Ya pasó. Y se confirmó el mal presagio de las encuestas. Con matices. El PP no llegó a lo máximo previsible, aunque haya obtenido el mayor apoyo de la historia. El PSOE ha perdido y, encima, obteniendo el resultado más bajo desde la Transición. Hoy es día de opiniones y análisis. Alguna cosa apunto.
En el PP están contentos, con moderación. El pánico ante el panorama es proporcional al poder obtenido. Mandan casi en todos sitios y ya no pueden poner la excusa de que es otro el culpable. Ahora es solo suya la responsabilidad. Y la cosita no pinta bien, no estamos en 1996, cuando llevábamos un año de recuperación económica de la crisis del 93. La bolsa cae un 3,4% y la prima de riesgo sigue subiendo. No me sorprende la cara de la mujer de Rajoy, ayer en el balcón de Génova 13. Lo que sí me asombra es la petición de adelantar la investidura, saltándos la ley a la torera, cuando éstos eran los máximos defensores del estado de derecho. Una prueba más de su hipocresía y una preocupane muestra de autoritarismo.
El PSOE ha pagado sus dos últimos años de gobierno. No se puede presumir continuamente de progresismo (memoria histórica, matrimonio gay, igualdad entre hombre y mujer, aborto libre, pacifismo...) y de golpe y porrazo aplicar políticas contrarias a los intereses sociales, como empezó en mayo del año pasado, con la rebaja del sueldo de los funcionarios, la congelación de las pensiones, la eliminación de ayudas sociales, etc. Y el paro subiendo como la espuma. El PSOE pudo aplicar políticas austeras sin tocar sectores sensibles, que, además, no han solucionado los problemas del déficit del estado ni la deuda pública. El Plan E, además, solo sirvió para posponer el hundimiento del sector de la construcción. La gente podía haber entendido otras medidas, sobre todo si se hubiesen negociado. No se puede ir de la mano de los sindicatos todos los días, y de pronto imponerles medidas como éstas.
No quiero decir con esto que el voto ciudadano haya castigado al PSOE, por izquierdismo del electorado. Vengo oyendo a algunos de que hace falta un "giro a la izquierda", expresión que nunca he entendido, salvo que se quieran resucitar los soviets. No era eso lo que quería la gente, y con el resultado electoral lo han demostrado los votantes.
El PP ha ganado con unos pocos votos más que en 2008: 10.830.693. Pero el PSOE ha pasado de 11.289.335 (el 43,87%) a 6.973.880 (el 28,73%), sin que se aproveche el PP, ni tampoco los partidos de "izquierda" restantes, que han entrado o no en el Congreso de los Diputados. Porque si sumamos los votos de unos y otros grupos, por ámbito político, quien ha ganado es la derecha:
Derecha: 12.411.196 (11.270.954 si no incluimos a UPyD)
Izquierda: 9.595.551 (10.735.793 con
UPyD)
La abstención ha subido solo solo un 2,16 %. Y los nulos o votos en blanco suponen el 2,66 %. Y es incorrecto considerar estos grupos como solo una muestra de protesta de la izquierda, porque algunos hayan propugnado el "no les votes" (algunos, incluso, son de derechas). El 15M, por cierto, ha tenido presencia casi nula en estos días, a diferencia de las elecciones locales y autonómicas del pasado mayo. Así que el argumento del giro a la izquierda cae por su propio peso. Mucho habrá que analizar el auge del liberalismo y el conservadurismo, sobre todo entre los jóvenes.
El PSOE ha perdido porque lo que antes llamábamos "votantes de centro" se han cabreado con los vaivenes de Zapatero y el resultado del cambio de política, ya que previamente no se pusieron las bases para cambiar el sistema productivo. Un ciudadano me comentaba hace unos días un verdadero rosario de agravios con la gestión del gobierno. Incluso llegaba a retrotraerse a los tiempos de Felipe González. Es el típico votante que cambia su voto de izquierda a derecha. Que, cuando una mayoría de políticas le parece bien, es capaz de pasar por alto algunas cosas, que luego hasta le harán cambiar su voto, si la oponión de la generalidad de las medidas se vuelve negativa. Que vota aunque no se identifique con el partido al que ha dado su confianza. Esa masa de votantes se fue cambiando desde hace tiempo, desde el 2008. Las elecciones de mayo supusieron la confirmación de ese cambio. Por eso no son masivos los aportes al PP. Como tampoco son masivos a los otros grupos, a pesar de perder el PSOE casi 4,5 millones de votos. Y la "otras izquierda" tampoco se ha beneficiado, pues la suma de todos los grupos beneficia claramente a los grupos de derecha.
Mucho más se seguirá hablando de esto, de las causas y las consecuencias, sobre todo porque el PSOE va a celebrar congreso, como se ha anunciado hoy. Un congreso que llega tarde. Los líderes y supuestos líderes han quedado tocados fuertemente. Me temo que volverán a repetirse las peleas internas y que las bases, como acostumbran, se dedicarán a castigar a los dirigentes sin elaborar una alternativa seria, como nos pasó en las primarias que ganó Borrell. Nos espera la dichosa "travesía del desierto".
Mientras tanto el PP, como decía al principio, empieza su rodaje como caballo ganador. Tienen retos graves y son los únicos responsables. La economía no se va a enderezar por arte de magia. Y hay muchos gobiernos que han caído por la crisis, incluso aquellos que iban a sustituir a los que ya perdieron el poder por el mismo motivo. Además la sopa de letras (como se decía en la Transición) en que se ha convertido el Parlamento genera nuevos problemas, difíciles de solucionar aunque se tenga mayoría absoluta: la victoria abertzale en Euskadi, el triunfo de CiU en Cataluña...Necesitarán mucha mano izquierda, cosa que no sabemos si le dejarán tener los sectores más ultras que han contribuido a la victoria de Rajoy.
En fin, la historia sigue, a pesar de lo que proclamen algunos. Seguiremos comentando.
El PSOE ha perdido porque lo que antes llamábamos "votantes de centro" se han cabreado con los vaivenes de Zapatero y el resultado del cambio de política, ya que previamente no se pusieron las bases para cambiar el sistema productivo. Un ciudadano me comentaba hace unos días un verdadero rosario de agravios con la gestión del gobierno. Incluso llegaba a retrotraerse a los tiempos de Felipe González. Es el típico votante que cambia su voto de izquierda a derecha. Que, cuando una mayoría de políticas le parece bien, es capaz de pasar por alto algunas cosas, que luego hasta le harán cambiar su voto, si la oponión de la generalidad de las medidas se vuelve negativa. Que vota aunque no se identifique con el partido al que ha dado su confianza. Esa masa de votantes se fue cambiando desde hace tiempo, desde el 2008. Las elecciones de mayo supusieron la confirmación de ese cambio. Por eso no son masivos los aportes al PP. Como tampoco son masivos a los otros grupos, a pesar de perder el PSOE casi 4,5 millones de votos. Y la "otras izquierda" tampoco se ha beneficiado, pues la suma de todos los grupos beneficia claramente a los grupos de derecha.
Mucho más se seguirá hablando de esto, de las causas y las consecuencias, sobre todo porque el PSOE va a celebrar congreso, como se ha anunciado hoy. Un congreso que llega tarde. Los líderes y supuestos líderes han quedado tocados fuertemente. Me temo que volverán a repetirse las peleas internas y que las bases, como acostumbran, se dedicarán a castigar a los dirigentes sin elaborar una alternativa seria, como nos pasó en las primarias que ganó Borrell. Nos espera la dichosa "travesía del desierto".
Mientras tanto el PP, como decía al principio, empieza su rodaje como caballo ganador. Tienen retos graves y son los únicos responsables. La economía no se va a enderezar por arte de magia. Y hay muchos gobiernos que han caído por la crisis, incluso aquellos que iban a sustituir a los que ya perdieron el poder por el mismo motivo. Además la sopa de letras (como se decía en la Transición) en que se ha convertido el Parlamento genera nuevos problemas, difíciles de solucionar aunque se tenga mayoría absoluta: la victoria abertzale en Euskadi, el triunfo de CiU en Cataluña...Necesitarán mucha mano izquierda, cosa que no sabemos si le dejarán tener los sectores más ultras que han contribuido a la victoria de Rajoy.
En fin, la historia sigue, a pesar de lo que proclamen algunos. Seguiremos comentando.
¿Metes a UPyD dentro de la izquierda? O_O
ResponderEliminarComo verás, Alfonso, pongo a UPyD¨una vez en la derecha y otra en la izquierda. Yo no los considero de izquierda, pero hay quien sí lo hace, por eso las dos variantes (para todos los gustos). Por cierto entre la izquierda incluyo por ejemplo a ERC o BNG, aunque yo creo que los nacionalistas son esencialmente de derechas. Pero también tradicionalmente se les clasifica entre "los progresistas".
ResponderEliminar¿Cómo que «ya no pueden poner la excusa de que es otro el culpable...»?
ResponderEliminarYa verás como se tiran 4 años (por lo menos) echando la culpa a la herencia recibida.
¡¡Como que estos van a dejar ya en paz a Zapatero!!
Estos son como el cocodrilo: cuando te tiene agarrado con un fuerte mordisco, no abre las mandíbulas aunque le mates.
Xalú, que a partir de hoy todo va a ser coloxal.
Hombre, Jesús, yo no digo que no vayan a poner esa excusa, pero el poder absoluto que tienen les deslegitima para que la usen. Las consecuencias de sus actos, con todas las administraciones en sus manos, ya son de su responsabilidad aunque chillen como niños malos y cobardes.
ResponderEliminarTienes que incluir un apartado llamado exclusivamente demagogia y populismo entre izquierda y derecha para incluir a UPyD.
ResponderEliminarQuinto Forajido, sobre UPyD habría que hacer, no un apartado, sino más de una entrada sobre lo que dices. Por ahora habrá que ver por donde se mueven, tras el aumento de diputados y votos. Y ojo con lo que hagan y consigan en las próximas elecciones andaluzas.
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