Movida promovida por....el príncipe de Mónaco

Esta semana daba cuenta euphorbia splendens y otros medios de la Fiesta de la Rosa, que celebraron en Montecarlo los Grimaldi, como es habitual. Lo novedoso es que el tema central fuese la movida madrileña, o, más bien, sus supervivientes. Protagonistas fueron Pedro Almodóvar, Rossy de Palma, Bibiana Fernández, Alaska y su marido Mario. Aquella época de los 80 en la música española fue de lo más creativo y la etiqueta de "movida" como algo homogéneo fue y sigue siendo algo discutible. Hoy día los supervivientes son la prueba de que aquello fue de lo más heterogéneo, social, artísticamente y hasta políticamente. Fernando Márquez "el zurdo" (fundador, junto a Alaska y Nacho Canut, de Kaka de Luxe) era de ultraderecha, llegando a pedir el voto para la Falange, otros, como Almodóvar o Miguel Bosé, se situaron a la izquierda (no se me olvidarán los conciertos de la Orquesta Mondragón para IU). Alaska estrenó hace pocos días Blog en Libertad Digital, el medio más popular de la derecha radical en la web. Y Almodóvar fue uno de los abanderados contra la guerra de Iraq y miembro de los famosos "titiriteros", imagen de la izquierda.

Lo de la fiesta de la rosa ha sido de lo más insólito. Que estos personajes se presten a espectáculos así puede ser normal para Alaska y su marido, ex-punkarras convertidos al comercialismo desde muy pronto, pero lo de Almodóvar, es un pelín patético. Mejor acordarse de otros tiempos y "otras actuaciones". Vi en televisión a Pedro cantando "Suck it to me", con Bibi y Rossy de coros......pasmante. Seguro que al montón de pijos, que se gastaron un pastón para asistir a la fiesta, les pareció algo atrevido (si es que prestaron atención a la letra, mientras bailaban o bebían el copazo de rigor), pero deberían haber conocido al verdadero Almodóvar cuando cantaba con Fabio McNamara, eso les hubiera causado un infarto...y nos hubiera devuelto al más fresco y libre de los directores de cine de la época. Una lástima.

No sé si cantaron "Voy a ser mamá", cuya versión en el programa La Edad de Oro podeis ver más abajo, pero seguro que, si fue así, al príncipe Alberto (según opinan las malas lenguas) le entró un ramalazo de íntima satisfacción.