En las "primarias" de ayer a secretario general ganó Pedro Sánchez. Le felicito, aunque yo haya avalado y votado a Eduardo Madina, no por considerarle el mejor, sino por ser el que me parecía como el más capacitado para cambiar a un PSOE en horas muy bajas. Pérez Tapias representaba una opción que nos cerraba posibilidades, pues no creo que debiésemos competir con IU o Podemos por su electorado. Se ganan las elecciones sumando el voto de tu electorado de clase al de las clases medias y éstas huyen de radicalismos. Sánchez aparecía como el candidato del aparato, que encabezaba la "triunfante" (internamente) Susana Díaz. Algo que no me gusta: el refuerzo de los aparatos, las oligarquías que hacen inviable el control democrático por los afiliados. Pero los militantes han podido escoger libremente y directamente, por primera vez, al candidato a ser elegido secretario general en el Congreso, y lo han hecho. Algo positivo que no se da en otros partidos. Ahora toca ratificar la voluntad de los votantes en el Congreso.
Pocos mensajes claros han ofrecido los candidatos para conseguir el voto. La "ilusión" es la palabra más repetida. Por todos los candidatos. E ilusión hace falta para lanzarse a ganar una batalla electoral. Espero que consigan también ilusionar a los votantes, cada vez más remisos a darnos su apoyo, como demuestran los resultados, elección tras elección. Sin embargo algunas promesas se han efectuado. Lo positivo sería que no defraudásemos a los posibles electores externos incumpliendo esas pocas promesas, hechas hacia nosotros mismos. Los ciudadanos están hartos del cinismo del mensaje que considera que los programas electorales están para incumplirlos. Quieren promesas que se hagan realidad. La falta de credibilidad es el hándicap con que se enfrenta nuestra formación desde hace años. Por esos el nuevo secretario general, recién votado, debe mantener sus compromisos. Concretarlos, sin vulnerarlos, y hacerlos efectivos. A pesar de su dificultad, cosa que pondrán pronto de manifiesto los adversarios, para restar solidez al futuro dirigente, cuando, por ejemplo, se presente frente a Rajoy en el Congreso de los Diputados. Dura prueba de fuego le espera.
Me duele que un personaje como Pedro J. Ramírez estallara de alegría ayer al conocer el resultado. No quiero creer que éste era el candidato de la derecha y sus voceros mediáticos, que denigraron a Madina tachándole de radical. El tiempo lo dirá. Ahora toca sacar al PSOE del pozo en que está metido. Sánchez tiene una difícil tarea. Si es verdad que tiene un proyecto y no es un simple poder vicario. Las bicefalias no han dado buenos resultados en el PSOE. Ya va siendo hora de que dejemos de mirarnos el ombligo y conectemos con la ciudadanía. Si no, el PSOE dejará de ser un partido necesario. Y los "lobos" están aguardando algo más de debilidad en la presa, para hacer su ataque final.
No sé..., no sé..., Francisco Javier. (?)
ResponderEliminarTú eres afiliado. Yo no. A ti te corresponde, quizá, ser un poco más esperanzado y forofo que yo de cara a este PsoE.
Yo sólo puedo ir en estos momentos de pseudo-profeta para decir:
«Quizá se esté dando el raro fenómeno de que un Pablo Iglesias esté minando y desmoronando al partido que fundó el otro Pablo Iglesias.
No sé..., no sé...
No te creas que tengo mucha esperanza. Sigo siendo pesimista, Jesús. Tengo que ver el cambio, con hechos no con "caras bonitas".
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