Operación policial contra la SGAE

«No estamos para ser simpáticos, estamos para ser eficientes». Conferencia de Prensa en Barcelona, 27 de marzo de 2009

"Antes no había asociaciones de internautas, ni comunidades electrónicas, y ahora cualquier pendejo electrónico está construyendo la nueva democracia digital. Y parece que, en ese contexto, es todo un nuevo régimen y sólo a favor de unos." Ciberpaís 13 de noviembre de 2003

En mis tiempos de presidente del Patronato Municipal de Cultura de Palma del Río tuve que lidiar más de una vez con el toro de la SGAE. Como todos los ayuntamientos españoles, el nuestro organiza actos culturales, entre otros, los consabidos conciertos en ferias y fiestas. Además tenemos un evento de mucha importancia en el mundo teatral, la Feria de Teatro En el Sur, donde compañías de Andalucía y de otras partes de España, y hasta extranjeras, se disputan un espacio cada año para dar a conocer sus espectáculos a los programadores y agentes culturales invitados, y al público en general. Sin duda tanta actividad cultural tenía que ser objeto de pesquisa por parte de esta sociedad de autores. 

Recuerdo el talante educado pero exigente de los delegados de la sociedad, que me ha hecho recordar la primera cita, de Teddy Bautista, el presidente de la SGAE. No, de simpáticos nada. Las advertencias que he oído más de una vez de sus agentes (prefiero no usar otra palabra más "fuerte") resuenan en mi cerebro: "no les vamos a denunciar a los tribunales, porque nos interesa que contraten a artistas, pero si no pagan ya avisaremos a nuestros socios para que sepan qué hacen ustedes y no quieran actuar más". Algo así, tal vez con otras palabras, pero con el mismo sentido de "hacernos el vacío", eran las advertencias nítidas, poco simpáticas...pero eficientes. 

La operación policial en la Sociedad General de Autores y Editores, que está todavía en marcha, me han traído a la memoria esas palabras del presidente y las de algunos de sus empleados, "más eficientes". También las otras que reproduzco, de tono algo chulesco. "Pendejo", "nuevo régimen", suenan feo en una persona que se hizo famosa precisamente por hacer con su grupo Los Canarios una versión de las "Cuatro estaciones" de Vivaldi y que no gana amigos cuando defiende justamente los derechos de autor y está contra las copias. Más ahora cuando ha sido detenido, junto a otros directivos de la Sociedad. 

Mi posición contra el canon digital no ha variado. Así que tampoco le tengo simpatía por ello. No le deseo mal a nadie, y respeto, por supuesto, la presunción de inocencia. Pero es tragi-cómico que quien ha acusado de delincuentes a los internautas que se bajan canciones ("Bajar música es como robar un jersey en unos grandes almacenes") se vea ahora detenido como un vulgar delincuente, como ese ejemplo de traidor vendido, el Judas que interpretó junto a Camilo Sesto y Ángela Carrasco en la versión (otra vez) española de Jesucristo Superstar. Cosas veredes, Mio Cid....