jueves, 13 de enero de 2011

¿Qué buscaba su mirada?


¿Qué será lo que buscaba quien tras la celosía se asomaba?. ¿Cómo deambuló de la estancia a la ventana, que desgastó el barro rojo de las baldosas?. Se hundía en el pavimento y no conseguiría atisbar el objeto deseado. Repitió una y otra vez su periplo, suavizando la fría pátina que cubría cada adobe finamente encajado con su próxima loseta hasta convertir el barro en porosa lámina curvada. Ni las olambrillas se salvaron de su repetida caminata, ansiosa de alcanzar de una vez la visión o el sonido deseado. ¿Vistió ricos ropajes o  paseó desnuda la figura por el frío suelo?. ¿Soñó con noches de pasión amenizadas por el canto de la fuente del patio?. ¿Corrió repetidas veces en busca de la voz del ser amado?. ¿Supo éste de su inquieta existencia tras la ventana?.

La luz se cuela por cada oquedad perfecta. El sol se cuadricula en la frontera entre el palacio y la esmaltada y arabesca prisión, desvelando las huellas insistentes de quien un día anheló el mundo del otro lado. 

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