lunes, 29 de noviembre de 2010

La elección de Cataluña

En 1951 el consejo regulador Montilla-Moriles organizó un concurso para escoger lema publicitario con el que promocionar los vinos de esta denominación de origen cordobesa. El ganador del concurso, el doctor Aristegi Carnés, propuso el siguiente: "La elección es bien sencilla, o Moriles o Montilla". Durante mucho tiempo es una frase que ha recorrido algnunos medios de comunicación, hasta arraigar en la memoria popular de estas tierras. Pues los resultados de las elecciones autonómicas catalanas nos han dejado sin Montilla...y sin Moriles. Nos han traído Cava o Penedés de pura cepa. 

Muchos son los análisis que se hacen de estos resultados, que han escorado mucho más hacia el nacionalismo el espectro político catalán. Y también lo han tintado claramente de derechas. Ya dije alguna vez que me alegraba de que no se repitiese el tripartito. Y también que considero que el nacionalismo, todo nacionalismo, es esencialmente de derechas, conservador, pues mira más al terreno que a las personas que lo habitan. Estas elecciones lo confirman. Y confirman las encuestas que daban como ganadora a la formación de Artur Mas.

El tripartito no fue un buen invento (por su escasa cohesión interna), pero que el se repitiera su formación tras las anteriores elecciones, que había ganado CiU, sin mayoría, fue peor. No podemos hacer el centro de nuestra política, se supone que de izquierdas, la reforma del Estatuto de autonomía. Pero lo peor fue hacer uno que llegase a ser casi tumbado por el Tribunal Constitucional. No se puede vender el mismo "agravio territorial" que ha servido de coartada a la derecha catalana para negociar privilegios, y querer hacernos creer que eso es progresista. Nos se puede salir a la calle rodeado de independentistas (como cuando la manifestación por la sentencia del estatuto), vendiendo soberanismo, cuando nuestros votantes (de muy variado origen territorial) es contrario al independentismo. Cuando esto no es lo que interesa a nuestro electorado, y encima no hace otra cosa que crear problemas artificiales, olvidando los reales (la difícil situación de los trabajadores y clases medias por la crisis no se resuelve con "señas identitarias"), el votante castiga a los partidos que tienen como fin defender sus intereses, no los de otros partidos. Son muchos años de convocatorias electorales, donde muchos han votado una cosa en las generales (la izquierda ha sido hegemónica) y otra diferente en autonómicas y locales. ¿Por qué?. Porque no se veían los referentes generales y municipales (progresistas) en los demás mensajes autonómicos. Esto parece que no lo hemos comprendido.

Para colmo, la imagen (y la realidad) de ir por libre de los socialistas catalanes, respecto al PSOE nacional, no ha ayudado en nada a construir un discurso solidario en todo el país, en los momentos muy difíciles que vivimos por la crisis económica. El apoyo que siempre han dado los "partidos catalanes" en el parlamento español, ha desaparecido al no haber interés concreto (el gobierno catalán) que defender pactando con Zapatero. Eso ha contribuido a agravar el panorama político general, necesitado de sumar fuerzas contra la crisis, no de enfrentamientos estériles y artificiales. Lástima de tiempo y esfuerzo perdidos.

Sin duda el panorama se ha complicado más. Veo difícil que el nuevo gobierno de CiU vaya a echar una mano a Zapatero. Ya el portavoz en el Congreso se pronunció hace meses por un adelanto electoral. Y Rajoy, contento, no con sus resultados, sino con la derrota de Zapatero, ya se ha puesto al servicio de Mas, para un posible "cambio de cromos" ante unas elecciones anticipadas. Me temo que un cambio de ciclo está cada vez más cerca, y, con él, malos tiempos para la igualdad de derechos y de oportunidades en este país. Tal vez sean otros los que nos saquen de la crisis, pero conociendo los precedentes (recorte de derechos, burbuja inmobiliaria, privilegios de los de siempre, privatizaciones, etc.) en España  se va a pasar mal. Que se lo pregunten a los griegos, a los británicos o a los irlandeses. Ni Moriles, ni Montilla, el vino se va a avinagrar.

5 comentarios:

  1. Sería irónico que este país eligiera para resolver la crisis, a los que la crearon. No olvidemos donde estaba Rodrigo Rato.
    El PSOE tiene una ardua tarea de comunicación y de análisis de su política para recuperar un electorado que se queda en casa.
    La derecha, aunque presente una cabra como candidata, la vota y no faltará el domingo de las elecciones.
    Con que atentos a la calle.

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  2. Ese vino de Montilla que se saboreaba en el Palacio de la Generalitat de Catalunya, ya hace mucho tiempo que no sabía a Moriles, sino, más bien, era cava del Penedés con la etiqueta camuflada.
    Tampoco es mal vino el cava. A mí me gusta tanto o más que los vinos de La Mancha, aunque si me tengo que pronunciar, me quedo con los vinos de Jerez; los dulces y los secos.

    Pero me da en la nariz que tú no estabas hablando de vinos, bribón, ¿o sí...?

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  3. Sí, Alfonso, sería una ironía. Pero, ¿no te parece irónico que los socialistas hagamos una reforma laboral abaratando el despido "cinco minutos" después de negar su eficacia y necesidad?. Por ejemplo.
    Me temo que nuestro problema es "algo" más que una tarea de ardua comunicación. Y lo grave es que parece que no queremos oir los mensajes de la gente, de la calle, como tú dices, porque son muchos los votos socialistas que se han pasado a CiU en estas pasadas elecciones. Y cuando el PP ganaba sacaba menos votos que los que sacó Zp.

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  4. Pues claro que no hablaba de vinos, Jesús. Esa que cuentas es la idea que expongo y que creo que ha terminado de "rematar" al tripartito. No "bebíamos montilla", sino claro "cava o penedés"...que no son malos vinos, pero no son "nuestros".

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  5. Bueno, María, por supuesto que Montilla y su gobierno han hecho cosas positivas, desde el punto de vista progresista, que ahora nadie tiene en cuenta. Pero, tal como está "la cosita" es un claro aviso para, en este caso, no perder el tiempo en supuestos "izquierdismos retóricos", en lugar de afrontar los problemas de la gente a las que los que gobernamos debemos su confianza.

    Besos

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