Radar humano

El domingo pasado, cuando íbamos para Sevilla, el navegador del coche nos avisó de que había un radar fijo en la autovía. Además, una señal, un panel, indicaba la próxima situación del aparato: "Por su seguridad, control de velocidad". Así que, al ver la señal, levanté el pie del acelerador a fin de reducir la velocidad y acomodarla al límite que se nos venía encima. Cuando sonó el pitido del aparato mi mujer me avisó y me advirtió, tranquila, de que íbamos a menos velocidad que a la que estaba limitada. 

Siempre hay algún listo que  se cree que su coche se merece ir a mayor velocidad de la que empleamos el común de los mortales, vulgares conductores de modestos turismos. Así que nos adelantó. En ese momento un flash dejó su destello en el espejo retrovisor interior de mi coche y vi al "corredor de fórmula uno" adelantándonos, junto al poste del radar. Seguro que pronto le llegará la fotografía de su vehículo en ese punto de la carretera, junto a mi coche, si no le ha llegado ya por correo la notificación del expediente sancionador con la antedicha imagen. Es lo que suele ocurrir si no obedecemos las normas de tráfico, cuando nos advierten además que nos están vigilando. La mayoría de la gente, al ver esa señal, o si, como nosotros, lleva un dispositivo que avisa del radar, modera su velocidad, por temor a ser cazado. 

Es lo que ocurre en el vídeo cómico que os muestro hoy. En él vemos un radar fijo en acción, con la particularidad de que es una broma. Rémi Gaillard es un humorista francés que se ha hecho célebre por publicar en internet sus bromas. En ésta se disfraza de poste de radar fijo y fotografía a los vehículos que se le acercan, haciéndo creer a sus conductores que les han cazado por exceso de velocidad. No os perdáis el final. Es divertidísimo.