domingo, 9 de febrero de 2014

Conductor "solidario"


Algunos conductores tienen la mala costumbre de infringir las normas de tráfico y seguridad vial. Algo que está mal, pues el fin de esas normas es permitir una circulación fluida y segura, respetuosa de todos los que usan las vías. Algunos de entre estos infractores, cuando ejercitan su "deporte preferido", aparcar donde está prohibido (conscientes del daño que hacen), intentan paliar ese daño advirtiendo con notas en los parabrisas a los perjudicados del lugar dónde se encuentran, a fin de que les avisen para retirar el vehículo que estorba. Es lo que ocurre algunas veces cuando aparcan en doble fila, impidiendo salir de su aparcamiento a los conductores que sí han respetado las normas de estacionamiento, o cuando se sitúan en la entrada de las cocheras, con reserva de aparcamiento señalizada. A estos infractores son los que llamo conductores "solidarios", con cierta sorna, claro.


Otro tanto pasa como en el ejemplo de la fotografía que encabeza esta entrada. Un coche está aparcado encima de la acera, algo prohibido y muy molesto para los peatones que deben circular por ella. Es en una vecina localidad, cuya identidad podemos conocer por la nota que dejó en el parabrisas. Una nota no manuscrita, sino redactada mecánicamente, para ser usada de forma frecuente, se supone. El conductor nos avisa de que está en el hogar del pensionista (aunque su redacción y ortografía son evidentemente deficientes) y nos anota sus números de teléfono. Entendemos a duras penas que dice "Posadas a 12 de 2014 (no sabemos de qué mes es ese doce). Si te estorba el coche (estorba el coche, por supuesto,  porque corta el paso, y la redacción también, ya que hay que leerla con detenimiento para comprenderla) estoy en el hogar del pensionista, y mi número de móvil..." y nos deja dos números (que he borrado parcialmente, por respeto a la intimidad del infractor), uno de teléfono móvil, pero con 8 dígitos (con lo que es imposible completar la marcación) y otro de teléfono fijo, al que le sobra un dígito. O sea, que muy solidario, pero no podemos avisarle por teléfono. Como no nos pasemos por el hogar del pensionista, no lo encontramos.Y encima nos quedamos con la duda del segundo teléfono. ¿Si está con sus compañeros de jubilación en el centro de día, para qué nos deja su número de teléfono fijo, si no nos puede contestar? Misterios de la seguridad vial.

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