jueves, 3 de noviembre de 2011

Tintín y El secreto del unicornio

El domingo fuimos al cine y vimos "El secreto del unicornio". Teníamos la intención de ver otra película, pero no nos atrevimos a ver algo más serio. Además ver una película en 3D era algo atractivo, en principio.

No me defraudó en cuanto a película de aventuras. Conzco Tintín desde niño y me gustaban sus libros de historietas. Aunque siempre hayan tenido un tufillo ciertamente conservador. Los cómics de línea clara no están mal, siempre que su acción tenga la capacidad de mantener tu atención. Eso pasa con esta película: hay mucha acción. Tal vez demasiada, para mi gusto. No porque prefiera un desarrollo más pausado, sino porque este film está expresamente hecho para el 3D, con muchas imágenes rápidas buscando el efecto de profundidad y el movimiento trepidante. A mí eso llega a cansarme. Y menos mal que nos equivocamos de sala y compramos la entrada para una sesión en formato normal, en dos dimensiones.

La historia me desconcertó en algunos momentos. En esta película se recogen tres libros de las aventuras del joven periodista: "El secreto del unicornio", "El tesoro de Rackham El Rojo" (la segunda parte del primer libro) y "El cangrejo de las pinzas de oro". Aunque no al completo, lo que indica que habrá segunda parte (y tercera, nos dicen), como se deduce del final, del que no diré nada. El ensamblaje de historias me hacía recordar los libros, pensando en posibles desenlaces que no llegaban. Así que me despisté algo. Seguro que los muchos niños que no conocen las aventuras sí pudieron ver un hilo concreto y coherente. 

Salen los personajes principales de la saga, aunque falten algunos de los que conocemos de los libros representados. En esta aventura se conocen, aunan sus esfuerzos y se ponen las bases de acciones posteriores. No me pareció mal la caracterización y la presentación de éstos. Incluso la técnica de animación empleada, el motion capture, queda muy resultona, y adecuada al tipo de cómic al que pertenece el personaje.

No vi, sin embargo, mucho entusiasmo en la sala. Esta película se anuncia como especialmente indicada para niños. No lo entiendo, Tintín siempre ha sido un personaje con historias para jóvenes y hasta adultos. Y tal como ví la reacción de los muchos niños allí congregados, realmente no creo que sea de las que más entusiasme a la chiquillería. A los padres sí, y a otros mayores. Como entusiasmó a su director y productos (Steven Spielberg y Peter Jackson). A mí, repito, no me disgustó, pero tampoco me encantó. No obstante, si queréis pasar un rato entretenido y movido, os la recomiendo, no perderéis nada.


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