miércoles, 29 de agosto de 2012

El fotógrafo de toda la vida


Se llama Ángel Román. Se llama a sí mismo "El minutero segoviano". Lo vimos allí en Segovia, en su improvisado estudio de la Plaza de Medina del Campo, junto a calle Juan Bravo, bajo la estatua del noble comunero castellano que se alzó en armas en la llamada Guerra de las Comunidades de Castilla, contra Carlos I de España y V de Alemania. Su cámara fotográfica es una de las antiguas, de las de placa.  Una caja montada sobre un trípode, con un cubo colgando, con su objetivo y una manga. En ella nos dice que está a nuestro servicio desde 1942. Todo un vestigio histórico en el casco antiguo de esta ciudad. De los pocos "fotógrafos minuteros" que quedan. Tal vez el más veterano.


Estaba hablando, cuando llegamos, con un músico callejero, mientras limpiaba su instrumento de trabajo. Preparaba la escena para sus fotografías. Con su bata impecable y su bigote de otras épocas. Nos promete hacernos "Retratos y reproducciones. Se entregan en el acto. Para pasaportes, carnets y kilométricos". Añade que "Se retrata por encargo a domicilio", también. 


Así que no tendremos que colocarnos tras alguna de las vallas o telones con el dibujo tradicional, esos fondos y decorados ingenuos, entrañables, que situó en la fachada del estanco. No vi el tradicional caballo de cartón, pero seguro que lo tenía por allí. Se les llamaba minuteros porque te hacen la foto, la revelaban inmediatamente, para lo que guardan los productos necesarios en la caja de la cámara, y te la entregan "al minuto". Ya tienes tu recuerdo en el acto. No me pude resistir a hacerle unas fotografías, esta vez con la cámara digital. Seguro que más de una vez ha dicho eso de "mira al pajarito", esperando que se impregne bien la imagen. Un monumento más en esa preciosa plaza castellana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario