martes, 9 de diciembre de 2014

Imán Califato Independiente


Uno de los grupos famosos del llamado rock andaluz de los 70 y 80, que tuvo un vida muy corta, fue Imán Califato Independiente. Un grupo al que clasificamos dentro del rock sinfónico o progresivo, que basaba su música en el flamenco, el jazz y las melodías árabes. Sacó dos álbumes, el primero en 1978, el del mismo nombre que la formación, y el de 1979, Camino del Águila. Me compré los dos LP en su día. El primero me cautivó con su sonido oriental. El segundo me encantó, por su deriva jazzística. Era la época en que se revalorizaba "lo andaluz" entre la juventud de la que formaba parte, reivindicando su cultura y una identidad propia en la que basar la exigencia de autogobierno de Andalucía, en plena marea autonomista en toda España. 


La Constitución del 78 abría el camino a la autonomía de las regiones y nacionalidades, y Andalucía buceaba en su pasado buscando un origen en el que basar sus aspiraciones como pueblo, al mismo nivel que Cataluña, Euskdi y Galicia. La historia nos deparaba un anclaje donde encontrar la "singularidad": el pasado musulmán, donde Al Ándalus fue reino peninsular independiente. Esa historia y la pervivencia de la cultura islámica en Andalucía (en la lengua, la arquitectura, la cocina, las costumbre, etc.), mezclada con la civilización traída por los reconquistadores castellanos, hacían posible encontrar "nuestro hecho diferencial". Así que no era extraño que en la música que se hacía en aquellos tiempos se admitiesen influencias tanto del folclore más cercano (el flamenco sobre todo) como de ese pasado perdido, aunque no del todo, pues era reconocible en nuestras tradiciones.


Imán Califato Independiente(el nombre en sí es ya una declaración de principios radical) supo captar esas aspiraciones en el terreno musical, con estas dos obras maravillosas musicalmente hablando. Sus melodías nos transportaban a mundos perdidos, a cuentos de las mil y una noches, nos transportaban a oasis y palacios califales repletos de columnas de mármol y arcos de herradura y capiteles de nido de avispa, a la mezquita, a Medina Azahara, a los arrabales bulliciosos de vida, a los zocos, medinas y a los paisajes ribereños del Guadalquivir o las Sierras de las Alpujarras, a la Giralda con su mezquita intacta, a la Alhambra, a las moradas de los filósofos, los alquimistas, los médicos, los artesanos.... un mundo que creíamos idílico y mejor que el que nos había tocado vivir. Una visión irreal, pero que pensábamos como deseable objetivo a conseguir, alentados por los relatos de los autores románticos, algunos historiadores y los escritos de Blas Infante. Un mito como otro cualquiera que endulzó aquellos años, luego regados por la dura realidad de construir una nación con escasos medios, lejos ya de idealizadas visiones de un pasado que no fue tan hermoso como nos lo pintaban.  


Imán Califato Independiente estuvo formado por varios músicos de gran calidad: Iñaki Egaña (bajo), Manuel Rodríguez (guitarra), Kiko Guerrero (batería) y Marcos Mantero (teclados). En 1980 se disolvió la banda, recalando sus componentes en diversos proyectos, de variada índole musical.


Hoy me he enterado que el teclista del grupo, el sevillano Marcos Mantero, ha muerto con 63 años, el pasado día 7. Mantero siguió su carrera musical, tras dejar Imán, en varias formaciones. Primero con Manuel formó Mantero y Rodríguez S.L., dúo de escasa vida. Más tarde se incorporó a Alaska y Dinarama, sustituyendo a Ana Curra. Estuvo también acompañando a Gualberto, Hilario Camacho, Lole y Manuel y a Joaquín Sabina. Un músico incansable que nos regaló hermosos sonidos salidos desde sus teclados. Descanse en paz.

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