La foto del viernes: trabajadores andaluces

Andalucía se encuentra con su destino el próximo domingo. El 25 hay elecciones y volvemos los ciudadanos a decidir nuestro futuro. Andalucía ha cambiado mucho en los más de treinta años de autonomía. Éramos solo una región agrícola y pesquera. Ahora nuevos sectores se han abierto camino en nuestra economía. El PER ayudó mucho a fijar a la población, que en los años 70 y 80 solo tenía como salida la emigración. También se superaron épocas de caciquismos antiguos y modernos. Nuevos yacimientos de empleo surgieron, y en los últimos años, sobre todo, con los servicios de atención social y las nuevas tecnologías. Pero Analucía tiene también sus problemas. Lo mismo que se crearon muchos empleos en los últimos años, también la crisis los ha destruído. Muchos trabajadores salieron del sector agrícola, para pasar a la construcción, además del sector servicios, con el turismo como motor ya tradicional desde los años 60. Ahora, los que vuelven al campo, como refugio, se encuentran que no hay trabajo. Antes se emigraba para trabajar, ahora son personas de otros países los que vinieron a ocupar el lugar de los andaluces que encontraron otro empleo. Y ni la llamada agroindustria es capaz de absorber toda esa mano de obra. El campo no es la solución única de futuro.

No estamos para bromas. Hay mucho paro. Así que ofrecer procesiones, turismo barato y más "ladrillos" no es la receta segura. Ya fracasó este sistema. Por eso no es aceptable volver a los tiempos del desarrollismo teledirigido por el estado, como en los tiempos de la dictadura, felizmene superada. Hay que mirar al futuro. No vale la vuelta al pasado de los años 90. Y tenemos que ir por un camino seguro. Buscando empleo, sí, pero de calidad, basado en una economía sostenible, con diversificación en los sectores productivos, con competitividad pero con justicia social. Primando la educación, la innovación y la defensa de los servicios públicos. Ese es el reto que tenemos y lo que toca decidir.