Cerdos investigadores

"En todas las explotaciones, los animales disponen de acceso permanente a materiales que permiten el desarrollo de actividades de investigación y manipulación".

Sí, a mí también me cuesta leer lo que están leyendo. Y entenderlo, más aún. No es un texto o manual de pedagogía. Este es el texto de una directiva europea sobre protección animal que, al aplicarse en Cataluña, está sirviendo para iniciar expedientes sancionadores a los ganaderos que no disponen de “juguetes” en sus granjas....para los animales.

Según parece, esta norma comunitaria pretende que los animales no se aburran cuando están estabulados. Y la Generalitat catalana está atacando a las granjas porcinas por este motivo: no tener juguetitos con los que distraer los instintos de escarbar los cerdos con su hocico. Suena a cachondeo, con perdón. Que se hable del estrés que proporcionan comportamientos humanos en los animales, de forma figurada, para querer eliminar ciertas conductas humanas consideradas vejatorias ya tiene su aquel, pero multar a los granjeros por no dar juguetitos a los animales, cuando no tenemos el mismo celo con nuestras crías, nuestros hijos, es demencial.

“Investigación y manipulación”, (dice la directiva, origen de la actividad sancionadora veterinaria) actividades que algunos consideran más propias de animales que de humanos, parece. O sea que los cerdos (para nuestros queridos legisladores comunitarios) tienen la capacidad de raciocinio e inteligencia que les permite “investigar”, tanto o más que la de un niño de corta edad. A nadie se le ha ocurrido por ahora multar a unos padres que no les compren juguetes a sus hijos (algunos casos más que justificados debido a la nula o escasa capacidad económica familiar), y sin embargo se multa a los ganaderos. Esta mojigatería ecologista es también, sin duda, un síntoma de lo enferma que puede estar una sociedad como la nuestra.