Se fue Amparo Baró, la actriz menuda y temperamental. Una de esas "monstruos de la escena" que siempre disfrutamos y que siempre añoraremos. Hace unos días murió también Anita Ekberg y todos la recordábamos por su sensualidad, su físico imponente que la encasilló en un tipo determinado de papeles. A Amparo Baró su físico le encuadró en otro tipo de personajes (aunque en su etapa juvenil no fuese fea precisamente). Papeles seguramente de mayor calidad, aunque no le reservase papeles de protagonista más apropiados para el mundo de la fama.
A Amparo la recordaré (la recordarán muchos de mi edad o más jóvenes) como la Sole de las serie de televisión Siete Vidas, donde hacía de la madre gruñona de Paco (Javier Cámara), el vecino del primer protagonista de la serie, David (Toni Cantó), el que se despierta tras varios años en coma, totalmente perdido entre los acontecimientos de una España que no conoce. Una matrona con la que muchos identificarán a su progenitora.
A Amparo la recordaré (la recordarán muchos de mi edad o más jóvenes) como la Sole de las serie de televisión Siete Vidas, donde hacía de la madre gruñona de Paco (Javier Cámara), el vecino del primer protagonista de la serie, David (Toni Cantó), el que se despierta tras varios años en coma, totalmente perdido entre los acontecimientos de una España que no conoce. Una matrona con la que muchos identificarán a su progenitora.
Amparo hacía un personaje con el que la gente le reconocía: una madre típica que simpatizaba con el comunismo de Santiago Carrillo. Algo que no era realidad, aunque tampoco se sintiese en la "orilla" opuesta, como le catalogaban otros. Era persona de carácter y actriz de raza, con una larga trayectoria profesional. Seguramente esas collejas que le hicieron famosa, podrían definir su temperamento. Además de actriz de televisión fue habitual en el teatro, más que en el cine. Hasta se enfrentó a más de uno de esos monólogos humorísticos tan de moda en los últimos años. Una artista tradicional y moderna, al mismo tiempo. Su figura menuda y su voz peculiar serán difícil de olvidar. La marcha de "Sole" nos deja un poco huérfanos.
Bonito panegírico de Amparo Baró.
ResponderEliminarUna de las eternas segundonas que goza el cine y el teatro español.
Esos eternos segundones son los que dan empaque y categoría a la escena española.
Se nos van..., como todos nos iremos. Más ignorados, más recordados (?)
A Amparo, muchos la recordaremos siempre como uno de los actores de lujo del elenco segundón español.
Y que conste que "segundona" va con todo cariño, respeto y positivismo. ¿Qué sería de las escena sin los segundones de lujo?
¡Hurra por tu artículo!
Gracias. Un Lujo de actriz. Lo comparto. Un lujo necesario el gran elenco de secundarios. Sin ellos las historias se quedan incompletas.
ResponderEliminar