viernes, 20 de marzo de 2015

La foto del viernes: el eclipse de sol


El 11 agosto de 1999 hubo un eclipse de sol coincidiendo con lo que los astrólogos llaman una gran cruz cósmica (los planetas, para ellos, importantes forman una disposición en forma de cruz, según se ve desde la Tierra, que dicen que trae importantes consecuencias). Se habló mucho antes del suceso, como suele ocurrir, sobre las posibles transformaciones o desgracias que nos iba a ocurrir. Ese fenómeno de la cruz cósmica se ha ido repitiendo luego, así como los eclipses, que tanto miedo han dado siempre a los supersticiosos, en la historia de la humanidad. Como vemos, los aciagos vaticinios que nos pronosticaron no han ocurrido, incluido el famoso fin del mundo que algunos veían en una estela maya, que tenía que haber pasado en 2012, se quedó "aparcado".


Hoy hemos vuelto a ver otro eclipse de sol. De aquel de 1999 recuerdo haber salido a la calle en el momento en que tuvo lugar, y comprobar cómo la luz solar tomaba una intensidad extraña y como una "oscuridad" o penumbra se apoderaba del ambiente. Se encendieron las farolas del alumbrado público y, algo que me llamó la atención, fue cuando iba por mi antigua calle (muy tranquila) y los grillos empezaron su canto, rompiendo el silencio, como si fuese de noche. Me encantó. 


Hoy se han encendido farolas, aunque no sé si por estar por aquí los técnicos municipales repasando averías. Y he podido sacar algunas fotos del eclipse, con la ayuda de unos filtros, además de presenciarlo, sobre las 10 de la mañana, a pesar de las nubes (que también han ayudado como si fuesen un filtro natural). Sin duda, nada malo ha pasado, que yo sepa, al menos con causa en este fenómeno cósmico. Solo sé de la salida del invierno y la entada en la esperada primavera de esta noche, algo que iba a ocurrir de todas maneras, hubiese o no eclipse. Y, hemos podido pasar un buen rato comprobando cómo la naturaleza sigue creando belleza.

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