Parece que este mes de agosto va siendo también rarito, como lo fue julio pasado. Eso sí, en sentido opuesto. Julio fue más caluroso de lo normal y agosto más fresco que otros años. Incluso en muchas zonas de nuestra península hemos tenido que echar mano al paraguas, porque la lluvia, ya sea en forma de tormentas, ya de chubascos más propios del invierno o la primavera, ha hecho su aparición. Como le ha pasado a esta chica, que ha tenido que agenciarse este instrumento protector contra la lluvia. ¡Fíjense qué monda de paraguas! Aunque sea en blanco y negro. Seguro que le costó bien caro. Como los zapatos de tacón que contrastan con el vestido. ¿Y las gafas de sol? ¿para qué las querrá si está nublado?
¡Ah! ¿que no se habían percatado de estos detalles? ¿ni siquiera del paraguas? Si ya lo digo yo... ¡cómo está el verano!
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