En estos días, con motivo del 30 aniversario del golpe de estado del 23 de febrero de 1981, mucho se está hablando de datos nuevos sobre la intentona, muchos reportajes se están emitiendo y también se ha extendido la publicación de explicar qué hizo cada uno ese día. Yo ya expliqué mi vivencia de aquel día hace dos años, con todo lujo de detalles, en un post titulado "El 23 F, mi historia"
Un párrafo es el que hoy voy a recordar y resaltar: "Volví a mi casa sin poder hacer nada más que esperar acontecimientos. Mi padre, en un clima sombrío, me preguntó. “¿Sabes lo que ha pasado?”. Sí, le respondí. “Pues de casa no sales hasta que se aclare esto”. Nada, que si venían a por mí, no tendrían problemas en localizarme, pesé, pero...¡que remedio!. Se acostaron pronto mis padres y yo me quedé viendo la televisión, ya que se volvió a informar al salir los militares de los estudios de TVE. Vi las varias películas de aventuras que emitieron, incluido también el mensaje del rey (algo se aclaraba). Cuando me acosté fue al conocer que habían entrado militares en el congreso, creyendo que era para detenerlos, cuando en realidad era para unirse a ellos."
Este párrafo encierra la sensación de impotencia que viví aquella noche, la que vivimos casi todos los españoles, que también permanecieron encerrados en sus casas, esperando acontecimientos. ¿Qué pasó por la mente de mi padre entonces, para ordenarme permanecer en casa?. Mi padre vivió la guerra civil, como mi madre, pero era ya mayor y estaba casado con otra mujer. Tuvo muchos hermanos (mis abuelos paternos se casaron varias veces) y uno concretamente, Antonio, se fue de Palma del Río, cuando entraron las tropas nacionales en agosto de 1936. Mi padre no habló nunca de este hecho, que yo recuerde. El 27 de agosto los nacionales fusilaron a unas 300 en los corralones de Felix Moreno, el terrateniente mayor del pueblo. Dicen que en venganza de que se matasen a sus toros por parte del Comité de Defensa de la República que se formó tras el golpe del 18 de julio, para alimentar al pueblo. A mi tío, muy joven, casi niño, le avisaron de que podían matarlo y se escapó, terminando en Málaga, en zona roja. No sé la causa, tal vez tuviese ideas revolucionarias, pero consiguió escapar de la muerte en aquel corralón donde se empezó la represión fascista.
Tal vez mi padre recordó aquellos hechos, y, conocedor de mi militancia comunista de entonces, quiso evitar mi posible huida. Nunca habló de aquel día, como antes sí nos reprochaba nuestros afanes de cambiar las cosas, de buscar la democracia, porque temía, como muchos, que volviese otra guerra civil. Afortunadamente el golpe de Tejero fracasó, a diferencia de aquel otro golpe del 18 de julio de 1936 que, aunque no prosperó en un primer momento, sí llegó a triunfar tras tres años de cruenta guerra entre hermanos. A la gran mayoría este feliz fracaso nos regaló una democracia más fuerte y vigorosa, que todavía nos dura. Y que dure muchos años.
YO tenía quince años... me enteré de poco, pero bueno, es necesario sacar esto a la gente que no lo vivió para que vean lo que puede ser una vida sin políticos, a los que tanto se critica.
ResponderEliminarSi no te conociera bien y desde que naciste, te diría que has salido muy bien en la foto, sí, justo el que hay en el centro, a la derecha de Tejero. Ahhhhh! Es broma!
ResponderEliminarBuena razón, Alfonso. Algunos de los que se ceban ahora contra los políticos son partidarios de golpismos y autoritarismos al estilo del que quisieron imponer estos desvergonzados.
ResponderEliminarMari Carmen, no puedes conocerme desde que nací. Tú eres más joven que yo, hija. Pero, ahora que lo dices, no me había dado cuenta del tipo de la barba. ¡Joder!, es verdad que se parece...pero no por las ideas políticas, claro, jajaja.
ResponderEliminaryo tenia 20 años y mis padres y yo, nos pegamos a la radio a escuchar la cadena SER. Nos hacíamos preguntas. ellos estaban nerviosos y abatidos, a las 11 de la noche y en coche, fuimos a casa de un familiar y no había absolutamente nadie por la calle, el familiar ya había salido de palma.Esto es historia, nuestra historia, pero nunca se ha enseñado, o me lo parece a mi? un saludo LUI
ResponderEliminarNormalmente la "pequeña historia", la de la gente corriente, sin cargos, sin "posibles", la gente que no es de alta alcurnia o no tiene gran empresa, o no pertenece a la élite, esa historia no sale en los libros de Historia. Sus relatos pasan de boca en boca y muchos terminan perdiéndose. Pero todos los relatos, si se unieran darían una visión más completa y real del llamado "acontecimiento histórico". Afortunadamente tenemos ahora internet y muchos han volcado sus recuerdos también de aquel día. Y podemos entender mejor lo que pasó.
ResponderEliminarUn saludo, LUI.