martes, 7 de octubre de 2014

Coche eléctrico


El coche eléctrico, como sustituto de los automóviles que consumen combustibles fósiles, intenta desde hace tiempo hacerse un hueco. Hay campañas que promueven que se extienda su uso, por no ser contaminante. Lo que ocurre es que todavía no consiguen las prestaciones, sobre todo en velocidad y autonomía, que tienen los vehículos tradicionales que se mueven con gas-oil o gasolina. De ahí que se intente su introducción con los llamados modelos híbridos, que combinan el uso de diferentes fuentes de energía. El coche eléctrico parece un invento moderno, que ha contado con los obstáculos de los fabricantes tradicionales, influenciados por los productores de combustibles fósiles, deseosos de no perder un suculento negocio, pues sigue dando más beneficios este sistema de propulsión (aunque por los precios que se alcanzan últimamente en España, la luz eléctrica pronto será un artículo de lujo). Sin embardo, desde los primeros tiempos del automovilismo ya hubo quien ideó motores eléctricos para impulsar sus vehículos. Es lo que nos demuestra la fotografía que he encontrado en la red, donde vemos cargar un coche antiguo. La foto es de 1905, ni más ni menos. Ya había entonces coches eléctricos. Pero las grandes empresas del petróleo consiguieron frenar su desarrollo. Todavía queda una larga lucha para conseguir que nos desplacemos sin contaminar nuestro medio ambiente, me temo. 

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