viernes, 22 de agosto de 2008

Feria de Agosto de Palma del Río

Ayer se encendió el alumbrado, dando inicio a la Feria de agosto de Palma del Río. Esta es la feria original, procedente de la Edad Media, destinada a la venta de ganados y otros productos agrícolas, y otras mercaderías para los agricultores, que visitaban el pueblo, en la época más libre de los trabajos en el campo.

Feria de Agosto (fin de semana más próximo al día 24)
La Feria de Agosto tiene sus raíces en el siglo XV, y más concretamente en 1451, en que Juan II concedió a Martín Fernández Portocarrero una feria libre y perpetua que durase quince días desde la Asunción de la Virgen, privilegio que sería ratificado más tarde por los Reyes Católicos.


Cuando comenté la de feria de mayo , ya hice alusión a la decadencia de esta feria, donde muchos se van a la playa aprovechando unos días libres, y otros se relajan, ya cansados de ir a las ferias de los pueblos de alrededor (Hornachuelos, Fuente Palmera, Peñaflor, Puebla de los Infantes...), anteriores en su celebración. Por eso el número de casetas cae vertiginosamente respecto a la feria primaveral, agravándose este panorama con el auge del botellón, con lo que los jóvenes solo visitan éstas para bailar sin consumir nada, provocando pérdidas a sus promotores. Como veo en los foros , donde participan esos mismos jóvenes, las quejas por ese declive se repiten con insistencia, al mismo tiempo que presumen de disfrutar de su placer preferido (beber a granel, en el jardín), sin sentirse muchos responsables del hundimiento del invento. Y es que el fin que dio origen a esta fiesta, está más que superado en la actualidad. Sin embargo el ayuntamiento sigue ingeniándoselas para potenciar la feria:

El Ayuntamiento habilita una línea especial de autobús para llegar al ferial

Otra de las novedades es la instalación de una caseta con actividades para niños


No sé qué resultado tendrán estas medidas. Siempre es un problema el que se concentre una masa ingente de personas, intentando aparcar en las cercanías del recinto ferial. La policía local y la grúa no paran en estos cuatro días. Pero tardará el palmeño medio en dejar el coche en su casa y coger el transporte público. Ojalá no sea mucho. Lo de la caseta de los niños, una especie de “guardería” para que los padres disfruten de la feria, me causa más escepticismo. Me temo que las reclamaciones superarán a los halagos de los padres contentos con la innovación. Cuidar a niños es algo muy delicado. Y tampoco confío en la anuencia de los feriantes, quienes, tal vez, consideren el invento como una competencia desleal respecto a sus atracciones, ya en sí mismas muy costosas, con los incesantes requerimientos legales, cada vez más exigentes, en pos de la seguridad (lo que puede significar una “reconversión” del sector en los próximos años). Deseo, no obstante, que estas novedades sean un acierto, por el bien de la feria.

Ayer no estuve en la inauguración. La muerte de una persona conocida, madre de amigos muy queridos de mi novia y míos, desde la infancia, nos obligó a acompañarles en ese trance tan triste, recién ocurrido. Eso va a condicionar estos días, también. Ojalá tengamos un rato, aunque no sea muy grande, para disfrutar algo de la feria, como sí pudimos el año pasado y podéis ver en la fotografía que acompaña a esta entrada (donde muestro el premio conseguido en el bingo, para el ajuar).

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