martes, 10 de marzo de 2015

La LOMCE y la asignatura de religión, la trampa


Mucho se está hablando de los contenidos de la asignatura de religión, a raíz de la publicación en el BOE, algo que sonroja a cualquiera que quiera ver algo de coherencia en los contenidos del sistema educativo. Pero hay algo de lo que no se habla, pero que ha empezado a ser polémico. 

Con el diseño de la LOMCE ha cambiado el esquema de las asignaturas, previendo tres tipos: Asignaturas Troncales, donde el Gobierno de España, determina los contenidos comunes, los estándares de aprendizaje evaluables y el horario lectivo mínimo; Asignaturas Específicas, (entre ellas la Religión). donde los Gobiernos Autonómicos, determinan los contenidos comunes, los estándares de aprendizaje evaluables y el horario máximo, y Asignaturas de Libre Configuración Autonómica, donde los Gobiernos Autonómicos, determinan los contenidos comunes. El problema surge cuando el gobierno del PP, a través del Ministerio de Educación, ha aprobado una Orden donde se establece el horario mínimo para la religión de 45 minutos y algunas comunidades, como la andaluza, ha acordado que ese sea el horario lectivo para la religión, lo que supone una disminución de tiempo, respecto a la actual, y el que haya diferencias de tratamiento, según comunidades.

Además del cabreo entre los representantes de la Iglesia, por esta reducción no prevista, nos encontramos con que los profesores de religión, contratados por el Ministerio en función de sus horas lectivas, van a ver reducidos sus contratos, y sus emolumentos. Los enchufados de los obispos (no pasan por ninguna oposición como el resto del profesorado regular y son designados por el ordinario de la diócesis, para ser contratados posteriormente) están que trinan, y están incluso asistiendo a reuniones de claustros, a las que antes no asistían, por no tener obligación (como tampoco tienen otras en los centros escolares, como, por ejemplo, vigilar en los recreos), porque, en el caso de Andalucía, la Junta ha "pasado la pelota" a los centros, dejando en manos de los claustros de profesores el que se pueda aumentar el horario de religión. Y, como eso es a costa de otras asignaturas, que muchos docentes consideran más importantes, se están encontrando con la oposición de los demás maestros y maestras. 

Estos que tan felices estaban con su gobierno nacional-católico, se están dando cuenta que la ley tenía su trampa. Y están ya de movilizaciones, aunque se dirigen más a la Junta que al verdadero responsable de la reducción de su asignatura. Para que luego les sigan votando.

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