Adiós, Alfredo

Tranquilos, no es que está abominando de Rubalcaba, por la deriva que está viviendo el PSOE en los últimos tiempos. No. Me refiero a Alfredo Landa, que acaba de fallecer. Un actor en toda regla. Un personaje indispensable en el mundo de la interpretación, sobre todo en el cine español, durante más de 60 años. Todos recordaremos sus películas eróticas y cómicas, que le valieron el ser considerado un paradigma cinematográfico, origen del llamado "Landismo". Nada de lo que presumir, por cierto, aunque comprendamos que él se sintiera orgulloso de ello. Recordemos, por ejemplo, su famosa "No desearás al vecino del quinto", película cuyo cartel vi de niño en las carteleras de los cines locales, y que estuvo anunciándola mucho tiempo en los cines de toda la España de los 70. Un producto típico y tópico de los finales del Franquismo y de ese cine que se propagó en la llamada "Apertura" y con el "destape".

A mí me gusta más recordarlo como "Paco el bajo" en la película "Los santos inocentes", basada en la novela de Miguel Delibes, del mismo nombre, que dirigió Mario Camus en 1984. Junto a unos inolvidables Paco Rabal, Terele Pávez o Juan Diego. Excelente película, espléndida interpretación, magnífico reparto, una obra inolvidable. Allí nos demostró que era un sólido intérprete, que hacía tanto papeles cómicos, como dramáticos y serios. Descanse en paz.