Miércoles de ceniza, como Dios manda

Sí, señor Rajoy, no ponga esa cara. Hoy es miércoles de ceniza. Y ceniza en la frente es lo que usted se merece. Después de habernos engañado con los impuestos, con el empleo, con el déficit de las administraciones públicas, con la revisión de las pensiones, con la rebaja de la indemnización por despido. Después de la represión de los estudiantes en Valencia o los engaños en educación para la ciudadanía. Después del retroceso en todos los aspectos: educativo, social, sanitario, de libertades públicas y derechos sociales, por la reforma laboral, en justicia, con el aumento de las desigualdades... Encima, después de amenazarnos con que lo peor está por venir, retrasando la presentación de los presupuestos generales del estado a que pasen las elecciones en Analucía y en Asturias, para que no nos asustemos más y les votemos, sin pensar en las consecuencias. Cuando entonces nos recortará más servicios públicos y seguirá subiendo impuestos, aunque no sirva para nada y nos advierta de que el paro va a subir más este año. Con estos precedentes, usted debe quitarse ya el disfraz de "patriota". Ya se acaba el Carnaval. Porque se merece que haga honor a sus creencias, que se ponga un hábito penitencial, se postre ante nosotros, cubierto de ceniza, y practique el ayuno y la abstinencia. ¡Arrepiéntase, Mariano! Y sobre todo, rectifique. Como Dios manda.