La Audiencia Provincial de Madrid ha anulado la causa contra Miguel Blesa, por el crédito concedido al anterior jefe de los empresarios, el señor Díaz Ferrán, que había llevado a la cárcel a este hombre. He leído el auto y siento decir que estoy de acuerdo con él. En una primera lectura, claro. Es una pena, pensaremos, pero las razones son aplastantes. El caso se reabrió tras el sobreseimiento por falta de pruebas. Y la reapertura adolece del mismo defecto. No hay pruebas del delito del que se acusaba al ex directivo de Caja Madrid y que motivó la denuncia de Manos Limpias. Ya, cuando se archivó provisionalmente la causa, la falta de las pruebas, que prometió presentar el representante de este colectivo, fue motivo más que suficiente. Y luego, esas pruebas siguen en el limbo, sin llegar a sede judicial. Cosa que impiden legalmente retomar el anterior proceso, con un auto ya firme de sobreseimiento provisional.
No me extraña. Manos Limpias es un grupo que se autodenomina como sindicato, heredero en realidad de un grupo fascista (su máximo dirigente lo fue de Fuerza Nueva) y que acostumbra a usar los tribunales para hacer política de malos modos. Esta vez quería apuntarse el tanto de haber llevado a los tribunales a los mandamases financieros, pero no justificó su denuncia. El caso es que el juez que retomó la denuncia, reabriendo actuaciones, solo se amparó en el papel de Caja Madrid, y su heredera Bankia, desarrollado en la crisis financiera española, preñada de escandalosos casos, sacando argumentos solo de la prensa y hasta de la Wikipedia. Pero eso no es motivo para llevar a alguien a la cárcel. Deben existir hechos concretos, tipificados como delito, y probados. No se puede condenar a alguien por meras opiniones políticas, por muy acertadas o valiosas que sean. Eso es lo que hacen las dictaduras. Por eso no me sorprende la actitud de Manos Limpias, digna de un proceso político, propio de dictaduras, con las que seguro simpatizarán. Es lo razonable y lo justo lo que ha hecho la Audiencia Provincial.
Una oportunidad perdida, por unos chapuzas. Lo malo es que la Fiscalía tampoco ha ayudado a la búsqueda de pruebas, sino más bien todo lo contrario. Parece que ha actuado como la defensa del amigo de Aznar. Razones políticas habrá en ello, debido a su dependencia gubernamental. Y, por desgracia, por la chapuza de unos y por las posibles directrices políticas de otros, hemos perdido la oportunidad de saber algo más de los entresijos de este descalabro financiero que padecemos, y de condenar a los culpables. Aquí siempre ganan los mismos. Aunque, como decía al principio, lo correcto jurídicamente sea lo que ha pasado. Así está España.
Espero que aún se le pueda juzgar por la compre del banco de Florida, en fin qué "suerte" tiene Blesa si por esta anulación se libra de otras causas de las que sí hay pruebas.
ResponderEliminarMe temo, Quinto Forajido que la chapuza es de tal alcance que contamina también este caso del banco de Florida. Al menos eso entiende el Fiscal, que pidió esta mañana la libertad inmediata de Blesa, encarcelado por este caso. El auto de ayer declara nulos también los actos que se deriven del primer caso. Y eso es lo que entiende el fiscal.
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