jueves, 26 de agosto de 2010

Evocación de Siniestro Total

No voy a escribir una biografía del grupo más importante del punk español de los ochenta y su trayectoria posterior. Para eso ya hay quien lo ha hecho exhaustivamente y bien. Como refleja el título del post, quiero hacer una invocación, o evocación, en el primer significado (traer algo a la memoria o a la imaginación), pero, sobre todo, en el segundo que le da el diccionario: “Llamar a los espíritus y a los muertos, suponiéndolos capaces de acudir a los conjuros e invocaciones.” Quiero que “resuciten” en los medios de comunicación (siguen vivos, pero ocultos entre tantas “gagas”, triunfitos, regaetones...), que vuelvan a alegrarnos la vida, sobre todo musical, como lo hacían en otros tiempos, estos vigueses, cachondos incorregibles. Sé que siguen en sus conciertos por la piel de toro. Pero yo me tengo que conformar con sus discos, guardados en mi colección.


Siniestro Total, quienes deben su nombre a un accidente de tráfico (con el coche de los padres de Julián Hernández, verdadero líder de la banda), fruto de las locas noches de copas, fueron, además de uno de los famosos exponentes de la movida (no la madrileña, sino la gallega), unos verdaderos revulsivos de la cultura popular que brilló con luz propia en aquellos años tan creativos. Tanto lo fueron, que llegaron al mundo de la música casi sin saber interpretar ni cantar, siendo prácticamente unos aficionados muy ruidosos, y consiguieron convertirse en una de las bandas que más estilos ha tocado en sus largos años de vida: punk, rock clásico, power-pop, heavy metal, blues, rhythm and blues, folk, grunge, new age. Incluso en su último trabajo en preparación se atreven, parece, con el country. Siempre con letras ácidas, críticas, divertidas, cachondas, alocadas y muy variadas. El esquizorock, como la definió Antón Reixa (de Os Resentidos) en su presentación para un concierto. Aunque no siempre gozó del aprecio de la competencia (Miguel Ríos, nuestro rey del rock llegó decir: “¿A dónde habrá llegado a parar el rock español cuando se cantan cosas como “me pica un huevo”?”).

Me vienen a la cabeza (y al corazón) temas como Ayatolah! (“sólo vine a comprar pan / a mí todo me sale mal /  sólo vine a comprar pan / y me enseñasteis el Corán / ayatollah no me toques la pirola...), Me pica un huevo, que he tenido mucho tiempo de politono en el móvil y fue el primer single del grupo (“De pequeñito siempre he llevado / en mi interior Abanderado: / el día más señalado / al cumplir como soldado / al sentirme enamorado / he llevado Abanderado / pero siempre he sentido / un picor que me ha estremecido /  Y es que me pica un huevo / no sé qué voy a hacer / no sé qué puedo hacer”), Esta vida es una mierda ( “¿Por qué soy tan sabio? / ¿Por qué soy tan inteligente? / ¿Por qué son tan grandes mi coche y mi cuenta corriente? / Tengo, tengo, tengo y tú no tienes nada / Las  mujeres y el dinero se amontonan en mi cama”). Todos los ahorcados mueren empalmados (“Mis piernas ya están colgando / la sentencia se ha cumplido / qué sensación me está dando / yo es que de todos me río”). Los esqueletos no tienen pilila  (“Soy estudiante de medicina / tercer curso he acabado ya / y en la facultad me he dado cuenta / de una gran realidad. / Que los esqueletos no tienen pilila / no tienen pilila”). Vamos, muchas canciones y letras que poder cantar en el pub, en el coro de amigos, disfrutando de una buena cerveza y gastándonos bromas. 

Fueron unos excelentes “copistas”: de temas de otros grupos sacaban ellos éxitos, cambiando las letras originales por otras adaptadas a su realidad: Dios salve al Conselleiro, una versión de Dios salve al Lehendakari de Derribos Arias, o el polémico Alégrame el día, una crítica contra el toreo, con mucho de humor negro, versión del tema Roxette de Dr. Feelgood. Miña terra galega, con la música de Sweet home Alabama de Lynyrd Skynyrd. Su tema/himno Somos Siniestro Total es una versión del Highway to hell de AC/DC, para presentarse a sí mismos, con música heavy. Incluso se atrevieron a interpretar temas de otros sin cambios, como el famoso O tren de Andrés do Barro, cantautor gallego, uno de los primeros que se atrevió a cantar en su idioma natal, en tiempos de la dictadura de Franco.

Superaron sin problemas la separación de Germán Coppini, que había creado Golpes Bajos, actuando simultáneamente en Siniestro, cosa que no sentó bien a los de Julián. Como venganza lanzaron su éxito “Más vale ser punkie que maricón de playas”, todo una declaración de principios contra el estilo neo-romántico que había adoptado el antiguo cantante de la banda. Os diré que, a pesar de las sensibles diferencias de estilo, los dos grupos han sido venerados por el que suscribe.

El balance del conjunto es muy extenso desde 1981 hasta hoy. Un balance muy diferente por cierto al de los daños del accidente por el que eligieron nombre definitivo (fue calificado de “siniestro total” por la compañía de seguros). Antes se llamaron de muchas maneras: “Mari Cruz Soriano y los Que Afinan su Piano”, “Mi carro no me lo robaron que lo presté Blues Band”, “El Sexteto del Blues”....pensando en tener uno diferente en cada actuación. Las apaciones en directo que vivieron tuvieron muchas veces la nota común de los grupos punk: la violencia. Por ello pisaron, involuntariamente, más de un servicio de urgencias de hospital para ser atendidos por las heridas sufridas por la “pasión” del público. Y también les movió a pensar en dejar la música. Cosa que no hicieron afortunadamente. 

En 1990 sacaron el trabajo En beneficio de todos, que fue disco de oro. Mi sobrino Roberto nació ese año y algún tiempo después descubrió el disco, mientras yo lo escuchaba. Les llamaba el “conjunto guarrete”, pero disfrutaba con las letras de éste y otros discos, cosa propia de la edad. Sus temas preferidos, Camino de la cama (“Camino de la cama / es el mejor camino / Sólo estar durmiendo / es mejor que estar dormido”) y Dame comida (“dame comida / no a las verduras / no a la ensalada / no malas comidas / las que no engordan nada / vivan las recetas sin privaciones / no a las dietas / y a los cuerpos danone”). Además cuidaron el merchandising, vendiendo unas camisetas para promocionar otros discos y éste también. Esas últimas camisetas tenían solo un texto que siempre empezaba con el título del disco y alguna frase más, por ejemplo: “EN BENEFICIO DE TODOS: NO ME DEIS MAS DE BEBER” o “EN BENEFICIO DE TODOS: CÁLLESE, SEÑORA”. Yo me compré una que decía “EN BENEFICIO DE TODOS ENTREN Y SALGAN RAPIDAMENTE NO OBSTRUYAN LAS PUERTAS”, como pone en las salidas del metro o del tren. Están las letras pintadas de rojo y negro. Si se lee solo lo negro (como si se hubiese borrado la otra parte de las letras, cosa que vemos frecuentemente en esos letreros de los medios de transporte citados, dando lugar a textos muchas veces divertidos) veremos otra frase diferente. Ampliad la imagen y la leeréis. Yo me abstengo de reproducirla aquí....para que tampoco vosotros me llaméis “guarrete”, como decía mi sobrino. Es muy cachondo. Todavía conservo la camiseta, algo amarillenta, por los frecuentes lavados y el paso del tiempo.

El tiempo ha pasado, sí, pero ellos siguen en la brecha. Ojalá que sean muchos años más los que nos deleiten con sus burlescas letras. Y que oigamos y disfrutemos de su próximo álbum. Invoquemos al espíritu de la queimada. ¡¿Qué pasa, carallo?!

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