Como la polémica que comenté ayer continúa hoy, como temía, me he interesado por un detalle que ha pasado desapercibido. Tras el busto retirado del anterior rey, Juan Carlos I, en el salón de plenos del ayuntamiento de Barcelona, hay un cuadro, con un enorme marco. Su estilo es de finales del XIX o de principios del silgo XX. En él se ve a una dama con un niño. He buscado en la red a quiénes pertenecen las efigies y me he llevado una sorpresa. El cuadro es del pintor Francesc Masriera y lo realizó en 1888, por la visita de Maria Cristina y de Alfonso XIII a la Exposición Universal que tuvo lugar ese año en la ciudad condal. María Cristina de Habsburgo-Lorena, era la viuda de Alfonso XII, regente durante la minoría de edad de Alfonso XIII, el abuelo de Juan Carlos I. Y son los representados en el cuadro, que, por cierto, dan nombre al salón de plenos, llamado por ello el Salón de la Reina Regente. Ese retrato de la regente y el rey menor de edad no ha sido eliminado, como el busto de Juan Carlos. Así que el salón de plenos sigue siendo presidido por la efigie del rey, aunque sea un rey histórico, como ha ocurrido, por cierto, desde junio de 2014. Ada Colau podría usar esta excusa para oponerse al requerimiento efectuado por la Delegación del Gobierno del Estado, ya que no lo ha efectuado antes, a pesar de no haber retrato de Felipe VI desde su proclamación como rey de España en junio del pasado año. Como se ve, la polémica es del todo artificial. De ataque a la monarquía y conjura republicana, nada de nada: el rey bisabuelo y la tatarabuela del rey actual siguen presentes en el salón de plenos de Barcelona.
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