El 21 de mayo de 1981 se llenó el salón de plenos del ayuntamiento para asistir al primer recital de un grupo de veteranos y jóvenes amantes de la música, que se presentaba en sociedad. El grupo se puso el nombre de una de las flores más representativas de Palma del Río, la flor del naranjo: Azahares. Ayer asistimos al Teatro Coliseo, donde dieron otro recital, el de su treinta cumpleaños.
El grupo, dedicado fundamentalmente a la música folk, lo formaban, hace tres décadas, Eugenio Valle ("el maestro"), Manolín Fernández, Eli Manzano, María Eugenia González, Rafa Limones, Encarni Tierno, Fuente Clara Carmona, Mari Celi Sánchez, José Javier Montero, Antonio García, Guillermo Higueras (Willy), Rosalía García, Juan Braulio García, José Ramón Blasco y Dioni Blasco. Luego se unirían Lely Valle, José Felipe Cardenete y Juan Pedro Rodríguez, y en 1983, Juana Blasco. Ese año toman impulso y adquieren popularidad al ganar el concurso de TVE Gente Joven.
Ayer todos hicimos un ejercicio de memoria. Ejercicio sano, sin esfuerzo, amable, muy agradable. Recordaron algunas de sus interpretaciones más conocidas por su público fiel. Un repertorio de temas propios, con música de Eugenio y letras de autores locales, como Antonio García Chaves. Canciones del folclore andaluz, versiones de canciones del grupo Jarcha, tan de moda en los 80, en plena eclosión de la canción protesta (como se le llamaba entonces), o de los cantautores, también amantes de las melodías del folclore hispano-americano, y versionando éxitos de artistas españoles del estilo y gustos de los componentes del grupo, como Mocedades. "El Pandero”, la “La Toná de Quintos”, “El día de San Benito”, “Libertad sin ira”, “No te lo pienses más”, “Romance de la luna, luna”, “Cádiz”, “El chacachá del tren“ y otros temas sonaron anoche en el Coliseo, haciéndonos revivir muchos de los conciertos con que nos han agasajado en estos años.
Recordaron sus apariciones junto a Carlos Cano (1983) o al grupo chileno Quilapayún, a principios de los ochenta (1981, en el antiguo campo de fútbol). Evocaron su participación en cuantas actividades organizaron entidades locales palmeñas y para las que recabaron su concurso. Por ejemplo las verbenas de los barrios. También, como vemos en la foto de 1983, amenizaron varias celebraciones del 1º de Mayo en la Casa del Pueblo.
Sus conciertos fuera de la localidad eran todo un acontecimiento festivo, pues muchas veces fletaban un autobús, donde le acompañaban familiares y amigos. Yo les acompañé en más de una de esas salidas por la provincia, cuando participaban en la campaña de la Diputación "Pueblo a pueblo", que también recordaron anoche, por el cariño y la atención de los vecinos, o por tener que esperar a que terminasen las faenas del campo, para empezar sus conciertos. Recuerdo la visita a Zuheros, pequeña y hermosa localidad serrana, que visitamos. Como anécdota el café que nos tomamos en el Club de Pensionistas. Muchos no pudimos contener la risa al ver un cartel que decía: "Prohibido escupir en el suelo y orinarse por las ventanas". Viendo lo inclinado de las calles, comprendimos la orden. Cosas del entones muy atrasado mundo rural.
Ese ánimo festivo se ha plasmado también en su afición por los carnavales, siendo durante años, protagonistas, junto a amigos y familiares, en su murga, de la componente musical-satírica de la fiesta. Críticas mordaces en sus letras que aún resuenan en nuestros oídos, como la que dedicaron a la fuente de San Francisco, con ese molino aceitero que casi nadie comprendió, y que fue retirado años después.
En el concierto agradecieron su apoyo a los medios de comunicación locales, además del público. Tuvo sus anécdotas, por ejemplo, cuando "el maestro" siguió tocando a pesar de haberse roto alguna de las cuerdas de su guitarra. Los años se notan, muchos se fueron y entraron otros componentes. Bodas y nacimientos modificaron costumbres y agrandaron la gran familia de Azahares. Una de las voces que acompañaron ayer tenía los mismos treinta años que acababa de cumplir la formación. Pero hay cosas que no cambian. Sus risas y bromas en el escenario, sobre todo cuando alguien mete la pata o protagoniza algo simpático (como cuando Fuente Clara se tuvo que cambiar de zapatos). Amistad ante todo. Amistad y celebración que prolongamos después en el Paseo, tomando un refrigerio en sus quioscos.
Tuve el honor de ser el instructor del expediente por el que se les concedió la Medalla de la Ciudad, distinción de la que se hizo entrega en los actos del Día de Andalucía, el pasado 28 de febrero. Cosa que me agradecieron entre amigos, después. Así que no me he podido resistir a hacerle esta mención en el blog, para lo que he usado el texto que redactaron Eugenio y Eli y que sirvió de fundamento para la concesión de esa medalla. Así, sacando datos precisos, esta breve reseña no ha sido un mero ejercicio de nostalgia, ni tampoco una crítica sin más del acto. Que uno no se dedica a criticar. Porque, como diría mi amiga Paqui, "la follica", la mujer de Manolín Fernández, nosotros no nos dedicamos a criticar, "que esto es referir".
¡Feliz cumpleaños, amigos! Y que cumplan muchos años más, endulzando nuestros oídos con su música.
Gracias por la entrada y gracias por las fotos!!
ResponderEliminarDesde la distancia también felicito a Azahares por estos 30 años y espero que el próximo cumpleaños pueda celebrarlo con ell@s.
Que cumplan otros 30 mas!!!!
Un abrazo.
Un abrazo, Willy. Y gracias a ti por tus palabras y por leer mi humilde blog.
ResponderEliminar¡Qué alegría me han dado estas fotos! Tras muchos días atareada con la corrección de los exámenes finales de 2º de bachillerato y sin tiempo para meterme en tu blog, he rememorado tantos viejos momentos... La verdad es que Azahares forman parte de la cultura de nuestra ciudad de un modo muy profundo. A nivel humano, la mayor parte de nosotros tenemos amigos en el grupo musical. ¡Qué emocionante!
ResponderEliminarAzahares, sin duda, se merecía la medalla de la ciudad por su trayectoria. Sí, es emocionante, Mari Carmen. Echamos un buen rato.
ResponderEliminarDesde la distancia en el tiempo, pero desde la cercanía en el afecto, gracias por esta mención en este interesante blog que hoy descubro. Como componente de Azahares en sus orígenes me siento un privilegiado. Todavía recuerdo al maestro cuando nos sacó de "Las nubes blancas" para introducirnos en toda una nueva aventura con temas de Mocedades y de Jarcha. Si Palma del Río sigue brillando en mi corazón se debe en gran parte a que sigue resonando dentro de mí la experiencia de Azahares. Saludos desde Málaga.
ResponderEliminarDionisio Blasco
@dionisioblasco
Gracias a ti, Dionisio. Este es un humilde blog que pretende ser cauce para mis opiniones, pensamientos y recuerdos. Azahares, desde casi su origen, forma parte de mis vivencias por la amistad y la admiración hacia sus componentes. Y el 30 cumpleaños de la formación fue momento adecuado para expresar esos sentimientos. Saludos.
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