Había una serie de televisión que se llamó en España "Vacaciones en el mar". En ella una divertida tripulación hacía las delicias de los pasajeros en un crucero, con episodios de diversión, humor, romanticismo, toques ingenuos y algo horteras, y mucho amor. Algo que daba una imagen edulcorada y optimista de los viajes en barco.
Un barco de diferente naturaleza del de la serie, el buque-escuela Juan Sebastián Elcano, por aquellas fechas ya era sobradamente conocido, saliendo regularmente también en la televisión, y provocando oleadas de admiradores que iban a los puertos donde recalaba para ver su majestuosa figura y las maniobras que hacían sus tripulantes. Hoy ha sido noticia, sin embargo, por otra razón. Se han descubierto 127 kilos de cocaína en su interior y se han detenido a los responsables del cargamento. Parece que algunos guardiamarinas han decidido hacer frente a los recortes presupuestarios y retributivos haciendo negocio con el tráfico de drogas. De ser esos honrados militares que creíamos han pasado a ser fantoches, más parecidos a chuscos imitadores de marineros de carnaval o festivaleros boys disfrazados de marinos, dispuestos a alegrar las noches de los pasajeros con grandes dosis de la droga colombiana. Así se habrán sacado un sobresueldo. Sobres, sueldos... El Juan Sebastián Elcano cambiado por el Princesa del Pacífico (el nombre del barco de Vacaciones en el mar) en plan cártel de Medellín. Marca España.
Lo mismo cambian también el lema de "Todo por la Patria", por aquel que hicieron célebres hace años el grupo Siniestro Total, como título de un tema relacionado con la cocaína: "Todo por la napia". No ganamos para berrinches. "Esnif, esnif, todo por la nariz".
Según explica un militarote de alta graduación de la Armada, toda la culpa es de las gentes que visitan el barco cuando atraca en cada puerto del mundo. ¡Claro!, como no se los vigila ni se los cachea a la entrada del velero, pues luego pasa lo que pasa. Esos 127 Kg. de cocaina, seguro, seguro, seguro, que los han ido metiendo en el buque escuela, la gente que lo visitaba, tacita a tacita.
ResponderEliminarLa explicación no puede ser más convincente.
Ya se sabe, Jesús, que las hormigas, poco a poco llenan sus hormigueros de comida para todo el invierno. Así que estas hormiguitas han almacenado tal cantidad de la misma manera... y nadie se ha dado cuenta. Claro. Para que luego digan que los españoles no somos laboriosos. Como las hormigas.
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