Con Susana Díaz ya de baja por maternidad, el gobierno de la Junta de Andalucía sigue con los nombramientos en altos cargos de las Consejerías y en las Delegaciones territoriales de éstas en las provincias. El consejo de gobierno de hoy ha desvelado diversos nombres de nuevos delegados y delegadas... y las dudas que manifestaba al conocerse el nombramiento de los titulares de las consejerías se acrecientan, inclinándose hacia la pesadumbre. De la mayoría de las designaciones, en lo referente a Córdoba (mi provincia), tengo poco que decir: más premios a la fidelidad, entre quienes pasan de un cargo a otro por ello. No salimos de la vieja lógica de partido. Es en el área de Cultura donde me he sentido más contrariado, aunque (siento decirlo) no sorprendido.
Desde que supe que Rosa Aguilar se hacía cargo de la Consejería de Cultura varias interrogantes me asaltaron y así lo expresé en mi entrada del día 17 de junio pasado. "¿Incluye el patrimonio histórico monumental? Me pregunto por la Mezquita de Córdoba. ¿Qué hará la nueva Consejería de Cultura con este preciado monumento, cuya titularidad está en cuestión? ¿Mezclará política con religión, en lugar de con la razón y la razón histórica y jurídica? Incógnitas inquietantes." Así terminaba el breve apunte que publiqué ese día.
No hace muchos días la consejera respondió, en una entrevista en un diario provincial, a estas dos cuestiones relativas a este controvertido asunto:
"--La titularidad de la Mezquita ha causado una fuerte polémica con la Iglesia. ¿Cuál es su visión del problema y qué piensa hacer para solucionarlo? ¿Cree que se pueden mejorar las relaciones con la Iglesia?
--Tengo que decir en primer lugar que nosotros no queremos, desde el Gobierno andaluz, confrontar con la Iglesia, de ninguna de las maneras. La Mezquita--Catedral en estos momentos necesita que le demos una oportunidad al diálogo, al diálogo tranquilo, al diálogo pausado, al diálogo de escucharnos todos y cada uno aquello que sentimos y aquello que pensamos. Y, por lo tanto, tenemos que entrar en una fase de tranquilidad para poder dialogar, escucharnos y adentrarnos en una camino necesario para el conjunto de la ciudadanía cordobesa. Queremos ser parte de la respuesta positiva, de la solución definitiva al tema de la Mezquita-Catedral, de manera que la ciudadanía cordobesa se pueda sentir reconocida en esa respuesta, y por eso creo que son tiempos de hablar mucho desde la tranquilidad y desde el sosiego necesario para encontrar las mejores respuestas en términos de ciudad y ciudadanía. Es tiempo de tranquilidad y de dar esa oportunidad al diálogo.
--¿Cómo ve usted el problema de las inmatriculaciones?
--Yo no voy a decir ni una cosa más que pueda suscitar aquello de lo que quiero huir, porque aquí no estamos para confrontar sino para solucionar y, desde esa perspectiva, yo voy a poner en mi responsabilidad como consejera de Cultura lo más y lo mejor para que pueda venir esa respuesta que creo sinceramente que Córdoba espera."
Palabras aún más inquietantes por su ambigüedad. Hoy el Consejo de Gobierno ha nombrado al titular de la Delegación Territorial de Cultura, que lleva aparejadas las delegaciones también de Turismo y Deporte, en Córdoba. La designación ha recaído en Francisco Alcalde Moya. Según el curriculum facilitado por el portavoz del gobierno andaluz:
"Francisco Alcalde Moya, nacido en Córdoba en 1952, es diplomado en Relaciones Laborales por la Universidad de Granada. Desde 2011 es concejal en el Ayuntamiento de Córdoba, donde también es consejero del Instituto Municipal de Artes Escénicas; Consorcio Orquesta; Fundación Córdoba Ciudad Cultural; Córdoba por el Deporte y del Consorcio de Turismo, entre otras.
El nuevo delegado territorial de Cultura, Turismo y Deporte en Córdoba ha desempeñado su labor profesional hasta el 2011 en el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba (Cajasur BBk Bank)."
El texto está anticuado, pues Francisco Alcalde ya no es concejal del ayuntamiento cordobés, al no haber concurrido a las pasadas elecciones locales, y, por tanto, tampoco ostenta los siguientes cargos, que sí tuvo mientras fue concejal (mandato 2011-2015). Y olvida que fue concejal como independiente por el PSOE, siendo en aquel momento una de las "estrellas" de la candidatura socialista, ya que había sido presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba entre el año 2000 y 2008, como se encarga de recordarnos el periódico más carca de la provincia, que, seguro, celebrará su nombramiento. Dicen que entonces fue la misma Rosa Aguilar la que propuso al cofrade, empleado destacado de la antigua Caja de Ahorros de la Iglesia (CajaSur), y dirigente de hermandades como candidato. Y ahora lo repesca para la gestión de los asuntos culturales en la provincia. ¿Algo así como el tradicional nombramiento de destacados católicos en la sede de la embajada española en el Vaticano? Toda una declaración de principios. Y la confirmación de mis temores de por dónde podrá ir el "diálogo" sobre la Mezquita y demás bienes inmatriculados por el obispado cordobés en estos años. Lo siento, pero no puedo ser optimista. Espero equivocarme.
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