existe PER, sino una prestación social por desempleo, a la que tienen derecho quienes han trabajado en empresas agrarias durante cierto tiempo y pagan una cuota mensual (el “cupón”, le llaman), cuota que se aplica a esa prestación en los períodos de paro.
    Que yo sepa, nadie se molesta en aclarar las cosas, y mucho menos en arrojar a la cara de los españoles que se atreven a burlarse o a denostar el “PER” la verdad histórica y el abuso que se cometió con el pueblo andaluz por parte de las regiones más desarrolladas.
    Otra cosa: ¡Nadie habla de los ingresos por turismo que Andalucía proporciona a las regiones industrializadas de España y de la Unión Europea!
    El que no lo sepa, que se siente tranquilamente en cualquier bar a la orilla de la Autovía de Andalucía en los meses de mayor afluencia turística y tome nota de los camiones cargados de alimentos que entran en Andalucía. Ese consumo masivo salva la cuenta de resultados de muchas industrias alimentarias del resto de España. (Puedo dar datos más concretos e incontestables de esto).
    A ese atragantante Durán Lleida no le vendría mal que alguien le arrojara estas verdades a la cara.
    Saludos, Octavio Junco.

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  6. Gracias por tu aportación Octavio Junco. Solo una rectificación, en lo que seguimos llamando PER (que el PP ni siquiera consiguió eliminar, a pesar de intentarlo) además del subisidio y la renta agraria existe otro programa, además, de empleo: el PFEA (también conocido como PROFEA, que, como digo, el PP cambió de nombre para que se olvidaran del PER), es el "programa de fomento de empleo agrario", las conocidas como "obras del PER". Tienen mala fama, pero su finalidad es dar trabajo en épocas donde no lo hay en el campo, en obras útiles para los municipios, aunque sea con personal no especialista en obras (son trabajadores agrarios reconvertidos por esos días de trabajo). Así el Estado se ahorra un dinero en subsidios y sirve para completar las jornadas que dan derecho a cobrar éste en épocas de desempleo estacional, como cotizaciones sociales (cosa que muchos olvidan o desconocen, cuando hablan de subvenciones erróneamente, porque no es ayuda a fondo perdido, sino cotización).

    Mucho ha cambiado no solo la fisonomía de nuestros pueblos, sino también el empleo local, pues algunas obras dan lugar luego a empleos estables, de mantenimiento por ejemplo (piénsese en centros cívicos construidos así, que luego se llenan de contenido y actividades profesionalizadas), o a empleos indirectos en las empresas proveedoras de materiales. En fin, que falta conocimiento de la realidad, además del menosprecio y la envidia de la que acertadamente hablas.

    Un saludo.

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  7. Gracias a ti también por esa información adicional sobre el PFEA u “obras del PER”. Algo sabíamos acerca de esas obras que vemos en las calles, realizadas por trabajadores agrarios, aunque no conocíamos su calificación laboral.
    Todo lo que se haga por proporcionar trabajo honrado es un buen servicio a la sociedad.
    Pero ¡cuidado! No lo digas demasiado alto, no se enteren las Aguirres y los Lleidas y nos monten otro pataleo; lo que a muchos les agrada es ver al pueblo andaluz sumido en la pobreza y la ignorancia, lo que no es sino racismo socio-cultural de viejo cuño.
    Saludos. Octavio Junco.

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  8. Cosa de los nacionalismos de todo tipo, amigo Octavio, que no saben hacer otra cosa que meter cizaña. Saludos.

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