Montiesquieu elaboró la teoría de separación de poderes base del estado moderno liberal y también del estado social contemporáneo. Las funciones del Estado se reparten entre los tres poderes clásicos, el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Y todos reciben sus facultades del poder único del pueblo (soberanía popular). Las facultades de los respectivos poderes las ejercen personas concretas. La función legislativa la ejercen los parlamentos formados por los representantes de la ciudadanía, elegidos en sufragio universal (en el estado social, pues en el estado liberal, el sufragio lo ostentan los propietarios inscritos en un censo en función de determinada riqueza, de ahí el nombre de sufragio censitario). La función ejecutiva la ejercen los gobiernos, nombrados, a su vez, por su presidente, que es elegido directamente por los electores (régimen presidencialista) o por los parlamentos (régimen parlamentario, como el nuestro). El poder o la función judicial lo ejercen los jueces y tribunales de justicia (ya sean profesionales o elegidos). Todos ostentan la condición de poderes del estado.
Ya protesté en enero pasado contra el anuncio de huelga de los jueces que hoy se está llevando a efecto. Un poder del estado no puede hacer huelga, porque este derecho está reservado a los trabajadores para la defensa de sus intereses. (Artículo 28.2 de la Constitución). Y los jueces no son trabajadores, son los depositarios de ese poder de administrar justicia, que emana del pueblo y administra en nombre del rey (Artículo 117.1 de la Constitución).
Ya protesté en enero pasado contra el anuncio de huelga de los jueces que hoy se está llevando a efecto. Un poder del estado no puede hacer huelga, porque este derecho está reservado a los trabajadores para la defensa de sus intereses. (Artículo 28.2 de la Constitución). Y los jueces no son trabajadores, son los depositarios de ese poder de administrar justicia, que emana del pueblo y administra en nombre del rey (Artículo 117.1 de la Constitución).
Hace años Alfonso Guerra proclamó “Montesquieu ha muerto”, y muchos montaron una buena escandalera. Hoy los jueces, disfrazándose en el papel de meros funcionarios sin responsabilidad alguna en su empresa (el Estado), como si fueran simples trabajadores, están realizando una huelga (a todas luces ilegal) dejando de ejercer el poder con que han sido investidos, renunciando “temporalmente” a él. ¿Se imaginan que un ayuntamiento dejase de ejercer sus funciones “temporalmente”?. ¿Qué no prestase sus servicios?. Los trabajadores municipales sí podrían, pero los concejales, no. Tendrían que dimitir y ser sustituidos por otras personas que ejercieran sus facultades. Si no, dejarían de ser poder ejecutivo. Esto es lo que están haciendo hoy los jueces, pero sin dimitir. Hoy los jueces son los que han matado la división de poderes, renunciando “temporalmente” a sus facultades. Hoy los jueces han dictado una única sentencia: son ellos los que han condenado a muerte a Montesquieu. Hoy, de hecho, son los que han sentenciado: “Montesquieu ha muerto”.
EL MUNDO AL REVÉS
ResponderEliminarCreo que tienes mucha razón, F.J. con lo que dices. Al menos yo, sintonizo totalmente con ello.
Pero no para todo ahí, no; creo que con el esperpento de la juerga de los huelgos, empieza un nuevo hito en la historia de este España, antes llamada país. Ya sabes:
«España es diferente» o «España y yo somos así, señora».
Y muy pronto ocurrirán muchas jitanjáforas...
http://bargas-la-sagra.blogspot.com/2008/12/bargas-la-sagra.html
...que vendrán a decir cosas como:
Ahora que los ladros perran,
ahora que los cantos gallan,
ahora que albando la toca
las altas suenas campanan;
y que los rebuznos burran,
y que los gorjeos pájaran
y los huelgueces juecean,
o monteran en las cázaras
. . . . . . . . . . . . . . . .
O sea, para decírtelo más claramente:
"No por mucho tempranear amanece más madruga."
Repud y salútica
Joder , Jesús, "me piernan las tiemblas" sólo de pensarlo.
ResponderEliminar