La foto del viernes: la vergüenza de la fábrica de Bangladesh

Hace una semana se derrumbó un edificio en Bangladesh, con unas 2.000 personas dentro. Era una fábrica, de esas que elaboran prendas para empresas occidentales. Eso sí, a costes muy bajos. Bangladesh es el país con costes laborales más baratos en la industria textil, por eso muchas empresas "se deslocalizan" o fabrican allí sus productos, que luego venden por todo el mundo a precios "occidentales", y, por tanto, con unos beneficios elevadísimos. Algunas empresas españolas "trabajan" allí y en otros países del llamado Tercer Mundo, y son ejemplo de "éxito en los negocios". Alguna de ellas también tenía negocios en el edificio que se derrumbó, y algún empresario español (¡Viva la marca España!) sigue siendo buscado por la policía en estos momentos, ya que el derrumbe se debió a la instalación ilegal de cuatro generadores de energía eléctrica en el tejado del edificio. Hasta ahora van ya contabilizados 510 muertos. Nada anormal en un país que ya ha sufrido alguna vez el azote de las desgracias laborales, con resultado de muerte. Y, según, parece, hasta algo beneficioso para algunos "liberales" que escriben en medios digitales. Según este "señor" el que ocurra esto no es bueno, pero sí que se instalen allí empresas, como las españolas, porque, aunque paguen poco, dan mejores sueldos que en trabajos locales y eso hará que "se hagan ricos", "como España" ( "Todos los países que hoy son ricos han pasado por eso. España también") con lo que mejorarán sus condiciones laborales luego. Cuando sean ricos... como en España. Eso dice este tipo, que somos ricos. Como si todos fuésemos Amancio Ortega, Adolfo Domínguez, los dueños de El Corte Inglés y demás empresarios que se enriquecen con productos fabricados en los "países emergentes" de Asia y África. Lo que en realidad quieren es que los trabajadores españoles vivamos como los de Bangladesh, que tengamos sus sueldos, sus condiciones laborales, su falta de derechos y sin sindicatos, y que, encima, tengamos que darles las gracias por perdonarnos la vida. Para que luego digan que vivimos por encima de nuestras posibilidades. Ese es su modelo. Una vergüenza.