¡Madre mía, cuanta hipocresía ! Después de lanzar todas sus iras contra las plataformas de afectados por las hipotecas por los escraches a los cargos públicos del PP, las mismas "fuerzas vivas" conservadoras lanzan uno al mismo Ministro de Justicia para que derogue el aborto en España. Se quejaban de que los escraches eran coacciones, kale borroka, acoso a los políticos y a sus familias, especialmente, a los niños que estaban o estarían en sus casas llorando, asustados. Ahora son ellos los que asustan a los niños para "acosar" y forzar a Ruiz Gallardón a que derogue la ley del aborto. Y lo hacen llenando de vallas publicitarias las ciudades donde dicen que mueren "300 niños" cada día como consecuencia del aborto. Meten a los niños por medio de sus "guerras políticas" por el cumplimiento o no del programa electoral, y les meten, de paso, el miedo en el cuerpo con la muerte. Mintiendo, pues no se trata de niños, en el caso del aborto. Y de paso acusan al ministro de permitir esas muertes. Los niños y niñas de verdad, los vivos, los nacidos, verán las vallas y pensarán en Gallardón como en un moderno "sacamantecas" u hombre del saco que mata "niños", 300 al día, en una orgía de sangre y crueldad infantil. ¿No piensan estos "provida" en el miedo, en el susto que meten a los niños (los vivos, los de verdad) cada vez que una de sus vallas? Ese miedo no vale, claro, es un temor "piadoso", no como el de los escraches de los hipotecados.
También han empleado un eslogan que mete más miedo. Dice: "Hay niños que nunca podrán sonreír. Morirán antes. Gallardón..." Otra vez la muerte y, para dramatizar más, nos hablan de sonrisas. No se acuerdan de las sonrisas perdidas de los que sufren desahucios, de los hijos de esas familias cuyos padres no tienen trabajo, o de los que se han quedado desamparados porque su progenitor se ha suicidado, tras el desahucio. No hablan de la sonrisa perdida o no encontrada nunca del niño o la niña que pasa hambre, por ser del Tercer Mundo, o por sufrir las consecuencias de la crisis económica, con la contrapartida de los brutales recortes... que matan gente viva, nacida. Esos no les valen. ¿Y las sonrisas de las madres que morirán por las malformaciones, o las torturadas por las violaciones, esas sonrisas no valen? Solo les valen otras sonrisas, "piadosas sonrisas", para meter miedo de nuevo. Incluso a Gallardón. Más carteles, más vallas, más niños mirando las vallas. ¡Qué miedo! ¡Qué hipócritas!
Lo que no comprendo es que, en pleno siglo xxi no se pueda tener la opción de decidir sobre aspectos que van afectar a una vida.
ResponderEliminarYo en concreto no se si, en el caso de ser mujer abortaría o no, pero lo si tengo claro que debería existir libertad para quien quiera tomar esa decision la pueda tomar.
No seamos hipócritas, quien quiera acceder al aborto va llegar a el, mejor que este regulado y que se haga con unas mínimas garantías
Que obsesión tienen nuestros piadosos gobernantes católicos por los derechos de una célula mientras envían a la exclusión y a la miseria a millones de españoles de las clases más humildes al destruir el estado del bienestar que les permite sobrevivir. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/05/la-vergonzosa-campana-antiabortista-de.html
ResponderEliminares una forma de asesinato solo debería estar permitida en caso de deformaciones, enfermedades o violacion (existen los medios suficientes para no tener un hijo si no se quiere)
ResponderEliminarEstoy contigo y con tus argumentos, Tonino. No es obligatorio abortar, y se debe permitir el aborto en algunos casos, no prohibirlo sin más, como quieren los conservadores.
ResponderEliminarEsa es la base de mi post, Ateo666666. Importa más un feto que una persona nacida y viva, como los niños empobrecidos o las mujeres en peligro de muerte.
ResponderEliminarAnónimo, no es asesinato. El asesinato es un homicidio con agravantes, y en el aborto el primer presupuesto es imposible pues no se trata de una vida humana nacida. Tampoco el aborto debe ser libre en todo caso, yo no estoy de acuerdo, pero sí he sido partidario siempre de una ley de plazos, no solo algún supuesto de permisividad. El PP quiere reducir los casos de aborto despenalizados a menos de los que había desde la despenalización y el Tribunal Constitucional consideró de acuerdo con nuestra constitución. Pero el colmo de lo que ocurre ahora es que los conservadores ultracatólicos simplemente piden la abolición de la ley y que todo aborto sea ilegal, sometiendo a las mujeres a un retroceso histórico en sus derechos.
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