¡Qué lejos quedan las sonrisas de la foto! Esta imagen corresponde al pleno del Congreso de los Diputados del 11 de febrero de este año. En esta sesión se debatió y votó una proposición del Grupo parlamentario socialista en el que se pedía la retirada del anteproyecto de ley sobre el aborto que había redactado el Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón. La proposición fue rechazada por la mayoría absoluta del PP, a pesar de la maniobra socialista de que se votase en secreto, pues se conocían las discrepancias de diputados del PP, especialmente de diputadas, alguna tan conocida como la ex-ministra Celia Villalobos. La maniobra no salió bien y sus señorías gubernamentales votaron con disciplina militar contra la petición de retirada. Ello provocó esas risas y aplausos que vemos en la foto, al conocerse el resultado proclamado por el presidente de la cámara baja, cuando la bancada popular estaba ya vacía, pues tenían mucha prisa por abandonar el hemiciclo por la hora. Entonces apoyaron al ministro "progre" (según la parte extrema de estribor de los medios de comunicación), pero ahora, tras el batacazo de las elecciones europeas y los resultados de las diferentes encuestas que manejan, parece que van a abandonar este proyecto estrella, como también el de dar las alcaldías a las listas más votadas, sin posibilidad de pactos. Gallardón, del que su padre dijo aquello de que “la gente dice que yo soy de derechas, pero el que de verdad es de derechas es mi hijo”, es un lastre que quita votos, así que le han dejado de lado, sin esas sonrisas ni los aplausos de la foto. Solo la Iglesia católica ha salido en su defensa (más bien en defensa de su proyecto y queriéndolo endurecer). Gallardón va a esperar a ver lo que pasa con el referéndum escocés y sus repercusiones en Cataluña para anunciar una decisión. Muchos ya lo consideran un cadáver político. Demasiado a estribor, demasiado a la derecha. Si el rey Juan Carlos se tuvo que marchar para limpiar la imagen de la monarquía, ¿qué hacer con Gallardón? ¡Qué lejos quedan las sonrisas de la foto!
Seguro estoy que con Gallardón ya no quiere trato ni el mismísimo Sabina.
ResponderEliminarA este trepa yo no le quieren ni los suyos.
¡Qué penita más grande, madre mía!
Espe estará contenta, seguro. Como lo está Federico.
ResponderEliminar