domingo, 19 de febrero de 2012

Manifestaciones contra la reforma laboral


Hoy en muchas ciudades españolas miles de personas han manifestado su protesta contra la Reforma laboral que ha aprobado el gobierno, sin el acuerdo de los sindicatos. Una reforma que solo gusta a los empresarios más retrógrados y que va a suponer un retroceso de al menos 30 años en el panorama de las relaciones de trabajo. Una reforma que solo abarata el despido y no crea empleo (como reconoce el mismo gobierno que la ha aprobado), y que creará más paro en los próximos meses. Una reforma que pretende dejar sin armas a los trabajadores y dar más poder al empresario, eliminando la negociación colectiva, al reducirla al ámbito de la empresa, atomizándola, privándola de elemento esencial de la capacidad de negociación de los trabajadores: la solidaridad y la unidad. Una reforma que responde a los principios que aplicó Margaret Thatcher en Gran Bretaña, machacando a los representantes de los trabajadores, a los sindicatos. 


Durante este tiempo vemos una campaña de desprestigio de las organizaciones sindicales, insultando a sus dirigentes, recortando las ayudas públicas a las organizaciones, reduciendo los permisos sindicales de los delegados sindicales y de los representantes electos en las empresas, para mermar la capacidad de presión y negociación. Los sindicatos deben mejorar sus hábitos y estrategias, deben adapatarse a los tiempos que corren y replantearse algunas cuestiones. Alguna prueba de ello han dado ya, negociando con realismo medidas, incluso de sacrificio para los trabajadores, pero mantenedoras de sus derechos. Sin embargo, los liberales que inspiran la política económica y social del gobierno quieren suprimirlos sin más. Así no habrá oposición de ningún tipo a las políticas de recortes y de retroceso en los social. Con el insulto permanente creen que lo conseguirán. Eso vemos en comentarios, como el de un tal C. Jordá, en la fotografía que publica el libelo de Federico J. Losantos hoy para ilustrar las manifestaciones contra la reforma del gobierno. Dice: "Una de las pancartas más estúpidas y también de las más repetidas". A falta de argumentos, insultos. Llama estúpida a la pancarta y por extensión califica de estúpidos a los manifestantes. El tal Jordá (Carmelo Jordá) se alegrará mucho de haberse conocido, estará orgulloso de su prosa y sin par sabiduría nacional-liberal. Ufano por su curriculum como periodista de "éxito", que nos relata en una entrevista. No hay más que leer la entrevista que menciono atrás para descubrir a un profundo analista de la realidad, un científico experto de la sociedad en que vivimos, un pozo de profunda sapiencia, repleto de conocimientos y argumentos. Es ironía, claro. Pero, para los zafios defensores del gobierno, cualquiera con mucha mala baba y capacidad de insultar a la izquierda es un verdadero ilustrado. Y en el comentario de la fotografía, y de otras más, nos lo ha demostrado.

Una pena que el gobierno no vaya a hacer caso de los miles de españoles y españolas (sí, también son españoles, aunque no sean del PP) que han salido hoy a la calle y que siga ensimismado en su congreso a la búgara, que han celebrado (y nunca mejor dicho) en Sevilla. Ellos van a lo suyo, a sus dogmas, sus cargos y sus prebendas. Está claro que la calle no debe parar en mostrar su parecer ante la obcecación gubernamental, por muchos insultos que los ciudadanos recibamos por respuesta.

3 comentarios:

  1. Pues esto es lo que hay, es lo que ha votado el pueblo soberano, en nuestro programa electoral es lo que viene, y si esto os ha parecido una burrada, preparaos para los presupuestos.

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  2. Así, con dos cojones. Que quede claro. Razón de más para protestar e impedir que en Andalucía vaya a ganar el PP.

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  3. Por cierto, ¿en qué parte del programa electoral estaba la subida de impuestos: IBI e IRPF? ¿O la prevista nueva tasa para la justicia?

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