En enero se publicó una reforma de la Ley electoral general tendente, entre otras cosas, a reducir los periodos de campaña electoral reales, que se venían agrandando por la costumbre de los partidos políticos de desarrollar lo que conocemos como "pre-campaña": tiempo en que oficialmente no estamos en campaña, porque no se pide directamente el voto, y donde la publicidad política va dirigida no obstante a captar la atención del futuro votante. Ello fue gracias a un pacto entre los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, con la idea de reducir gastos ahora que estamos en momentos de crisis. Pero, como siempre pasa en estos casos, hecha la ley, hecha la trampa. Pronto las cabezas pensantes de todos los grupos, incluidos los que no participaron en el pacto, empezaron a investigar la forma de burlas las prohibiciones, para llegar al electorado con ventaja. Así las cosas, la Junta Electoral Central tuvo que dictar varias instrucciones para aclarar los casos de actuaciones políticas permitidas y prohibidas en periodo fuera de campaña.
Ya venimos desde hace años viendo como los candidatos, los partidos o candidaturas y las mismas campañas para captar el voto se van volviendo cada vez más fenómenos estrambóticos, a fuerza de buscar la originalidad de los mensajes, de las personas que concurren o de las mismas formaciones que se presentan o apoyan una postura en liza. No solo en comicios electorales, sino también en otras consultas, hemos visto aparecer a personajes famosos de todo tipo, apoyando partidos u opciones de voto, si se trataba de otras consultas populares. Recordemos el caso de las consultas soberanistas en Cataluña, donde la actriz porno, María Lapiedra, ha participado activamente en campaña, haciendo uso de sus "capacidades". Otro caso sonado fue en las pasadas elecciones autonómicas de Cataluña, cuando un grupo presentó a la famosa travesti, Carmen de Mairena. El espectáculo mediático convertido en espectáculo político.
Ahora que los medios se tienen que restringir por imperativo legal, antes del inicio de campaña para las elecciones municipales y autonómicas de mayo, vemos casos hasta ridículos de hacer publicidad, como la inauguraciones de aeropuertos donde no se puede volar, de bibliotecas sin libros o de edificios sin terminar. Pero, ya convocadas las elecciones, tampoco se puede recurrir a estos "actos institucionales", como antes, pues las administraciones públicas también deben ser neutrales y tienen prohibidas muchas de sus habituales actividades. Entonces es cuando el ingenio vuelve por sus fueros, el ingenio mediático y publicitario.
Hoy hemos conocido que el candidato del PSOE para la presidencia de la Comunidad de Madrid, Tomás Gómez, ha tenido que retirar un cartel en el que se le asimilaba a un héroe del cine, como vemos en la imagen. El motivo es que el cartel estaba en su sede, y esta en un edificio con unas ordenanzas especiales que limitan la publicidad en la fachada. Cosa que el PP había aprovechado para, eliminando el medio, acabar con el mensaje, aunque éste fuese de los permitidos por la norma.
Otro caso, que incluso ha tenido relevancia internacional, ha sido el de la candidata de un partido balear, el Partido Democrático de Ciudatella, Soledad Sánchez. Esta señora se hizo un cartel donde, con el lema "Dos grandes argumentos", aparecía ella misma desnuda, mostrando en forma de dibujo sus "razones". El Instituto Balear de la Mujer ha sido esta vez el que ha protestado por considerarlo sexista y atentatorio de la dignidad de la mujer. Otra vez el recurso a algo fuera de la política, a algo habitual en medios de comunicación y en internet, ha sido usado como forma de captar la atención del votante. Y otra vez, argumentos ajenos al desarrollo de las campañas electorales han conseguido retirar de la circulación estos recursos.
Eso sí, todos han conseguido un objetivo, como el que pretendían los casos que comentaba al principio: han salido en los medios de comunicación, generando polémica, y hemos hablado largo y tendido sobre ellos. Definitivamente, está claro, que por muchas reformas que se inventen los partidos, siempre ha sido imposible poner puertas al campo.
Si nos dejaran palpar de cerca esas dos razones tendriamos nueva presidenta del gobierno por aclamación popular
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