En
abril pasado hice mi recordatorio de la calle Río
Seco haciendo un extenso repaso de la fisonomía urbana de
esta calle en tiempos de la niñez. El penúltimo párrafo del texto
lo cerraba así: “Al final, cerraba el conjunto urbano, frente a la
casa del médico Don José Jiménez Molina, el Matadero municipal,
haciendo esquina, junto a los talleres de maquinaria de los Martínez.
Edificio sencillo de estilo funcional y clásico, con su torre
rematada con una veleta en forma de matarife, apuntillando a una vaca
o toro”. No tenía entonces fotografías de este inmueble, donde se
prestaba un servicio público fundamental para uno de los sectores de
la economía palmeña básicos en la alimentación: el sector
cárnico. En Palma siempre ha habido y hay famosos carniceros.
Recordemos a los hermanos Acosta, a Caballero, “el Conejito”, o a
mi tío Emilio, “el Lechugo”, cuyos hijos continuaron el negocio
después de su muerte. Este edificio era el lugar donde se
sacrificaban muchas reses, fuese para su uso comercial o para consumo
privado.
He
estado buscando desde entonces imágenes del viejo edificio, al que
recordaba tal vez vagamente. Pregunté a algunos de los antiguos
empleados del matadero municipal y ahora, tras la búsqueda expongo
algunas fotografías. Como la que encabeza el post, donde vemos su
fachada principal, con su puerta metálica rematada en reja, su arco
y adorno de entrada y el letrero donde se lee: “Matadero público”.
O
esta otra donde se ve a un joven matarife, Gabriel Fernández,
descuartizando una res, en el suelo, junto a otro empleado y un
carnicero. Foto que me facilitó él mismo, ahora oficial fontanero, y
que corresponde a su juventud, recién hecho el servicio militar,
según me contó. Se ven algunos útiles y otras piezas, colgadas.
También
he conseguido otras fotos, como la que se ve la matanza de un cerdo.
Conozco de ella a un empleado que se jubiló hace tiempo, apodado
“Rubeño” y, en el centro, sujetando al animal, vemos a Antonio
Gómez Nieto, “Simbreta”, también jubilado en la actualidad en
un puesto de fontanero. Foto, como otras que expongo, que pertenecen
a la sala de oficios tradicionales del museo de Santa Clara.
El
matadero se cerró en 1995 y se vendió por subasta en 1996, tras su
desafectación, para edificar viviendas, como existen en la
actualidad. En el pliego de condiciones describía así el inmueble:
“Edificación que data de hace más de 60 años, que
se ubica sobre solar en esquina con fachada de 42 metros y 53
decímetros cuadrados a calle Rioseco, y de 15 metros y 75 decímetros
cuadrados a Avda. de Pío XII. Se compone de tres patios o
zonas sin cubrir y tres cuerpos edificados: el situado a la
izquierda, según se entra por calle Rioseco, se compone de un
pasillo y dos líneas de corrales situados una a cada lado de dicho
pasillo, que se conecta a su vez con el segundo cuerpo edificatorio
más a la derecha, donde estaban situadas las líneas de vacuno y
porcino. Entre ambos, se ubica el patio de entrada de animales, la
mondonguería y la casa de bombonas. El siguiente patio está
limitado a la izquierda por el segundo cuerpo anteriormente descrito,
al fondo, por el laboratorio, la zona de inspección veterinaria y
los servicios, y, a la derecha, por el tercer cuerpo edificatorio que
lo constituye una vivienda de dos plantas que consta, en planta baja
de salón, cocina y aseo, y en planta alta, tres dormitorios y un
cuarto de baño. En el extremo derecho y con entrada desde Avda. de
Pío XII, se sitúa el tercer patio, de forma rectangular, con
pequeñas edificaciones secundarias tipo cobertizo”.
También
fue empleado del matadero Santiago Morales, el fiel del matadero (DRAE: 1. m. Oficial que asistía en el matadero al peso de la carne al por mayor.), padre de una extensa
familia, uno de cuyos hijos, de nombre Santiago también, se dedicó
al toreo y tiene una finca de nombre “Palma del Río", con ganadería
propia, en Venezuela. Allí hizo prácticas en su oficio de matador.
En esa vivienda, a la que hace referencia la descripción, vivió
Manuel Contreras con su familia, que pasó a la conserjería del
ayuntamiento, hasta que derribó el edificio, tras el cierre. Éste
tuvo lugar tras decidir el ayuntamiento no acometer más obras de
inversión en el inmueble, necesarias para poder seguir prestando el
servicio en condiciones de salubridad adecuadas. Y el personal de
entonces fue recolocado en otros servicios y dependencias municipales. Manuel Contreras repartía las carnes en un carro de madera tirado por un mulo, como hacía su padre antes que él. Hoy, como digo, su solar lo ocupa un bloque de viviendas y locales comerciales. Sirvan de recuerdo estas imágenes y palabras.
conocí a la familia de Santiago Morales, un hermano de él llamado Mariano Morales formó parte de la pandilla de amigos/as que tuve hace 40 años. Es estupendo leer este blog porque me lleva a un pasado lleno de felicidad.
ResponderEliminarEnhorabuena y sigue escribiendo.....
Muchas gracias. Conozco a Mariano Morales y a sus hermanos desde hace años, y los considero amigos.
ResponderEliminarSupongo que eres quien comentó en días pasados. Me gustaría saber quién eres, por curiosidad.
Un saludo.
Creí que la familia Morales ya no estaban en Palma, ellos salieron del pueblo antes que mi familia y yo lo hiciéramos, creo que se marcharon a Sevilla, recuerdo... pero observo por tu comentario que viven alli.En el recorrido que haces por la calle Río Seco, haces una buena descripción de la herrería que allí había propiedad del padre de Antonio Pérez Limones que formaba parte del grupo Los Munster, fué un gran amigo, conocí a toda su familia. Amigo Schevi estás ahondando en lo más profundo de mi corazón porque hablas de mucha gente que conocí y que no he olvidado, con algunas personas sigo en contacto.
ResponderEliminarTe diré en la próxima quién soy.
No me gusta ser anónimo.
Un saludo muy cordial.
Como quieras, amigo/a. Si quieres mantener el anonimato en el blog puedes escribirme a la dirección schevi.celtibetico@gmail.com e identificarte allí. Respecto a la familia Morales creo que nos referimos a la misma. Mariano Morales es procurador y tiene una pizzería. Su hermano Santiago, el torero "El arrojao" se fue a Venezuela y sigue en contacto con Palma. No sabía que se marchasen a Sevilla. Yo siempre los he conocido aquí, incluso conocí a su padre. En fin, seguiremos en contacto, y gracias por tus visitas al blog. Un saludo.
ResponderEliminarEl carnicero que se ve en la foto primera es mi padre cuya familia se ha dedicado toda a la profesion de carnicero y son los Bejarano
ResponderEliminar¿Te refieres a uno de los Bejarano que vivió en la calle Pastores, familia de Pepe Bejarano, el pintor?
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