Hace pocos días conocíamos la noticia de que Resurrección Galera, una profesora a la que no se le renovó el contrato, para dar clases de religión católica, por haberse casado con un divorciado, había ganado un buen rosario de pleitos contra la Iglesia y la Administración educativa, ya que, por fin, el Tribunal Superior de Justicia de Analucía le reconocía el derecho a ser readmitida, tras un fallo del Tribunal Constituconal que declaraba nulo su despido por motivos religiosos. No voy a entrar en los pormenores de esta cuestión (el que el estado contrate a dedo a quienes le ordenan el obispo, para trabajar en el sector público educativo) ya de por sí escandaloso, digan lo que digan los acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede. Sino en la raíz: el cumplimiento de los preceptos religiosos.
El arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez (recuerdan a Arzálluz: "un tal Blázquez") ha mostrado su disgusto por el hecho de que el ayutamiento vallisoletano haya designado a la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáez de Santamaria, como pregonera de la Semana Santa. La cuestión es que la señora vice-todo se casó por lo civil. Y eso para un católico consecuente es como si no estuviera casada. El católico debe contraer matrimonio canónico, según manda la Santa Madre Iglesia. Como Dios manda. Y esta señora no lo ha hecho así y encima tiene un hijo "fuera del matrimonio católico". Si echan de su trabajo a las maestras de religión por casarse por lo civil, no pueden admitir un pregón de una "no casada canónicamente". Hasta aquí todo es coherente en la postura del señor arzobispo. Entiendo su enfado, sobre todo porque el ayuntamiento ha nombrado a la pregonera de forma unilateral. ¿Y qué hace un ayuntamiento nombrando pregoneros de actos religiosos? Aquí vemos ya otra incoherencia, no solo del ayuntamiento, gobernado por el PP, claro, sino del arzobispo, que dice que asistirá, no obstante, porque un pregón es "un género literario, más que de una homilía o de un sermón".
Pues, no, señor arzobispo. Ustedes no tratan igual a las maestras de religión que a la vicepresidenta. La mandamás del gobierno, detrás de Rajoy, parece que es más importante, y, aunque le disguste, usted asistirá al pregón (preñado de electoralismo) a rendirle pleitesía. Deberían ser más consecuentes con los que no cumplen con los mandamientos de Dios y de la Iglesia, no solo con herejes, ateos, o izquierdosos, con todos. El PP no tiene empacho en portarse de forma confesional, claramente escorada hacia su religión, para defender planteamientos políticos. Y, al mismo tiempo, no practicar con lo que predican. Como hizo Alvárez Cascos, cuando era vicepresidente con Aznar y se casó con una cordobesa, en el ayuntamiento de la capital califal, en ceremonia celebrada por el entonces alcalde del PP, tras su divorcio. Por cierto, cogiéndole gustillo a desmatrimonializarse, ya que también se separó de Gema, para unirse a otra nueva consorte. Como hizo María Dolores de Cospedal, teniendo un hijo soltera. O como hizo Gustavo de Arístegui, divorciándose y casándose con una marroquí. O también en el caso de la ministra Ana Mato, divorciada de Jesús Sepúlveda, el ex-alcalde de Pozuelo, el del jaguar del caso Gürtel. Estos casos ponen en cuestión la coherencia con la fe que predican sin rubor. ¿Para cuándo una manifestación de obispos por estas incoherencias tan perversas e inmorales, como contra otras medidas gubernamentales contrarias a la doctrina católica, como el aborto?
Si Soraya no está casada por la iglesia ("como Dios manda", como diría Rajoy) es que vive en pecado, y una pecadora así de relevante no debería dar un pregón tan importante, como el que abre los actos de la Semana Santa. Como diría el obispo de Córdoba, Don Demetrio, Soraya practica la fornicación. ¿Una fornicadora dando el pregón de Semana Santa, porque la designe el alcalde popular de Valladolid? No me extraña el disgusto. Estos del PP, como decía mi padre, "si no van de duelo, van de muerto", tienen afán de protagonismo y no les importa ser incoherentes. Pero ¿los pastores de la Iglesia? Déjense de electoralismos, señor arzobispo, y sean consecuentes.
Como bien has demostrado en tu post la coherencia es lo fundamental en la derechona española.
ResponderEliminarNi en sueños, Nicolás. La hipocresía es la característica esencial del buen conservador hispano, católico y de derechas.
ResponderEliminarLos católicos veran lo que hacen con su organización, eso sí con el dinero del estado que se atengan a las leyes terrenales. Por lo demas, hipocresia aparte, lo que me cuesta entender es como hay gente que siendo gay, divorciado, pareja de hecho o casado por lo civil, se sorprenda si no le dejan llevar un paso,pertenecer a una cofradía o participar en tal o cual rito. Sabiendo que la iglesia es así ¿de verdad quieren tener algo que ver con ella?
ResponderEliminarEso que te preguntas al final de tu comentario, Quinto Forajido, es lo que me movió a escribir el post. Es la hipocresía de fondo de la derecha (incluida la derecha sociológica, como se decía antes) de este país. Además de que sea indecente (y hasta ilegal) que un ayuntamiento organice actos religiosos, como este pregón. Porque si no es un acto religioso, como apunta el arzobispo, entonces tendremos derecho los no católicos a criticar su contenido y sus formas artísticas "como género literario" ya que incluso se paga con fondos públicos y quien lo efectúa lo hace como miembro del gobierno y no como creyente. Así que si no les gusta la crítica, no tendrían derecho a sentirse perseguidos religiosamente.
ResponderEliminarSí, mejor que salga detrás del cristo y de sus "bendecidos" y con su peineta negra y su cara desgarrá por el sufrimiento y el dolor.
ResponderEliminarSchevi, un apartado.
ResponderEliminarSabes algo del desmoche del parque periurbano "los cabezos"...Se lo están cargando,¿para qué?.¿Hacer un lugar de peroles, miedo a incendios, hacerlo un restaurante y un lugar sin contenidos ambientales?...
Gracias de antemano.
No le des ideas a Soraya, Etnopoética, que es capaz de hacerte caso. Ya tenemos a Federico Trillo para pasear santos con toda devoción y ganas de aparecer en la televisión. Menos mal que las elecciones andaluzas son antes. Como le coja el gustillo la "vecetodo" es capaz de dejar al crío toda la semana santa con la nodriza y no paramos de verla en la tele tras cada paso, para hacer electoralismo.
ResponderEliminarY sobre lo que me preguntas de Los cabezos no sé nada. Desde que dejé el ayuntamiento estoy apartado de muchas cosas, por las oposiciones que estoy preparando (incluso antes no me comentaban algunas cuestiones, cosa que hubiese evitado algún problema). El domingo pasado estuve comiendo allí y no me di cuenta de esa poda. No pueden cargarse el parque, pues es una zona protegida por la Junta, que le dio la calificación. Intentaré enterarme.
ResponderEliminarEso es lo que opinio también, María. No entiendo, por tanto, las críticas que estoy leyendo u oyendo hacia el arzobispo, desde el progresismo, tildándole de persona de otros tiempos. Él hace bien, defendiendo sus dogmas absurdos. ¿Para qué queremos cambiarlos? Son así de perversos, discriminadores, reaccionarios, obtusos, contradictorios. Dejémosles que continúen así. Pero no les dejemos que conquisten el mundo. Si a los derechosos no les gusta, que dejen de apoyarles. ¡Sepulcros blanqueados!
ResponderEliminarSaludos.