Segundo aniversario

Este año os he hecho la crónica de varios enlaces matrimoniales a los que hemos asistido, por haber sido invitados. Hoy os hablo de uno más especial,  pues yo no era uno de los invitados, sino el que convidaba: mi boda. Hace dos años, una hora y unos  treinta y pocos minutos más me casé con mi querida Anamari.

¡Cómo pasa el tiempo!. Si parece que fue hace unos días. Nunca pensé que el matrimonio me fuese a sentar bien. Parecía y todos me consideraban un solterón vocacional. Y aquí estamos, conviviendo con la mujer con la que empecé a relacionarme con asiduidad hace siete años. Tan bien, tan contento de haberlo hecho. Y sin hacer un gran bodorrio, casi una "cena de empresa" (como dijo un conocido mío de la suya) donde nos acompañaron una buena parte de la familia, compañeros del partido, y del trabajo, amigos y amigas...una gente maravillosa que nos ayudó a que aquel día fuese, tras los nervios y problemas de los preparativos, uno de los más emocionantes de nuestras vidas.

Permitidme hoy que me dedique a otras cosas, y no entre en otras cuestiones "más trascendentales" para nuestro país y para la raza humana. Que estamos de celebración. Muchas gracias.