La semana pasada escribí sobre el cáncer de mama que sufría Esperanza Aguirre y del que iba a ser operada. "Espero que salga bien de la operación, que se recupere pronto y satisfactoriamente, porque, como ha dicho ella misma, hay muchos cánceres que se pueden curar. Eso espero y le deseo: que se cure", dije entonces. Y eso a pesar de mi declarada animadversión política. Ya comenté que me parecía mal el encanallamiento de la política actual, por el que se estaban escribiendo y oyendo frases muy desagradables por este caso, para atacarle políticamente. Como comentaba con un amigo, creo que se deben respetar a las personas, no a las ideas. Por eso mi deseo de una pronta recuperación para la Presidenta de Madrid. Lo que tampoco obstaba para no ver bien el peloteo excesivo, el baboseo de algunos (sobre todo periodistas "amigos") con Esperanza Aguirre, aprovechando esta enfermedad para catapultarle hasta lo más excelso del panorama político. No es de recibo aprovechar este mal para buscar no solo la compasión, sino hasta la adulación más rastrera de esta persona y de su quehacer político al frente del PP madrileño.
Hoy hemos sabido que otra protagonista del panorama político también ha sido operada del mismo tipo de cáncer: Uxue Barkos, diputada en el Congreso por Nafarroa Bai. La conocida periodista, desde hace algún tiempo la cara amable y simpática del vasquismo navarro, tampoco es un ser sobrehumano y, por tanto, no es ajena a los males que pueden afectar a cualquier mujer. El que esta operación coincida hoy con el fallecimiento de EnriqueCuriel, por cáncer, nos devuelve al suelo de la realidad viva de los políticos, tan ensalzados unas veces y tan denostados otras, que muestran así su perfil netamente humano. Tampoco comulgo con las ideas de Nafarroa Bai, ni de Uxue Barkos, pero le deseo una pronta y satisfactoria recuperación. Es otro ejemplo más de que, si se detectan a tiempo estos tumores, las posibilidades de curación son muy altas. Y el que se sepa es un motivo para animar a las revisiones periódicas, y también una puerta abierta a la esperanza y el optimismo para muchas mujeres, sean o no famosas.
Ésta es una espada de Damocles que todos llevamos encima y es cierto que estos casos sirven para concienciar.
ResponderEliminarYo, sinceramente, nunca había dudado del perfil humano de los políticos. Sólo nos faltaría que fueran infiltrados de otro planeta, como si no tuviéramos ya suficiente cruz...
Infiltrados de otro planeta, jajajaja. No me refería a eso, claro. Lo cierto es que algunas veces se nos exige un plus de responsabilidad tal, que al sumarse a las alabanzas exageradas de unos y a las críticas feroces de otros, damos una imagen de superhéroes de película que llega a ser ridículo. Y estos hechos, tan normales, son prueba inequívoca de nuestra misma naturaleza mortal. "Memento mori", que decían los romanos.
ResponderEliminarEs importante visibilizar, ayuda a la concienciación. Ya sabes mi experiencia, además es muy importante también llamar a las cosas por su nombre, cáncer y no ' una larga enfermedad '
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, Alfonso. Yo también tuve familiares (mi madre y mi hermana mayor) con cáncer, por eso llamo por su nombre a esta enfermedad. No debemos tener complejos, hay que ayudar.
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